R¨¦quiem de John le Carr¨¦ por un mundo acabado
La novela p¨®stuma del maestro de los libros de espionaje alberga un reguero de claves sobre su mirada decepcionada a la sociedad brit¨¢nica. ¡°El pa¨ªs en el que crey¨® se estaba evaporando¡±, cuenta su hijo Nick
Un caballero ingl¨¦s que se deja caer por una nueva librer¨ªa de pueblo y que entabla amistad con su due?o hasta el punto de sugerirle una comunidad en torno a los cl¨¢sicos podr¨ªa ser tan entra?able como parece, salvo ¡ª?cuidado!¡ª en una novela de John le Carr¨¦. El viejo maestro de las novelas de espionaje, fallecido de neumon¨ªa a los 89 a?os hace 13 meses, no nos abandon¨® a nuestra suerte sino que dej¨® sembradas sorpresas. Y la m¨¢s importante de ellas sale ya a la luz: Proyecto Silverview (Planeta) es su obra p¨®stuma, un aut¨¦ntico r¨¦quiem por ese mundo brit¨¢nico que ha descarrilado. La novela guarda claves de su pensamiento decepcionado y de una concepci¨®n de la lealtad aferrada a los principios por encima de cualquier imposici¨®n. Como El Cid, Le Carr¨¦ seguir¨¢ ganando guerras despu¨¦s de su muerte.
¡°Es un r¨¦quiem por el servicio de inteligencia tal y como ¨¦l lo hab¨ªa descrito hasta entonces¡±, cuenta su hijo m¨¢s joven, Nick Cornwell, por videoconferencia desde Londres. ¡°En todas sus novelas siempre quedaba alguien ¨ªntegro como Smiley que hac¨ªa lo que hab¨ªa que hacer, capaz de llevar el Santo Grial y sacar el mundo adelante en medio de una cat¨¢strofe. Y en esta novela ya no queda nadie. Creo que mi padre encontr¨® esa idea muy dif¨ªcil cuando la escribi¨® y que esa es una de las razones por las que la guard¨®¡±.
Tres a?os antes de morir, David Cornwell, al que todos conocemos como John le Carr¨¦ (1931-2020), encarg¨® a su hijo Nick que se hiciera cargo de sus obras si quedaba algo inacabado. Hay fragmentos, hay art¨ªculos o material que siguen en revisi¨®n, pero lo m¨¢s completo y coherente que dej¨® sin publicar fue esta novela de 2014, guardada casi como ese luminoso Santo Grial que solo Smiley podr¨ªa llevar a su altar. ¡°Estuvo a punto de enviarla para su publicaci¨®n cuando la termin¨® y por alguna raz¨®n la aparc¨®. A veces hablaba de retomarla, de trabajarla m¨¢s, como cualquier escritor. Cuando fui a leerla yo tem¨ªa que fuera mala pero me encontr¨¦ que era perfecta: completa, reflexiva, corta como sus primeras obras, contenida, centrada en la hipocres¨ªa brit¨¢nica y muy pr¨®xima a Una verdad delicada, que es la perfecta destilaci¨®n de su escritura¡±, cuenta el hijo. La edici¨®n ha sido m¨ªnima porque, como asegura su hijo, ¡°¨¦l corri¨® la marat¨®n y yo le di el empujoncito final para que cruzara la meta¡±. El resultado ¡°es un cl¨¢sico de Le Carr¨¦ en todos los sentidos¡±.
¡ª?Es por tanto un r¨¦quiem por Inglaterra?
¡ªCuando la escribi¨® no era tanto un r¨¦quiem como esa m¨²sica que suena en una pel¨ªcula justo antes de que muera el personaje. En 2014 hubo unas elecciones en las que pas¨® lo contrario de lo esperado, luego vino el Brexit y ah¨ª seguimos, en nuestra decadencia. Es un libro que observa y reconoce el momento en el que todo empieza a torcerse.
Los servicios de espionaje eran para John le Carr¨¦ una met¨¢fora de la propia sociedad brit¨¢nica, cuenta su hijo. Y el aroma a decepci¨®n que traza la novela desde la mirada de ese caballero que frecuenta la librer¨ªa y que ¡ªs¨ª, lo han adivinado¡ª es un viejo esp¨ªa ser¨¢ indeleble. ¡°El fin de la verdad y la integridad en el servicio de inteligencia se convierte aqu¨ª en una acusaci¨®n al Reino Unido¡±.
Los (buenos) esp¨ªas de Proyecto Silverview han perdido la fe en su pa¨ªs y en el servicio de inteligencia; y el libro rezuma esa pelea habitual en Le Carr¨¦ entre la lealtad a los principios, a los amigos y amores que lo han dado todo, frente a la lealtad a los funcionarios, a la burocracia, a las ¨®rdenes fr¨ªas dictadas tantas veces por la conveniencia pol¨ªtica y los intereses oscuros. Y ese sentimiento que plasm¨® Le Carr¨¦ en 2014 en estas p¨¢ginas solo fue creciendo y profundiz¨¢ndose en ¨¦l al mismo ritmo en que el Reino Unido opt¨® por el Brexit y la distancia del mundo. ¡°El pa¨ªs en el que ¨¦l crey¨®¡±, asegura Nick Cornwell, ¡°se estaba evaporando¡±.
Y eso no significa que tuviera nostalgia de la Guerra Fr¨ªa. ?l la odiaba por todo lo que se hizo mal en la ¨¦poca que tan bien supo reflejar y, por el contrario, alberg¨® grandes esperanzas en la oportunidad que se abri¨® a su t¨¦rmino: aspir¨® entonces y crey¨® posible un futuro de libertad, a salvo de totalitarismos y de unilateralidad, de gran acercamiento a Europa y con soluciones para los m¨¢s vulnerables, describe Cornwell con gran emoci¨®n en su tono. ¡°Toda su escritura es sobre compasi¨®n, sobre comunidad. ?Significa eso que perdi¨® la fe? No lo s¨¦, pero que se desaprovechara esa oportunidad dispar¨® su ira e hizo su escritura m¨¢s feroz¡±. De lo que tuvo nostalgia, lo que lament¨®, es que el mundo no aprovechara esa oportunidad. ¡°?l siempre mir¨® al futuro, quer¨ªa un futuro mejor en lugar de un pasado mejor¡±.
¡°No hemos cambiado el mundo¡±, reflexiona uno de los viejos esp¨ªas que protagonizan Proyecto Silverview. ¡°Creo que yo habr¨ªa sido m¨¢s ¨²til en un club juvenil¡±.
Y ese derrotismo concentrado en el microcosmos de un peque?o pueblo en la costa brit¨¢nica que re¨²ne todos los males del mundo, como describe su hijo, es el sabor que deja la novela en el paladar.
¡ª?Recibi¨® el reconocimiento que sinti¨® que merec¨ªa?
¡ªNo creo que ning¨²n autor del mundo crea que le han reconocido como se merece. En el mundo anglosaj¨®n y sobre todo en Reino Unido fue interpretado como autor de thriller porque cometi¨® la temeridad de vender libros. Pero solo ten¨ªa que viajar y verse fuera para ser acogido como escritor esencial, literario, ¨²nico para reflejar la Guerra Fr¨ªa y sus consecuencias.
El libro tambi¨¦n es un libro sobre la muerte. La de Deborah, una de las protagonistas, es un retrato premonitorio de la de la propia esposa de John le Carr¨¦, fallecida de c¨¢ncer apenas dos meses despu¨¦s que ¨¦l. Pero tras las reflexiones sobre la lucha, la ira y la fragilidad que desencadena la enfermedad se cierra el tel¨®n, se vuelve a abrir y llega lo m¨¢s parecido a la inmortalidad. ¡°Es imposible saber si ¨¦l ser¨¢ eterno, pero mientras debatamos sobre Guerra Fr¨ªa, el siglo XX y sus consecuencias en el siglo XXI habr¨¢ que hacer referencias a ¨¦l porque captur¨® ese momento de una manera ¨²nica¡±, asegura Nick. ¡°Su habilidad para detectar historias que con el tiempo se convierten en titulares fue especial, as¨ª que concluyo que s¨ª: ¨¦l estar¨¢ ah¨ª para siempre¡±. Su gran legado, si por algo quisiera ser recordado Le Carr¨¦, dice, es por la compasi¨®n.
Cornwell, cuarto hijo del autor, afront¨® las muertes de su padre (en diciembre por neumon¨ªa) y de su madre (en febrero por c¨¢ncer) en plenas restricciones por la pandemia y por ello no perdona al habitante de Downing Street: ¡°S¨ª, soy uno de tantos que no pudimos hacer lo que hubi¨¦ramos querido haber hecho por nuestros padres en sus ¨²ltimos d¨ªas, mientras el primer ministro beb¨ªa vino en Downing Street. Por eso estoy enfadado con ¨¦l¡±. El episodio de las fiestas de Boris Johnson mientras los ciudadanos sufr¨ªan bien podr¨ªa ser otro cap¨ªtulo de un libro de Le Carr¨¦, pero ese no lo veremos. A cambio, leeremos Proyecto Silverview.
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