Ignasi Aball¨ª reinventa el pabell¨®n de Espa?a en la Bienal de Venecia
¡®Correcci¨®n¡¯ es una rompedora propuesta arquitect¨®nica sobre un edificio que celebra un siglo de vida
El pabell¨®n de Espa?a de la Bienal de Venecia es uno de los primeros edificios con los que el visitante se encuentra al entrar en los Giardini, el recinto que aloja la exposici¨®n general y las 79 propuestas nacionales incluidas en la 59? edici¨®n que se celebrar¨¢ entre el 23 de abril y el 27 de noviembre. La construcci¨®n, firmada por Javier Luque y luego intervenida por Joaqu¨ªn Vaquero, fue inaugurada en 1922. A lo largo de un siglo, por sus paredes ha desfilado la obra de un millar de artistas con los que se puede resumir la historia reciente del arte contempor¨¢neo espa?ol. Lo que hasta ahora no se hab¨ªa visto en el pabell¨®n es la intervenci¨®n total del edificio, una rompedora propuesta arquitect¨®nica titulada Correcci¨®n realizada por el artista Ignasi Aball¨ª con la complicidad de la comisaria Bea Espejo. El proyecto ha sido presentado este jueves en el renovado auditorio del Ministerio de Exteriores, Uni¨®n Europea y Cooperaci¨®n.
Jos¨¦ Andr¨¦s Torres, presidente de Acci¨®n Cultural, y Guzm¨¢n Palacios Fern¨¢ndez, director de Relaciones Culturales y Cient¨ªficas de la AECID, han querido poner el acento en la importancia que cobra el arte para la convivencia. A prop¨®sito de la intervenci¨®n del presidente de Ucrania en el parlamento espa?ol, han recordado que el mural Guernica fue presentado por Pablo Picasso en la Exposici¨®n Internacional de Par¨ªs de 1937.
Torres ha celebrado que la edici¨®n que ahora se inaugura tiene una gran representaci¨®n de artistas espa?olas en la exposici¨®n central titulada The Milk of Dreams, en la que hay obra de doscientos artistas procedentes de 58 pa¨ªses. La selecci¨®n confronta obras contempor¨¢neas con nuevos proyectos concebidos espec¨ªficamente para la Bienal de Arte. Entre las obras seleccionadas de artistas fallecidos, est¨¢n Maruja Mallo (1902-1995) y Remedios Varo (1908-1963), la dibujante Josefa Tolr¨¢ (1880-1959) y la brit¨¢nica nacida en Las Palmas de Gran Canaria Georgiana Houghton (1814-1884). Las j¨®venes elegidas son Teresa Solar (Madrid, 36 a?os) y June Crespo (Pamplona, 40 a?os).
Ignasi Aball¨ª (Barcelona, 64 a?os) desgran¨® en la presentaci¨®n que supo que su proyecto hab¨ªa sido elegido en 2020. Pero lleg¨® el confinamiento y lo que se iba a mostrar en 2021 se pospuso, de manera que la Bienal coincid¨ªa con el centenario de la apertura del edificio de Espa?a. La propuesta afectaba al interior de la construcci¨®n y al exterior, a toda Venecia. Durante sus muchas visitas a la Bienal, Aball¨ª hab¨ªa notado una rara relaci¨®n entre el pabell¨®n espa?ol y sus vecinos de Pa¨ªses Bajos. ¡°Es un edificio girado respecto a los que le rodean¡±, explica el artista. ¡°Est¨¢ desajustado. Decid¨ª jugar con la idea de rectificaci¨®n y de error, a la vez que trabajaba con conceptos contrapuestos como recto y girado, o, por ejemplo, vac¨ªo y lleno¡±.
La comisaria resume el proyecto diciendo que el edificio ofrece una metaexposici¨®n en la que conviven dos arquitecturas. La nueva se ha instalado dentro de la vieja, y dentro de ambas no hay nada m¨¢s. El proyecto es tambi¨¦n un resumen del trabajo de Aball¨ª porque contiene muchos de los temas que siempre han acompa?ado a su obra: el tiempo y su huella, la duplicidad del nombrar y el mostrar, la ausencia y la desaparici¨®n, la idea de malgastar, el error y la correcci¨®n o los l¨ªmites del material de trabajo. Para Aball¨ª, la suma de las dos estructuras podr¨ªa del pabell¨®n compone una escultura sobre la que el polvo o la luz act¨²an a capricho, como si fueran pinceles rascando una paleta de luces sensoriales.
La intervenci¨®n tiene una segunda parte en forma de siete libros que tienen que ver con el agotado modelo de turismo veneciano. Todos se distribuyen gratis y est¨¢n ubicados en lugares no reconocibles por el visitante convencional. El juego consiste en localizar los escondrijos. Varios est¨¢n situados en librer¨ªas a las que se quiere homenajear en estos tiempos tan complicados que en su caso se a?ade el ¡®acqua alta¡¯ que peri¨®dicamente anega las plantas bajas de los edificios.
¡°Queremos jugar con la velocidad de las visitas. Sabemos que cada pabell¨®n consume unos tres minutos del recorrido de cada espectador. Buscamos velocidad lenta y abierta¡±, explica Bea Espejo. ¡°Para ello proponemos un giro lento por una ciudad en la que lo m¨¢s f¨¢cil es perderse¡±.
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