¡®El acontecimiento¡¯: un retrato del aborto que da miedo
La pel¨ªcula la dirige con profundidad y estilo Audrey Diwan. Un par de veces he tenido que apartar la mirada de la pantalla en una sala vac¨ªa. Y he salido tocado
Deben de existir razones muy l¨®gicas, ilusionantes, que otorguen sentido vital al hecho de parir un hijo en condiciones normales. Y sospecho que en la mayor¨ªa de los casos la decisi¨®n ser¨¢ problem¨¢tica y dura para las mujeres que se desprenden de su feto. Tambi¨¦n que poseen motivos muy diversos para hacerlo. Y que nadie tiene derecho a condenarlas y a acorralarlas por abortar voluntariamente, que algo tan traum¨¢tico solo le pertenece a su voluntad, a su necesidad y su libertad para hacerlo.
Esta tem¨¢tica tan ¨¢spera ha sido frecuentada por el cine con talento, desgarro y veracidad. Lo hizo Chabrol y la protagoniz¨® Isabelle Huppert en Asunto de mujeres. Y el cuerpo y el ¨¢nimo siguen recibiendo un baj¨®n cuando recuerdo la extraordinaria y angustiosa pel¨ªcula rumana 4 meses, 3 semanas, 2 d¨ªas y la s¨®rdida odisea de una mujer, acompa?ada por una amiga de ley, para que le practiquen un aborto en un mundo que la considera una delincuente o una apestada. Sent¨ªas piedad y horror al ver c¨®mo la extraordinaria Kate Winslet, desencantada y rota al comprobar que su aparente pr¨ªncipe azul siempre fue tan mentiroso como d¨¦bil, decide tr¨¢gicamente librarse de su embarazo en Revolutionary Road. En la turbia y desasosegante serie de televisi¨®n The Knick, que cre¨® Soderbergh, hay una inolvidable monja que practica abortos clandestinos. De todas ellas sal¨ª consternado, implicado, admirado por la expresividad de sus autores al abordar asunto tan complejo.
Me vuelve a ocurrir lo mismo con la pel¨ªcula francesa El acontecimiento. La dirige con profundidad y estilo Audrey Diwan. Y tambi¨¦n provoca miedo. Un par de veces he tenido que apartar la mirada de la pantalla en una sala vac¨ªa. Y he salido tocado. La protagoniza una chica en la Francia de comienzos de los sesenta. Muy normal, con presuntas colegas, familia normal, inteligente y culta, con esforzada vocaci¨®n por ser profesora y tal vez escritora, contenta con su presente, ansiando leg¨ªtimamente un c¨¢lido futuro, rechazando compromisos. Y le llega el peor de ellos, un embarazo no deseado despu¨¦s de que la desvirgue un pijo con pretensiones. Era una ¨¦poca (y la barbarie sigue vigente en muchos pa¨ªses) en la que el aborto clandestino era penado con el trullo o con multas cuantiosas. Librarte del feto no deseado te convert¨ªa en una proscrita. Los m¨¦dicos estaban descartados. O intentabas solucionar el problema t¨² misma, con riesgos infinitos, o recurr¨ªas si ten¨ªas dinero a especialistas sin t¨ªtulo que no te libraban del riesgo.
Es imposible desentender la vista y el o¨ªdo de esta persona en la intemperie absoluta. Todo dios sale echando hostias cuando le cuenta su problema a su entorno ¨ªntimo. Debe buscarse la supervivencia mental y deshacerse de lo que lleva en su vientre. Tiene claro que ser¨ªa un lastre para la vida que desea llevar, que podr¨ªa sentir rencor hacia el inocente absoluto. Te hace sentir su pena, su desamparo, su miedo, su depresi¨®n, su anhelo de libertad. La directora lo transmite en muchas secuencias con la c¨¢mara en la mano, sin ¨¦nfasis ni moralina, recurriendo m¨ªnimamente a la m¨²sica, haci¨¦ndote comprender lo que ocurre en el cuerpo, en el alma de esa mujer sola y a punto de naufragio interior. Con la poderosa ayuda de Anamaria Vartolomei, actriz tan joven como convincente. Crees y sientes a su personaje. Ojal¨¢ que le vaya bien, que no haya quedado marcada a perpetuidad.
El acontecimiento
Dirección: Audrey Diwan.
Intérpretes: Anamaria Vartolomei, Kacey Mottet Klein, Pio Marmaï, Sandrine Bonnaire, Anne Mouglalis.
Género: drama. Francia, 2022.
Duración: 100 minutos.
Estreno: 18 de marzo.
Babelia
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