?Se puede hacer arte despu¨¦s de Bucha?
Ucrania logra inaugurar su pabell¨®n en la Bienal de Venecia, donde se multiplican los gestos simb¨®licos contra la invasi¨®n rusa del pa¨ªs
?Se puede hacer arte despu¨¦s de la masacre de Bucha? La pregunta, que recordaba a la que formul¨® Adorno en 1949 sobre ¡°el acto de barbarie¡± que supon¨ªa escribir poes¨ªa despu¨¦s de Auschwitz, reson¨® este mi¨¦rcoles en la presentaci¨®n del pabell¨®n de Ucrania en la Bienal de Venecia, que se pudo inaugurar pese a la situaci¨®n provocada por la invasi¨®n rusa. Su protagonista es el artista ucranio Pavlo Makov, que presenta Fuente del agotamiento, una nueva versi¨®n de una instalaci¨®n que realiz¨® en 1995.
Puede que esta pir¨¢mide de embudos, dispuestos en ocho renglones alimentados por un chorro de agua que se va volviendo cada vez m¨¢s irrisorio, no sea la obra m¨¢s interesante de cuantas se han visto en la gran cita del arte contempor¨¢neo, pero s¨ª es una de las que m¨¢s habr¨¢n dado de hablar. ¡°Conceb¨ª esta obra en los noventa para hablar del agotamiento de la sociedad en Ucrania tras la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. En el contexto actual, me pareci¨® que la met¨¢fora segu¨ªa vigente, solo que en una versi¨®n m¨¢s brutal y aterradora¡±, sosten¨ªa Makov en un teatro pegado al Arsenale, una de las dos sedes de la bienal, en el antiguo astillero de Venecia.
No ha sido f¨¢cil que la obra llegue a la bienal. Pocas horas despu¨¦s de que estallara la guerra, una de las comisarias del pabell¨®n, Maria Lanko, logr¨® sacar del pa¨ªs los 78 embudos de bronce que componen la escultura conduciendo durante varias semanas. Logr¨® trasladarlos hasta Italia, donde fueron soldados en un taller de Mil¨¢n con el concurso econ¨®mico de la propia Bienal. La inauguraci¨®n del pabell¨®n fue una peque?a una victoria simb¨®lica.
La situaci¨®n en Ucrania ha invadido varios rincones de una bienal a la que, por su propia distribuci¨®n en distintos pabellones nacionales, la pol¨ªtica nunca le queda muy lejos. En los Giardini, la otra sede de esta gran muestra, ha abierto una exposici¨®n al aire libre, titulada Piazza Ucraina, que concentra decenas de carteles que reproducen obras creadas por los artistas del pa¨ªs desde el comienzo de la guerra en medio de una escenograf¨ªa aciaga, hecha de sacos de arena y madera chamuscada.
En la muestra principal el nuevo clima b¨¦lico no tiene un reflejo expl¨ªcito, porque los 213 artistas que la integran fueron seleccionados antes del inicio de la invasi¨®n rusa. Pero su comisaria, Cecilia Alemani, s¨ª quiso introducir dos gui?os en el ¨²ltimo momento. Al inicio de la exposici¨®n cuelga un gouache de la ucrania Maria Prymachenko, artista autodidacta que empez¨® a pintar en los a?os treinta. El museo ruso que custodiaba la mayor parte de sus cuadros fue destruido en febrero por el ej¨¦rcito de Putin.
En otra sala, se ha colgado una reproducci¨®n de La consagraci¨®n, de la cubana Belkis Ay¨®n, y no el cuadro original, que pertenece al Museo Ludwig de San Petersburgo y no pudo salir de Rusia por razones obvias. ¡°En lugar de dejar un hueco en la pared, quise que fuera una obra fantasma¡±, dec¨ªa la comisaria junto al cuadro postizo. ¡°Con la guerra en Ucrania, es dif¨ªcil pensar qu¨¦ sentido tiene montar una exposici¨®n o crear arte. Mi esperanza es que podamos pensar en la Bienal como un lugar donde el di¨¢logo entre los pueblos puede continuar, y dentro del cual podamos ver el arte como un puente entre naciones¡±, se?al¨® Alemani durante la rueda de prensa inaugural.
¡°El ¨²nico dialogo posible con los rusos es en la l¨ªnea de frente. Cuando los criminales de guerra sean juzgados, podremos empezar a hablar¡±, dice el artista que representa a Ucrania
La cuesti¨®n lleg¨® tambi¨¦n hasta los responsables del pabell¨®n ucranio. ¡°Muchos se preguntan qu¨¦ sentido tiene destinar financiaci¨®n y esfuerzos a promover el arte ucranio. En realidad, estamos invirtiendo en nuestro futuro¡±, respond¨ªa otra comisaria del pabell¨®n, Lizaveta German. Por su parte, Ilya Zabolotnyi, responsable del Ukrainian Emergency Art Fund, que proporciona fondos para la escena art¨ªstica del pa¨ªs, lanzaba un mensaje parecido reci¨¦n llegado desde Kiev: ¡°La cultura no es un conjunto de objetos, sino un sistema que define lo que es importante para un pa¨ªs. No podemos esperar a que la guerra termine para preparar el futuro. Tenemos que empezar a reconstruir desde ahora y la cultura nos ayuda a hacerlo¡±.
Sobre la perspectiva de utilizar el arte como lugar de encuentro, seg¨²n el deseo de esta bienal siempre politizada, el protagonista del pabell¨®n se mostraba circunspecto. ¡°De momento, el ¨²nico di¨¢logo posible con los rusos es en la l¨ªnea de frente. Cuando las tropas regresen a Mosc¨² y los criminales de guerra sean juzgados, podremos empezar a hablar¡±, respond¨ªa Makov. ¡°Primero, N¨²remberg. Y luego, la cultura¡±. Mientras tanto, el pabell¨®n de Rusia segu¨ªa cerrado a cal y canto. Su comisario y los dos artistas que deb¨ªan ocuparlo se retiraron en febrero para no verse en el aprieto de representar a su pa¨ªs ¡°mientras los civiles mueren bajo el fuego de los misiles¡±, en sus propias palabras.
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