El Teatro Real estrena por primera vez en Espa?a ¡®El ¨¢ngel de fuego¡¯ de Prok¨®fiev
La obra del compositor, nacido en la actual Ucrania, se representa con puesta en escena de Calixto Bieito y el debut en el foso del coliseo madrile?o de Gustavo Gimeno
En su d¨ªa dec¨ªan que Sergu¨¦i Prok¨®fiev, cuando se sentaba al piano, era un diablo g¨¦lido. Su presencia inquietaba hasta a su maestra, Anna Yesipova. Ella hab¨ªa sabido domar a algunos grandes, como Artur Schnabel o el carism¨¢tico Ignacy Jan Paderewski, que lleg¨® a ser hasta primer ministro de Polonia. Pero Prok¨®fiev consegu¨ªa verdaderamente turbarla. Algo le dec¨ªa, quiz¨¢s, que en sus manos ten¨ªa a quien en un futuro se convertir¨ªa en el mayor destructor del romanticismo, la m¨²sica que ella, su maestra, trataba de inculcarle desde muy joven.
Ya entonces hab¨ªa despuntado en el conservatorio de San Petersburgo aquel joven tosco y rebelde que llegaba de la regi¨®n de Donetsk en Ucrania. Incluso en 1909 hab¨ªa compuesto una pieza que le hab¨ªa proporcionado fama de pocos amigos: Sugesti¨®n diab¨®lica, con la que le gustaba asustar e impresionar a partes iguales al p¨²blico. Esa tendencia a la magia negra apareci¨® muy temprana en ¨¦l. Tanto que ya en 1919 hab¨ªa compuesto en parte El ¨¢ngel de fuego, una ¨®pera condenada a no estrenarse en vida del autor, quiz¨¢s para ser consecuente con una leyenda tenebrosa.
Esa obra llega este martes al Teatro Real y se ver¨¢ por primera vez en Espa?a en lo que puede convertirse en el espect¨¢culo oper¨ªstico de la temporada. Un acontecimiento que supone, adem¨¢s, el debut en el foso madrile?o de Gustavo Gimeno (Valencia, 45 a?os), el director espa?ol m¨¢s internacional y aclamado fuera de su pa¨ªs. ¡°De hecho, ¨¦l lleg¨® a decir en vida que ojal¨¢ hubiera tenido el coraje de quemarla¡±, comenta el m¨²sico. No lo hizo. Y un a?o despu¨¦s de su muerte, en 1954, se estren¨® en versi¨®n concierto en el Teatro de los Campos El¨ªseos de Par¨ªs. La primera representaci¨®n vino despu¨¦s, en la Fenice de Venecia, en 1955. Pero a Rusia no lleg¨® hasta 1991, ca¨ªdo el Muro y en el Mariinski de San Petersburgo, justo el a?o en que Vlad¨ªmir Putin entr¨® a trabajar en el Ayuntamiento de la ciudad para empezar su carrera pol¨ªtica. Los c¨ªrculos del infierno dantescos tienen estas cosas. ?Una coincidencia mefistof¨¦lica? ?Otra m¨¢s?
La guerra ha ca¨ªdo como un rayo aniquilador en medio de los ensayos de esta obra. ¡°Los cantantes est¨¢n preocupados, sin duda, pero algunos me dec¨ªan que les ha servido tambi¨¦n para centrarse en otra cosa¡±, comenta Gimeno. Se refiere especialmente a los rusos, como Elena Popovskaya, que encarna a Renata, la protagonista, en el segundo reparto, mientras que en el primero corre a cargo de la lituana Ausrine Stundyte, muy poderosa en su descenso a los infiernos. O a los tenores Dimitri Golovnin y Vsevolod Grivnov, que se meten ambos en la piel de Mefist¨®feles; Oleysa Petrova (madre superiora), P¨¢vel Daniluk (Inquisidor), Dimitri Ulianov (Fausto)¡ Muchos de ellos con lazos estrechos y familiares en Ucrania.
Inquietante, como todo el proceso creativo que llev¨® a Prok¨®fiev a desafiar sus propios l¨ªmites con la partitura. ?Tanto como para dejar de ser ¨¦l mismo? ?El martillo del romanticismo y el profeta de una nueva m¨²sica que en parte le dejaron desarrollar dentro del estalinismo y en parte ni se atrevi¨® a mostrar? Demonios poblaban su cabeza, sin duda. Y demonios tuvo que advertir alrededor. Muchos de ellos a¨²n rondan por ah¨ª. ¡°Es distinta en lo que se refiere a su producci¨®n, s¨ª. Pervive su estilo. Marcado, punzante, sarc¨¢stico. Pero tambi¨¦n busca en la partitura la fantas¨ªa, la irrealidad, lo oculto, lo ritual. En todas esas zonas desarrolla una ambig¨¹edad que contrasta con una cruda instrumentaci¨®n¡±.
Gimeno se meti¨® en la partitura al comenzar la pandemia. ¡°La abr¨ª en marzo de 2020 por primera vez¡±, dice. ¡°Unos amigos me hab¨ªan regalado, adem¨¢s, el Fausto ilustrado por Miquel Barcel¨®, que me inspir¨® mucho¡±. El ofrecimiento le hab¨ªa excitado, confiesa. ¡°S¨ª, esa es la palabra, me excit¨® tener la oportunidad de debutar en el Real con una ¨®pera desconocida, que sonar¨ªa por primera vez en Madrid y a la que yo deb¨ªa enfrentarme tambi¨¦n de nuevas¡±.
Lo manido no va con ¨¦l. Tampoco tiene tiempo para afrontar proyectos que no le reten en cualquier aspecto. Es, sin duda, el director espa?ol m¨¢s reclamado fuera. Titular de la Filarm¨®nica de Luxemburgo y la Sinf¨®nica de Toronto (Canad¨¢), debut¨® el a?o pasado con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn y le llueven ofertas por todo el mundo. Fue el ¨²ltimo asistente de Claudio Abbado y de Mariss Jansons. Dos maestros que vieron en el joven percusionista de la Concertgebouw de ?msterdam que estudiaba direcci¨®n ese molde a esculpir de quien es Gimeno hoy: uno de los m¨¢s s¨®lidos de su generaci¨®n a nivel mundial.
Obsesivo y puntilloso, ha trabajado a fondo todo este mes. ¡°Me excitaba tambi¨¦n que fuera un montaje de Calixto Bieito¡±, dice, por seguir con el verbo. El director espa?ol ha colocado esta obsesi¨®n traum¨¢tica, este viaje de lo que grita en silencio la mente, pero no se puede expresar con palabras, al terreno de los abusos. El director de escena traza un espect¨¢culo brillante para describir los compartimentos de la sinraz¨®n, el tiovivo de la locura y el rechazo social. Un mundo donde la vejez esconde las habitaciones de la infancia y el cuerpo de los adultos encierra el silencio a gritos de los ni?os. Estren¨® el montaje que se ver¨¢ en el Real en 2017 en Z¨²rich y hoy anda en Viena montando una Trist¨¢n e Isolda wagneriano.
El ¨¢ngel de fuego del t¨ªtulo representa el da?o infligido a la inocencia de una ni?a que no llega a superarlo. El procreador con alas de una histeria secreta y colectiva a la que el director de escena propicia imaginer¨ªa posesa y din¨¢mica propia y trepidante mediante el simbolismo de una bicicleta. El bucle con llamas... ¡°La m¨²sica es extrema para pintar atm¨®sferas obsesivas que van de la candidez a la obsesi¨®n y la locura¡±, describe Gimeno.
Todo fluye en una intensidad que no da tregua a m¨²sicos y cantantes. Dos horas seguidas de viaje al abismo, donde la luz solo aparece tenue en sue?os como maniobra de distracci¨®n. Una partitura que, pese a que Prok¨®fiev renegara de ¨¦l, debe mucho a Wagner. ¡°Todos, despu¨¦s de la huella que dej¨®, deben mucho a Wagner. Incluso en su propia resistencia a admitirlo, reconocen la deuda¡±, afirma Gimeno.
El ¨¢ngel de fuego
Música y libreto de Serguéi Prokófiev. Libreto basado en la novela homónima de Valery Bryusov. Director Musical: Gustavo Gimeno. Director de Escena: Calixto Bieito. Teatro Real. Madrid. Del 22 de marzo al 5 de abril.
Babelia
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