Javier C¨¢mara regresa a los escenarios con B¨¢rbara Lennie en un espect¨¢culo sobre el mundo del teatro y el cine
El actor protagoniza ¡®Los farsantes¡¯, de Pablo Rem¨®n, en una producci¨®n del Centro Dram¨¢tico Nacional
¡°No es verdad, o solo es verdad a medias, o es otra clase de verdad¡±. Las palabras que la actriz B¨¢rbara Lennie dirige al p¨²blico sobre el escenario condensan el viaje que los espectadores de Los farsantes est¨¢n a punto de iniciar. Es un viaje colectivo, una s¨¢tira, una celebraci¨®n divertida y conmovedora que propone el autor y director Pablo Rem¨®n con esta obra, en la que se sumerge en las entra?as del teatro y el cine mezclando ficci¨®n y realidad. Y que supone el regreso del actor Javier C¨¢mara a los escenarios tras 12 a?os de ausencia, acompa?ado de B¨¢rbara Lennie, Nuria Menc¨ªa y Francesco Carril. Los cuatro interpretan decenas de personajes en diferentes espacios y tiempos en los que reflexionan sobre el ¨¦xito y el fracaso, parodian el oficio del actor y ahondan en la farsa del arte como met¨¢fora del arte de vivir. El espect¨¢culo se estrena este viernes en el teatro Valle-Incl¨¢n de Madrid, donde se representar¨¢ hasta el pr¨®ximo 12 de junio. ¡°La farsa de los que nos dedicamos a la ficci¨®n es una opci¨®n de vida¡±, defiende Rem¨®n.
Autor de El tratamiento, Los mariachis o Do?a Rosita, anotada, Rem¨®n cumple con Los farsantes una d¨¦cada como autor y director de teatro y tiene la sensaci¨®n de que recoge todo lo aprendido en este tiempo. ¡°Es una celebraci¨®n, una fiesta despu¨¦s de la pandemia¡±, asegura en un encuentro celebrado este mi¨¦rcoles junto a los actores protagonistas. ¡°Me plante¨¦ la obra como una especie de r¨ªo, un viaje en el que uno pasara por momentos muy diferentes, con mucho humor y emoci¨®n¡±, explica Rem¨®n, que construye las diferentes historias y los distintos g¨¦neros que componen la obra como si de una novela se tratara, dividi¨¦ndola por cap¨ªtulos. ¡°En el teatro cabe todo, es una especie de omn¨ªvoro. Todo lo permite¡±, a?ade el director.
Lo de menos es el argumento central, cuyos personajes principales son una actriz estancada en su carrera que se gana la vida como profesora de Pilates, y en obras infantiles los fines de semana, y un exitoso director de cine comercial que, despu¨¦s de un accidente, se replantear¨¢ su carrera. Ambos est¨¢n conectados por el padre de la actriz, un director de culto que vive desaparecido. Con una escenograf¨ªa sorprendente y bell¨ªsima, creada por Monica Boromello, con dos espacios montados uno encima del otro, el espect¨¢culo transita en esa frontera sutil que se establece entre la ficci¨®n y la realidad. ¡°No son compartimentos estancos. Esta obra tiene mucho de sue?os e imaginaci¨®n, de fantasmas y de muertos, donde la ficci¨®n y la realidad se confunden. A m¨ª la ficci¨®n a veces me soluciona problemas que en la vida me cuesta bastante m¨¢s. Es una especie de escape y refugio. El teatro es eso tambi¨¦n, un sitio donde partes de la convenci¨®n de que lo que vas a ver es mentira, y a m¨ª me gusta mucho estirar esa convenci¨®n y empezar a llenarla de realidad. Como dec¨ªa Kafka, ¡®todo arde en la misma hoguera¡±, se?ala el director.
El punto festivo de la funci¨®n enamor¨® desde el principio a los int¨¦rpretes, as¨ª como tambi¨¦n la posibilidad de contar su oficio desde la parodia y la compasi¨®n. Se les nota no solo sobre el escenario, sino en la necesidad que tienen de transmitirlo con palabras y sonrisas. ¡°No es una obra c¨ªnica sobre el oficio, sino amorosa. Y tengo la sensaci¨®n de que para todos ha sido un viaje provechoso y divertido¡±, dice B¨¢rbara Lennie, que trabaja por segunda vez con Rem¨®n. Javier C¨¢mara a?ade el adjetivo ¡°curativo¡± para referirse al espect¨¢culo. ¡°Pero no solo para nosotros, sino creo que para el p¨²blico tambi¨¦n. En momentos en los que uno se cuestiona cosas en el sof¨¢ de casa, el acto de ir al teatro es m¨¢s necesario que nunca¡±, explica C¨¢mara, mientras Francesco Carril resalta el hecho de que, aunque la obra se centre en actores y directores, no es un universo endog¨¢mico. ¡°Cualquiera puede entrar en este mundo y entenderlo¡±, a?ade Carril. ¡°Es una funci¨®n¡±, asegura Nuria Menc¨ªa, ¡°que habla de la vida, m¨¢s all¨¢ de nuestro oficio¡±.
La celebraci¨®n de Los farsantes es, para Pablo Rem¨®n, un gesto hacia el espectador de teatro. As¨ª lo siente. ¡°El consumo de la ficci¨®n ha cambiado y se ha trasladado a las series y las pantallas, de manera solitaria. El teatro cobra as¨ª m¨¢s que nunca el sentido de encuentro, donde uno tiene que apagar el m¨®vil, concentrarse, rodearse de gente desconocida y no poder levantarse a hacer la cena. Por todo ello, mi pretensi¨®n es hacer un gesto amistoso hacia el espectador, una manera de tender la mano a aquel que viene al teatro¡±.
¡°?Pero est¨¢s loco, c¨®mo lo vas a hacer sin leer el texto?¡±
Pablo Remón no enseña el texto a los actores elegidos hasta que los reúne a todos. Es un verdadero acto de fe hacia este director y autor en el que todos confían. “¿Pero estás loco, cómo lo vas a hacer sin leer el texto?”, le decía el representante de Javier Cámara al actor cuando este decidió atender la llamada de Remón para volver al teatro. Cámara lo tenía claro y lo aceptó sin dudar. “Rechazo enseñar cosas porque mi proceso de escritura es muy caótico. No quiero enseñar nada porque a lo mejor al día siguiente lo he tirado todo. No me fio de mí mismo. Empiezo una obra por un lado y la termino por otro”, se disculpa Remón. Todos recuerdan el día que se juntaron para descubrir juntos el texto y comenzar a leerlo. “Una experiencia única”, rememora Nuria Mencía. “Nos reímos mucho, pero ese descubrimiento en compañía fue tranquilizador y esperanzador”, añade Bárbara Lennie. “Es una manera de generar sensación de equipo muy buena”, opina Francesco Carril. “El día en el que lo leemos todos juntos es el mejor para mí. Quiero que ellos se sientan dueños de mi texto”, cierra Pablo Remón.
Babelia
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