Una novela p¨®stuma, ¨²ltimo misterio de John le Carr¨¦
Un acto familiar en el Reino Unido recuerda la vida del escritor, del que se acaba de publicar ¡®Proyecto Silverview¡¯
Uno de los invitados al acto ¨ªntimo celebrado este martes con el que su familia ha querido despedir a John le Carr¨¦ en el norte de Londres, fue Murat Kurnaz, un turco detenido ilegalmente por la CIA tras el 11 de septiembre, enviado a una prisi¨®n secreta en Afganist¨¢n, torturado y posteriormente encarcelado en Guant¨¢namo. Kurnaz, que result¨® inocente y fue liberado tras un largo proceso, habl¨® en un breve v¨ªdeo sobre la ayuda que el escritor brit¨¢nico le prest¨® durante la defensa de su caso, que en parte inspir¨® El hombre m¨¢s buscado. ¡°Fue un gran hombre¡±, se?al¨® Kurnaz. El periodista Yassin Musharbash, que le ayud¨® en la investigaci¨®n de aquella novela sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas por la Administraci¨®n de Bush en la guerra contra el terror, record¨® en la misma ceremonia una frase que resume la vida y la obra de un escritor obsesionado por las personas que logran mantener la decencia en un mundo indecente: ¡°Pensaba que, al final, no son los escritores los que cambian el mundo, por eso admiraba a los activistas¡±.
La familia de John le Carr¨¦ (Poole, 1931-Truro, 2020) permiti¨® a un peque?o grupo de periodistas seguir por videoconferencia una ceremonia en recuerdo del escritor, cuyo verdadero nombre era David Cornwell, fallecido a los 89 a?os en diciembre de 2020, y de su esposa, Jane, fallecida a los 83 a?os solo unos meses despu¨¦s, en febrero, tras pasar la inmensa mayor¨ªa de su vida juntos. Participaron sus cuatro hijos y nietos, algunos amigos de la infancia, editores, m¨²sicos, el dramaturgo Tom Stoppard, con el que mantuvo una correspondencia a lo largo de 30 a?os, la directora de cine Susanne Bier o el realizador Errol Morris, del que se emiti¨® un cortometraje sobre Le Carr¨¦. Hasta se escuch¨® la Zarabanda de Bach. Todo ese conjunto tan diverso de personajes y creadores refleja una frase que el novelista pronuncia sobre s¨ª mismo en la pel¨ªcula de Morris: ¡°He vivido muchas vidas¡±.
El autor de El esp¨ªa que surgi¨® del fr¨ªo falleci¨® profundamente enfadado por el Brexit, que en una de sus ¨²ltimas entrevistas calific¨® como ¡°la mayor idiotez perpetrada por el Reino Unido¡±, aunque se tom¨® su revancha: en una imagen que ofreci¨® The Guardian esta semana aparece envuelto en una bandera irlandesa el d¨ªa de su 89 cumplea?os, apenas tres meses antes de su muerte. Quiso morir como ciudadano de la Uni¨®n Europea y se nacionaliz¨® irland¨¦s cuando ya estaba muy enfermo. Era la ¨²ltima broma, y una peque?a venganza, de un creador que siempre mantuvo el sentido del humor y que dej¨® a su muerte un misterio en forma de novela.
Su ¨²ltimo libro, Proyecto Silverview, que acaba de salir en ingl¨¦s con muy buenas cr¨ªticas y cuya edici¨®n en espa?ol est¨¢ prevista para enero de 2022 en Planeta, llevaba bastante tiempo escrito, sin embargo, quiso que primero se publicasen otras dos obras: El legado de los esp¨ªas, en la que vuelve a aparecer su personaje m¨¢s famoso, George Smiley, y Un hombre decente, publicada meses antes de su fallecimiento, y que acaba con una frase en la que se mezclan la esperanza y la amargura: ¡°Quise decirle que era un hombre decente, pero ya era demasiado tarde¡±. Se trata de dos novelas bastante pol¨ªticas, de hecho, El legado de los esp¨ªas finaliza con un alegato de Smiley a favor del europe¨ªsmo en el que el viejo esp¨ªa aseguraba que solo existi¨® un motivo por el que muchas veces vendi¨® su alma al diablo para ganar la Guerra Fr¨ªa: ¡°Soy un europeo. Si ten¨ªa una misi¨®n, si fui despiadado, lo fui por Europa. Si ten¨ªa un ideal inalcanzable, era el de sacar a Europa de su oscuridad hacia una nueva era de raz¨®n. Todav¨ªa lo tengo¡±.
Proyecto Silverview es una cl¨¢sica novela de Le Carr¨¦ en la que un financiero que se ha retirado para abrir una librer¨ªa en una peque?a ciudad de la costa brit¨¢nica recibe una extra?a visita, mientras, en una trama secundaria, una red de informantes puede quedar al descubierto. Su agente literario Jonny Geller, que trabaj¨® durante 15 a?os con Le Carr¨¦, declar¨® a la cadena Sky News que termin¨® el libro en septiembre de 2014 pero que nunca le entreg¨® el manuscrito. ¡°Me dijo: ¡®Est¨¢ listo¡¯... Estuve esperando el libro en mi casa, pero nadie me entreg¨® una caja, en su lugar recib¨ª una carta que dec¨ªa: ¡®He decidido que no es el momento, pero si desea publicar esto despu¨¦s de mi muerte con el permiso de mis hijos, por favor, tenga mi bendici¨®n¡±.
¡°Con la publicaci¨®n de Proyecto Silverview est¨¢ claro que sus virtudes de narrador han permanecido intactas hasta el final¡±, escribe Mick Herron en The Guardian. ¡°Si de vez en cuando nos cruzamos con un pasaje en el que creemos que ya hemos estado en el pasado, esos momentos quedan eclipsados por la tristeza de saber que nunca estaremos all¨ª de nuevo¡±. Joseph Finder argumenta en The New York Times que este libro tal vez no est¨¦ entre sus obras maestras, ¡°pero la estatura de un escritor no disminuye con sus obras menores¡±. Y lanza una de las muchas cuestiones que plantea la novela: ¡°Le Carr¨¦ parece sugerir que cada relaci¨®n humana es a la vez un activo y una vulnerabilidad¡±.
El periodista Yassin Musharbash comparti¨® durante la ceremonia la experiencia de trabajar con un creador que ¡°cuando empezaba a escribir un libro nunca era sobre cosas que supiese, sino sobre cosas que quer¨ªa saber¡±. Record¨® que le encantaba el proceso de investigaci¨®n y que consideraba que la clave de una novela estaba en su final. Cuando un escritor novel le enviaba un primer cap¨ªtulo, aseguraba que le respond¨ªa que hasta el ¨²ltimo no era capaz de saber si la novela funcionaba.
Durante la ceremonia, los intervinientes recordaron el sentido del humor de Le Carr¨¦, su risa, su amor por Jane Cornwell y por su familia, su modestia, su amabilidad, su inmensa curiosidad y su preocupaci¨®n por los asuntos mundiales. El propio novelista aparece en el corto de Errol Morris reivindicando el placer que le proporcionaba su trabajo: ¡°En los ¨²ltimos a?os disfruto de verdad de mi trabajo, no de ser un escritor, sino de escribir¡±. Su hijo Nick termin¨® el acto, que se prolong¨® durante una hora y media, recordando su infancia y celebrando el legado vital de sus padres, fallecidos durante la pandemia en un momento desolador para el Reino Unido: ¡°Crec¨ª en una casa llena de historias, con la puerta siempre abierta. El invierno 2020/2021 fue largo y terrible, pero les ruego que ahora no se vayan con tristeza¡±.
Babelia
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