El largo viaje de Mir¨®, de salones privados a un museo para todos
La colecci¨®n de 85 obras que estuvo a punto de subastar el Gobierno portugu¨¦s se convierte en uno de los grandes reclamos de la Fundaci¨®n Serralves, que se ampliar¨¢ con un nuevo edificio dise?ado por ?lvaro Siza
Hay historias que acaban bien. La exposici¨®n de Joan Mir¨® que se muestra en el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Serralves en Oporto (Portugal) hasta el pr¨®ximo 6 de marzo es un final feliz. En Signos y figuraciones los trabajos del artista aparecen realzados en las salas de la casa art-dec¨® (en s¨ª misma, obra may¨²scula arquitect¨®nica) dise?ada para el conde de Vizela en 1940. Comisariada por Robert Lubar Messeri, uno de los grandes especialistas en el artista catal¨¢n, muestra la colecci¨®n de Mir¨® que pertenece al Estado portugu¨¦s siguiendo un criterio tem¨¢tico y no cronol¨®gico. Los mir¨®s se han convertido en uno de los grandes reclamos de Serralves, donde fueron depositados en 2016 por el Gobierno luso para ofrecerlos al p¨²blico al tiempo que se someten al estudio de los investigadores. Esta es ya la tercera vez que se exponen en la antigua casa del conde de Vizela. De ser mirados por uno o ninguno a ser escudri?ados por todos.
Vayamos a la historia con final feliz, que cuenta como una colecci¨®n de 85 mir¨®s que hab¨ªan permanecido lejos de miradas corrientes est¨¢n ahora a disposici¨®n de cualquiera. De la clandestinidad de los salones de ricos y almacenes de bancos a recibir la luz de Oporto que entra por los ventanales de Serralves. El mayor coleccionista privado de Mir¨®, el japon¨¦s Kazumasa Katsuta, vendi¨® en 2006 al Banco Privado de Negocios (BPN) de Portugal por 34 millones de euros 85 obras del artista catal¨¢n, que inclu¨ªan pinturas, tapices, esculturas, dise?os y collages.
Dos a?os despu¨¦s, en noviembre de 2008, el Gobierno portugu¨¦s nacionaliz¨® la entidad para evitar su quiebra. Era la primera nacionalizaci¨®n que se acomet¨ªa en el pa¨ªs desde 1975, cuando el proceso revolucionario desat¨® una fiebre. El Estado se convert¨ªa as¨ª en propietario de una colecci¨®n de arte que inclu¨ªa los 85 mir¨®s, que nunca hab¨ªan sido mostrados al p¨²blico portugu¨¦s. Y esto ocurr¨ªa al mismo tiempo que la Gran Recesi¨®n comenzaba a destrozar las econom¨ªas occidentales. Portugal fue uno de los grandes perdedores de la crisis de la deuda soberana y acabar¨ªa pidiendo un rescate financiero a la Comisi¨®n Europea en abril de 2011. Pocos meses despu¨¦s, gan¨® las elecciones el Partido Social Democr¨¢ta (PSD, conservadores), con un candidato, Pedro Passos Coelho, asociado a los d¨ªas de desguace y austeridad. Entre 2011 y 2014 el pa¨ªs se sald¨®: empresas estrat¨¦gicas nacionales como Energ¨ªas de Portugal (EDP) o Redes Energ¨¦ticas Nacionais (REN) acabaron en manos chinas.
En aquel contexto, la colecci¨®n de Mir¨® fue vista como otra operaci¨®n contable. El Gobierno decidi¨® subastarla en Christie¡¯s en febrero de 2014. Aunque la valoraci¨®n superaba los 80 millones de euros, el precio de partida era de 35 millones. Fue entonces cuando Robert Lubar Messeri vio por primera vez las obras. ¡°Me invitaron a dar una conferencia en Londres antes de la subasta. Mi primera reacci¨®n fue: ¡®?Qu¨¦ colecci¨®n tan excelente! ?Por qu¨¦ demonios el Estado portugu¨¦s se desprende de un patrimonio cultural tan exquisito?¡±, recuerda ahora desde Nueva York en un correo electr¨®nico.
El galerista Carlos Cabral Nunes fue uno de los que se movilizaron contra la venta que convert¨ªa ¡°el arte en un activo financiero¡± y comenz¨® una recogida de firmas que fue creciendo a cada paso. Los mir¨®s se transformaron en un asunto de Estado, en una pelea pol¨ªtica de la oposici¨®n y en una batalla judicial. La propia Direcci¨®n General de Patrimonio se rebel¨® contra el Gobierno y consider¨® ilegal la salida de las obras para Londres por no haber sido informada de ello. Christie¡¯s aplaz¨® la subasta en dos ocasiones hasta que finalmente el cambio pol¨ªtico en el Ejecutivo en 2015 frustr¨® la venta.
Si hab¨ªa algo en lo que los tres partidos de la izquierda que formalizaron la geringon?a, la alianza parlamentaria entre socialistas, comunistas y Bloco de Esquerda, estaban totalmente de acuerdo era que el Estado no pod¨ªa deshacerse de aquel patrimonio art¨ªstico. ¡°No tengo ninguna duda de que el Gobierno portugu¨¦s tom¨® la decisi¨®n correcta al retirar las obras de la subasta¡±, observa Robert Lubar Messeri. ¡°Esta es una colecci¨®n excepcional que proporciona una gran visi¨®n del pensamiento y los procesos creativos de uno de los artistas m¨¢s destacados e importantes del siglo XX. Cuando una colecci¨®n como esta se vende de forma privada, todos pierden, los acad¨¦micos y el p¨²blico, ya que las obras a menudo se dispersan y se venden a privados¡±, subraya.
Ecl¨¦ctica en cuanto a materiales y periodos, las obras abarcan trabajos desde 1924 hasta 1981, dos a?os antes de la muerte del artista. Muchas de ellas tienen un valor hist¨®rico especial. El comisario cita el dibujo Spanish Dancer (1924) o seis trabajos sobre masonite (un aglomerado de madera de uso industrial) realizados bajo el impacto de los primeros meses de la Guerra Civil. ¡°Un nuevo vocabulario de figuras monstruosas surge en su arte, expresi¨®n del terror ante las fuerzas siniestras que las pol¨ªticas autoritarias hab¨ªan liberado¡±, escribe Lubar Messeri, que tambi¨¦n destaca los Sobreteixims, que forman parte de la serie producida por Mir¨® entre 1972 y 1973.
Ana Pinho, la presidenta de la Fundaci¨®n de Serralves, que gestiona la finca y los edificios art¨ªsticos, recuerda que, hasta 2016, cuando se mostr¨® por primera vez, se desconoc¨ªa la importancia del conjunto. ¡°Hoy sabemos que es una colecci¨®n muy importante de uno de los grandes maestros del siglo XX. Representa 60 a?os de trabajo, que nos permiten mostrar su evoluci¨®n en t¨¦rminos educativos¡±, reflexiona. ¡°Fue una decisi¨®n acertada del Gobierno la de no venderla. Para nosotros tiene todo el sentido porque Mir¨®, a pesar de morir en 1983, contin¨²a siendo muy actual¡±, agrega.
Una ampliaci¨®n hacia Poniente
El Museo de Arte Contempor¨¢neo de Serralves, abierto en 1999, se ha quedado peque?o. Con m¨¢s de 4.000 obras en propiedad o en dep¨®sito de larga duraci¨®n, el centro solo puede ofrecer exhibiciones temporales por falta de instalaciones. ¡°Era fundamental ampliar el espacio para nuestra colecci¨®n, que es una de las m¨¢s importantes de Europa, y para los archivos que estamos recibiendo¡±, explica Ana Pinho.
Para remediarlo est¨¢ en marcha una ampliaci¨®n, de la mano del arquitecto portugu¨¦s ?lvaro Siza, que permitir¨¢ aumentar en un 40% la parte expositiva. El edificio Poniente, que estar¨¢ conectado con el actual museo y se abrir¨¢ en 2023, acoger¨¢ entre otros el archivo del cineasta Manoel de Oliveira y del propio Siza, que fue el autor del actual museo de arte contempor¨¢neo y de todas las obras posteriores, como la Casa del Cine Manoel de Oliveira, abierta en 2019, o la remodelaci¨®n de la casa art-dec¨® del conde de Vizela, donde se exponen los mir¨®s.
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