La literatura francesa recupera por todo lo alto la semiolvidada guerra de Indochina
Los ¡®goncourts¡¯ Vuillard y Lemaitre publican nuevas obras con el conflicto colonial, tapado en Francia por el de Argelia, como tema o trasfondo
La ficci¨®n, a veces, puede resucitar episodios o traumas de la historia que hab¨ªan quedado enterrados. Es el caso de Indochina, colonia francesa en la que Francia sali¨® derrotada en 1954 tras ocho a?os de combates, y que fue el pr¨®logo a la guerra de Estados Unidos en el mismo territorio, la de Vietnam. En este invierno en que la guerra ha regresado a Europa con la invasi¨®n rusa de Ucrania, dos de los autores m¨¢s celebrados de las letras francesas contempor¨¢neas, ambos premiados en a?os anteriores con el prestigioso Goncourt, publican sendas obras en las que Indochina es la vez el tema y el trasfondo de la narraci¨®n.
Une sortie honorable (Una salida honorable), de ?ric Vuillard, es el relato de la guerra de Indochina y de Vietnam al puro estilo Vuillard: un montaje de escenas dispares, miniaturas reveladoras de toda una ¨¦poca, una Comedia humana abreviada que combina la orfebrer¨ªa ling¨¹¨ªstica con la intencionalidad pol¨ªtica. En Le Grand Monde (El Gran Mundo), Pierre Lemaitre es, como Vuillard a su manera, fiel a s¨ª mismo: una desbordante saga familiar, una novela-r¨ªo con ritmo trepidante y peripecias rocambolescas. La editorial Tusquets publicar¨¢ en espa?ol el libro de Vuillard a principios de 2023; Salamandra, el de Lemaitre alrededor de esas fechas tambi¨¦n.
Ambas obras, dos de los ¨¦xitos m¨¢s celebrados de la rentr¨¦e literaria de invierno, tienen poco en com¨²n, a primera vista. Une sortie honorable tiene 199 p¨¢ginas. Le Grand Monde, 579. Vuillard, autor de otras miniaturas hist¨®ricas como El orden del d¨ªa o La guerra de los pobres, es el maestro de la frase cincelada en la que nada sobra ni falta, un especialista en diseccionar con lente de aumento y a veces deformante los mecanismos del poder.
Lemaitre, que inicia con esta novela una trilog¨ªa sobre la Francia en las d¨¦cadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, es el rey del follet¨ªn contempor¨¢neo con depurada t¨¦cnica literaria, mezcla de cultura popular y tradici¨®n literaria cl¨¢sica. No busca la palabra m¨¢s precisa ¨Co no se nota el esfuerzo¨C sino la escena m¨¢s sorprendente y la trama m¨¢s descabellada. En Le Grand Monde narra las peripecias de una familia, los Pelletier, entre marzo y noviembre 1948, el momento del desencanto tras la euforia del fin de la guerra y la liberaci¨®n, y los primeros balbuceos de los Treinta Gloriosos, las tres d¨¦cadas de prosperidad que marcaron la Francia moderna.
En realidad, Une sortie honorable y Le Grand Monde se parecen m¨¢s de lo que aparentan. Comparten el escenario, Indochina o Vietnam, que ¡°en treinta a?os recibi¨® cuatro millones de toneladas de bombas, m¨¢s que todas las que lanzaron durante la Segunda Guerra Mundial todas las potencias aliadas, y en todos los frentes¡±, escribe Vuillard. Su libro se extiende entre los a?os veinte y la ca¨ªda de Saig¨®n en 1975 que evoca la ca¨ªda de Kabul el verano pasado: ¡°En la esperanza irrisoria de una salida honorable, habr¨¢n hecho falta 30 a?os, y millones de muertos, ?y as¨ª es como termina!¡±. Es una guerra ¡°que parece no tener fin¡±, apuntaba ya, d¨¦cadas antes, un personaje de la novela de Lemaitre, ¡°y, sin embargo, tendr¨¢ un fin¡±. ¡°Esta guerra¡±, a?ade, ¡°no pude ganarse. El Gobierno lo sabe, todo el mundo lo sabe. Mientras tanto, fingimos.¡±
Vuillard, en un correo electr¨®nico, explica: ¡°Indochina fue una derrota militar humillante. Los militares franceses no imaginaban que podr¨ªan perder ante los colonizados. Su actitud, sus estrategias, son una negaci¨®n de la realidad. No imaginan que el mismo coolie que arrastra el cochecito en el que est¨¢n instalados pueda alzar ca?ones en las colinas de Dien Bien Phu¡±.
El autor de El orden del d¨ªa a?ade: ¡°La literatura puede intentar iluminarnos sobre un ambiente, intentar trazar un retrato de esta arrogancia. Escribir es poner en relaci¨®n, en este caso, el trabajo forzado de los coolies en las plantaciones, el encarnizamiento de los militares y el apetito de los bancos. Desde Jane Austen y Balzac, ?acaso la literatura no se ha impuesto a s¨ª misma la vocaci¨®n de levantar ¡®el tab¨² de los intereses¡¯?¡±
He aqu¨ª otro punto en com¨²n entre Vuillard y Lemaitre. Aunque en el libro del primero Indochina es central, y en el del segundo es uno de varios escenarios junto a Beirut y Par¨ªs, ambos exponen la corrupci¨®n que manten¨ªa en pie el andamiaje colonial, un complejo pol¨ªtico-militar-industrial que sostuvo la guerra y prosper¨® gracias a ella. Ambos comparten una perspectiva marcadamente de izquierdas, anticapitalista incluso.
Una guerra que no est¨¢ en ninguna parte
Pero no hay una explicaci¨®n para la coincidencia de dos novelas que recuperan, en el mismo momento, una guerra que, como escribe en cronista literario Pierre Assouline, ¡°no podr¨¢ decirse (...) que obsesione a nuestros contempor¨¢neos¡± y que ¡°no est¨¢ en ninguna parte, mientras que la guerra de Argelia est¨¢ por doquier¡±. Y es cierto que Indochina ha quedado tapada en la ficci¨®n y el debate p¨²blico, no solo por Argelia ¡ªun trauma omnipresente en la Francia contempor¨¢nea¡ª sino por la guerra estadounidense de Vietnam, que fue su segundo cap¨ªtulo y su ep¨ªlogo.
La coincidencia en la publicaci¨®n de Une sortie honorable y Le Grand Monde quiz¨¢ se explique por lo que el cr¨ªtico Antoine Compagnon llamaba hace unos a?os ¡°un movimiento hacia la historia¡±, una tendencia en la literatura francesa contempor¨¢nea consistente en ¡°novelar un pasado ignorado en el periodo anterior¡±.
Vuillard explica que, en Indochina, encontr¨® la ¡°realidad colonial¡± en un ¡°estado bruto¡±, con el trabajo forzado, la ocupaci¨®n militar y las operaciones de pacificaci¨®n, y al mismo tiempo el poder de la banca y la industria que hallaron en la colonizaci¨®n su ¡°dimensi¨®n universal¡±. ¡°En cierta manera¡±, afirma, ¡°la mundializaci¨®n tiene su origen en los imperios coloniales. La mundializaci¨®n es la colonizaci¨®n por otros medios¡±.
Para Lemaitre, la elecci¨®n de Indochina como escenario ¡°es m¨¢s estrat¨¦gica e hist¨®rica que pol¨ªtica o ideol¨®gica¡±, declar¨® en enero durante un di¨¢logo con Vuillard en el semanario L¡¯Express. Lemaitre recurre a Indochina ¡ªel escenario donde se desarrolla una parte de la trama sobre una gran estafa que implica a la Administraci¨®n francesa¡ª como espejo de la sociedad de finales de los a?os cuarenta. Es el momento en que arranca esta segunda trilog¨ªa que, despu¨¦s de la primera que se inici¨® Nos vemos all¨¢ arriba y arrancaba en la Primera Guerra Mundial, cubrir¨¢ la segunda mitad del siglo XX.
Le Grand Monde se abre con una cita de Lucien Bodard, autor del libro cl¨¢sico de historia La Guerre d¡¯Indochine. Bodard ve¨ªa aquella guerra como el origen de la guerra de Argelia y de la descolonizaci¨®n en ?frica; el origen, como han entendido bien Vuillard y Lemaitre, de muchas cosas de la Francia actual.
¡°Indochina fatal; Indochina matriz de todo¡±, suspiraba Bodard. Y escrib¨ªa: ¡°Qu¨¦ de novelas por escribir¡±. Vuillard y Lemaitre le han dado la raz¨®n.
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