Conmemorar a los vivos

Tal vez pueda decirse ya. Muertos en 2021 (el A?o Laforet) Francisco Brines, Caballero Bonald y Alfonso Sastre, y muertos antes S¨¢nchez Ferlosio, Ana Mar¨ªa Matute, Juan y Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo, Mars¨¦, Angelina Gatell, Claudio Rodr¨ªguez, Jos¨¦ ?ngel Valente, Jaime Gil de Biedma, Gloria Fuertes, ?ngela Figuera, Garc¨ªa Hortelano, Juan Benet y el matrimonio Aldecoa, es dif¨ªcil encontrar una generaci¨®n tan influyente en la literatura espa?ola del siglo XX como la de los ni?os de la guerra. Es cierto que las generaciones del 27 y del 98 influyeron en muchos de ellos, pero ninguna est¨¢ tan presente entre los lectores de hoy ni es, a la vez, tan decisiva para los escritores actuales. El coraz¨®n de la calle tiene razones que el cerebro de la academia no entiende. Tal vez por eso, sin salir del 27, la obra rescatada de la exiliada Luisa Carn¨¦s tenga hoy m¨¢s eco que la del propio catalizador de la operaci¨®n promocional (y miembro de la RAE y premio Cervantes), Gerardo Diego.

Tambi¨¦n el grupo de los cincuenta ha ido corrigiendo sus desajustes, hasta el punto de que dos de los supervivientes, Antonio Gamoneda y Mar¨ªa Victoria Atencia, quedaron al principio fuera de las antolog¨ªas can¨®nicas. Ambos, que cumplieron 90 a?os en 2021, pasaron por sendas etapas de silencio editorial en los sesenta y eso retras¨® su subida al Parnaso, un monte m¨¢s cercano a Madrid y Barcelona que a Le¨®n y M¨¢laga. Si bien Gamoneda lleg¨® a lo m¨¢s alto con el Cervantes de 2006, Atencia ha tenido un reconocimiento m¨¢s lento. Por eso es un acontecimiento la aparici¨®n, en edici¨®n de Roc¨ªo Bad¨ªa, de Una luz imprevista, su poes¨ªa completa, en la colecci¨®n Letras Hisp¨¢nicas de C¨¢tedra.

Mar¨ªa Victoria Atencia suele contar que volvi¨® a escribir a ra¨ªz de la muerte en un accidente de su profesor de vuelo. En 1971 se convirti¨® en la primera mujer que pilot¨® un avi¨®n en M¨¢laga. Cinco a?os m¨¢s tarde volvi¨® a la poes¨ªa con Marta & Mar¨ªa. Por entonces, su matizado culturalismo conect¨® con el de los j¨®venes nov¨ªsimos. Nunca le faltar¨ªan ya ni lectores ni interlocutores. Serena, cl¨¢sica, espiritual y viajera fueron los calificativos que emple¨® para describirla uno de esos interlocutores, el poeta Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias, en la antolog¨ªa conmemorativa del Premio Reina Sof¨ªa de 2014.

¡°La cultura espa?ola no recuerda, pero anda loca por conmemorar¡±, escribi¨® Ferlosio en un famoso art¨ªculo. Recordemos y celebremos a una autora viva que, para despedirse prohibiendo la nostalgia, escribi¨® este poema: ¡°Muevo en la oscura noche y su bolsa los restos / ¡ªtantos menudos trozos¨D / de una historia que cierran la puerta y su chirrido. / Se proh¨ªbe la nostalgia. No hay m¨¢s contemplaciones. / Atendedme / sin embargo este canto final, y ya de abatimiento. / Toda historia se cierra ¡ªcuando no se interrumpe¡ª en un final feliz, / y ya me puedo ir, en mi final feliz, con la Santa Compa?a¡±.