Una nueva investigaci¨®n apunta a que un notario jud¨ªo traicion¨® a Ana Frank a cambio de salvar a su familia
Las pesquisas reveladas ahora en un libro muestran que en una nota an¨®nima recibida por el padre de la autora del ¡®Diario¡¯ se informaba de que su denunciante formaba parte de la comunidad hebrea de ?msterdam
Una nueva investigaci¨®n, llevada a cabo a lo largo de seis a?os por parte de un equipo encabezado por Pieter van Twisk, sostiene que la ni?a Ana Frank fue traicionada por un prominente notario de la comunidad jud¨ªa en la ciudad holandesa de ?msterdam. Seg¨²n esta teor¨ªa, el traidor fue Arnold van den Bergh, que quiso salvar a su familia a cambio de proporcionar a los nazis la direcci¨®n del escondite de la autora del diario m¨¢s famoso del Holocausto.
A¨²n sin pruebas concluyentes, se ha informado de esta investigaci¨®n este lunes en un libro titulado La traici¨®n a Ana Frank. Entre julio de 1942 y agosto de 1944, Ana Frank se ocult¨® junto con sus padres, su hermana y otras cuatro personas en el anexo de un edificio ubicado en el coraz¨®n de los canales de ?msterdam. Finalmente, todos fueron arrestados y deportados a los campos de exterminio nazis. Ana y Margot, su hermana, murieron en el de Bergen-Belsen. La ni?a que escribi¨® el c¨¦lebre diario perdi¨® la vida en febrero de 1945, con 15 a?os. De los Frank solo sobrevivi¨® el padre, Otto. La detenci¨®n de Ana Frank se mantiene como uno de los misterios de la Segunda Guerra Mundial y hasta ahora ninguna hip¨®tesis ha logrado el consenso de los historiadores.
El nombre del notario que supuestamente denunci¨® a los Frank apareci¨® en una nota an¨®nima remitida poco despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial al padre de Ana. A¨²n hoy se desconoce el nombre de quien la redact¨®. El original no se ha podido encontrar, pero el equipo investigador ha hallado en el archivo del hijo del polic¨ªa que sigui¨® el rastro de esa informaci¨®n una copia hecha a m¨¢quina por el propio Otto Frank.
En ese papel se le dec¨ªa a Otto Frank que los datos de su refugio ¡°fueron reportados la J¨¹dische Auswanderung [oficina de emigraci¨®n jud¨ªa] por A. van den Bergh, que viv¨ªa entonces cerca del parque Vondelpark, en ?msterdam. En dicha oficina de emigraci¨®n ten¨ªan una lista completa de direcciones proporcionadas por ¨¦l¡±, terminaba el escrito. La J¨¹dische Auswanderung era el departamento alem¨¢n de emigraci¨®n jud¨ªa encargado de enviarlos a los campos de concentraci¨®n en Alemania y Polonia entre 1941 y 1943. Esta informaci¨®n centr¨® las pesquisas del equipo de Van Twist, aunque ya hab¨ªa sido analizada sin ¨¦xito despu¨¦s de la contienda. No prosper¨® entonces porque la polic¨ªa consider¨® que se hab¨ªa acusado sin motivo al notario, ¡°cuya integridad estaba fuera de toda duda¡±. A pesar de su colaboraci¨®n, Van den Bergh fue arrestado en 1943 por los nazis.
Miembro destacado de Consejo Jud¨ªo Holand¨¦s
¡°Dadas las fechas, tendr¨ªa que haber pasado la informaci¨®n a sus captores desde un campo de concentraci¨®n y hacia 1944. Era poco plausible¡±, ha declarado a la televisi¨®n holandesa Van Twisk. Sin embargo, el notario no estuvo en un campo de concentraci¨®n, seg¨²n se ha podido comprobar ahora. Otto Frank solo revel¨® la existencia de la nota en 1964, cuando volvi¨® a investigarse la traici¨®n a su familia.
Van den Bergh era un miembro prominente del Consejo Jud¨ªo holand¨¦s y trat¨® por todos los medios de evitar su deportaci¨®n y la de su familia. ¡°Obtuvo una pr¨®rroga por parte de los nazis dada su posici¨®n, que aprovech¨® para buscar escondites para sus hijas y se movi¨® con gran inteligencia¡±, dice Van Twisk. Finalmente, la moratoria para la deportaci¨®n expir¨®, y adem¨¢s hab¨ªa tenido una discusi¨®n con un miembro del Movimiento Nacional Socialista holand¨¦s (NSB, en sus siglas neerlandesas), partido af¨ªn a los nazis y el ¨²nico permitido entonces por las fuerzas invasoras. ¡°En ese momento, debi¨® de proporcionar a los alemanes las direcciones de escondites de ciudadanos jud¨ªos¡±, concluye el nuevo estudio.
Vince Pankoke, agente jubilado del FBI que ha colaborado en la investigaci¨®n, ha declarado que este ha sido el caso m¨¢s largo y dif¨ªcil de su carrera ¡°por la monta?a de datos, documentos perdidos y testigos fallecidos¡±. En declaraciones recogidas por los medios holandeses, admite que a falta de pruebas de ADN o filmaciones ¡°hay que apoyarse en pruebas circunstanciales¡±, aunque reconoce que su teor¨ªa tiene ¡°un 85% de probabilidades de acertar¡±. ¡°En cualquier caso, los ¨²nicos malvados aqu¨ª fueron los nazis. Para acusar a Van den Bergh primero hay que preguntarse hasta d¨®nde habr¨ªamos llegado nosotros para salvar a nuestros seres queridos¡±.
El equipo a?ade que el padre de Ana consider¨® posible esta traici¨®n, aunque creen que prefiri¨® no seguir adelante con este asunto para confirmarla por temor a que hubiera una reacci¨®n antisemita. ¡°Sab¨ªa que Van den Bergh, fallecido en 1950, ten¨ªa hijas, como ¨¦l. Habr¨ªa tenido que enfangar su nombre a t¨ªtulo p¨®stumo y da?ar a sus descendientes¡±, seg¨²n Pankoke.
Tambi¨¦n se?alan que el Consejo Jud¨ªo elabor¨® una lista de escondites de miembros de su propia comunidad para demostrar a los nazis que cooperaban. Prinsengracht 263, la calle de Ana Frank y su familia, pudo estar incluida en esa lista. Como miembro del Consejo, a Van den Bergh no le habr¨ªa sido dif¨ªcil hacerse con ese expediente. En su historial es sabido que en 1940, en su calidad de notario, se encarg¨® de la pol¨¦mica venta de la colecci¨®n de arte del importante coleccionista Jacques Goudstikker, para lo cual se puso en contacto con Alois Miedl, amigo de Hermann G?ring. Este ¨²ltimo era el comandante en jefe de la Luftwaffe, las fuerzas a¨¦reas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. G?ring supervis¨® el saqueo del cat¨¢logo de obras de Goudstikker, que huy¨® de los nazis en 1940 dejando atr¨¢s m¨¢s de 1.200 cuadros, muchos de maestros antiguos.
El rastreo acometido ahora para el estudio de la denuncia ha necesitado de un equipo de 23 personas que ha recogido y revisado documentos de la ¨¦poca y al menos hasta 30 teor¨ªas sobre lo ocurrido en todo tipo de archivos. Tambi¨¦n han aplicado la inteligencia artificial para analizar 66 gigabytes de informaci¨®n y se ha trazado un mapa con las conexiones entre las redadas efectuadas en otros escondites como el usado por Ana Frank y los suyos. El rompecabezas sobre la suerte corrida por la familia Frank y los otros cuatro escondidos sigue incompleto. Qui¨¦n escribi¨® la nota dirigida al padre de la aspirante a escritora es una de esas piezas perdidas.
La nueva teor¨ªa sobre la suerte de Ana Frank ha generado este lunes reacciones cr¨ªticas en c¨ªrculos acad¨¦micos holandeses. Entre otros, para Ronald Leopold, director de la Casa museo de Ana Frank, supone ¡°un nuevo enfoque de un puzzle incompleto¡±. Por su parte, el experto en estudios sobre el Holocausto y el genocidio Johannes Houwink ten Cate ha se?alado que ¡°se necesitan pruebas s¨®lidas para hacer acusaciones de este calibre¡±. En su opini¨®n , no se ha demostrado que la direcci¨®n de los Frank estuviera en las listas supuestamente cedidas a los nazis, o que Van den Bergh lo supiera.
Babelia
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