Isabella Rossellini: ¡°A la gente le es m¨¢s f¨¢cil verme como actriz que como et¨®loga¡±

Uno cree que va hablar de Vogue, Lanc?me y David Lynch, pero en la conversaci¨®n surgen Jane Goodall, Konrad Lorenz y Darwin. Y es que Isabella Rossellini (Roma, 69 a?os) es modelo y actriz pero tambi¨¦n et¨®loga licenciada. ¡°A la gente le es f¨¢cil recordarme como la guapa hija de Ingrid Bergman, pero dif¨ªcil verme como et¨®loga¡±, se?ala en entrevista telef¨®nica la famosa int¨¦rprete de Terciopelo azul. Estudiosa del comportamiento animal, Rossellini ha juntado sus dos pasiones, la ciencia y la actuaci¨®n, en un espect¨¢culo individual de una hora de duraci¨®n, Le sourire de Darwin (La sonrisa de Darwin), que ha estrenado esta semana en el Th¨¦?tre Nacional de Niza y representa domingo y lunes en el Teatre Akad¨¨mia de Barcelona.

A la actriz la une una larga amistad con la sala barcelonesa ¨C¡±que me ha tra¨ªdo mucha suerte¡±- a trav¨¦s de su fundadora, la dise?adora, fil¨¢ntropa y conservacionista Elsa Peretti (fallecida en 2021) y ya present¨® en el Akad¨¨mia en 2018 Link link Circus, en el que los animales ten¨ªan un papel central. La nueva cita es en el marco del homenaje del teatro a Peretti. ¡°Que amaba a los animales tanto como yo¡±, subraya.

La sonrisa de Darwin, que tiene su origen en una conferencia de la actriz en el Museo de Orsay de Par¨ªs desarrollada luego como espect¨¢culo con direcci¨®n de Muriel Mayette-Holtz, se basa en la lectura de La expresi¨®n de las emociones en el hombre y en los animales (1872), ¡°un texto de Darwin menos conocido que El origen de las especies o El origen del hombre¡±, se?ala Rossellini, ¡°pero que me ha fascinado siempre como actriz¡±. Es un libro, dice, ¡°que reconcilia arte y ciencia¡± y del que se desprende que la interpretaci¨®n puede servir para entender la naturaleza de los animales y sus emociones.

Lecci¨®n de evoluci¨®n y de teatro, en La sonrisa de Darwin, ¡°m¨¢s teatral¡± que el anterior y con un vestuario sorprendente obra de Rudy Sabounghi -que ha trabajado con los Ballets de Montecarlo-, la actriz encarna a diferentes animales, incluidos un pavo real y un gorila, y ofrece un recital interpretativo. ?De d¨®nde le viene el inter¨¦s por los animales y su comportamiento? ¡°De cuando mi padre me regal¨® a los 13 o 14 a?os un libro de Konrad Lorenz, uno de los padres de la etolog¨ªa, una ciencia que empezaba. Quise estudiarla, pero entonces s¨®lo pod¨ªas cursar Biolog¨ªa o Zoolog¨ªa, as¨ª que trabaj¨¦ como modelo y luego fui a la universidad¡±. Cuando se le dice que Lorenz ha sido sospechoso de connivencia con los nazis, titubea. ¡°Lo he o¨ªdo, pero no s¨¦ cu¨¢nto hay de cierto, yo recuerdo lo de que fue prisionero de guerra en la URSS y regres¨® caminando hasta Alemania llevando una jaula con un p¨¢jaro¡±. Se hace un silencio en el que ambos parecemos estar pensando en esa curiosa imagen de un Papageno con andrajos de la Wehrmacht.

Rossellini subraya que los animales ¡°tienen inteligencia, no s¨®lo instinto¡± y que la diferencia con nosotros ¡°es s¨®lo de grado; hay una continuidad entre el hombre y el animal¡±. En el espect¨¢culo la actriz hace gala, adem¨¢s de una gran empat¨ªa con la fauna, de un dominio de la expresi¨®n extraordinario. ?Ha estudiado t¨¦cnica de mimo? Ser¨ªa una Colombina excelente. ¡°No, y ahora con mi edad y una operaci¨®n de espalda no creo que lo haga ya, no me atrever¨ªa a hacer acrobacias. Muriel, que es tambi¨¦n actriz, me ha ayudado¡±. Hace gala tambi¨¦n de una gran vis c¨®mica. ¡°Yo misma me sorprendo, debe de estar en mi naturaleza, a los 12 a?os empec¨¦ a escribir cosas y eran con tono c¨®mico. Soy alegre de manera natural¡±.

?Le gusta la literatura de la naturaleza, el Nature writing? ¡°Soy m¨¢s de leer ciencia, he le¨ªdo a los et¨®logos, a Lorenz, a Tinbergen, a Jane Goodall¡±. Rossellini conoce personalmente a la primat¨®loga. ¡°Pasamos unos d¨ªas inolvidables en el parque Disney en Orlando en unas conferencias. Goodall dice que hay tantas mujeres et¨®logas porque hace falta mucha paciencia y capacidad de observaci¨®n, y poder ver y conocer sin intervenir, lo que les resulta dif¨ªcil a los hombres. Un cient¨ªfico me dijo que tambi¨¦n porque en la etolog¨ªa no hay grandes posibilidades de ganar mucho dinero¡­¡±.

Pese a su inclinaci¨®n por los libros cient¨ªficos, la actriz apunta que ha le¨ªdo un libro m¨¢s literario que le encant¨®: H de halc¨®n, de Helen McDonald (?tico de los Libros, 2015), la preciosa historia de la mujer que cr¨ªa un ave de presa, un azor, para conjurar la muerte de su padre. ¡°Es maravilloso, no me identifico tanto con lo del padre muerto, pese a lo que podr¨ªa pensarse, como con el adiestramiento del halc¨®n. Tambi¨¦n me ha encantado El sonido de un caracol salvaje al comer [de Elisabeth Tova Bailey, enferma de mitocondritis; hay edici¨®n en castellano en Capit¨¢n Swing], sobre una mujer postrada en la cama paralizada que observa a un caracol como ventana a la vida, el poder de la imaginaci¨®n para seguir adelante, bell¨ªsima¡±.

Isabella Rossellini ha sido en el cine, entre otros muchos papeles, la diosa Atenea y Dorothy Vallens, ?a cu¨¢l prefiere? R¨ªe con ganas: ¡°Atenea lo sabe todo, Dorothy casi nada, a Atenea, a Atenea¡±.

La actriz tiene una hermana gemela, Isota Ingrid Rossellini. ¡°S¨ª, es muy intelectual, profesora de historia medieval, y 45 a?os felizmente casada, no nos parecemos en eso, pero de peque?as vest¨ªamos igual, hasta los 13 a?os, y nos vemos muy a menudo¡±.

Richard Avedon ha sido importante en su vida. ¡°As¨ª es, y cuando era modelo me dijo que las modelos deb¨ªamos ser como actrices de cine mudo, interpretar sin palabras pero con emociones. No hay belleza sin emoci¨®n, dec¨ªa¡±. Es inevitable preguntarle por Ucrania. ¡°Lo veo con horror. Lo ¨²nico positivo es que observo que EE UU ha desplegado una solidaridad con ella que no se ve¨ªa desde hac¨ªa muchos a?os¡±. En cuanto a la victoria de Macron, se felicita de que le haya cerrado el camino a la ultraderecha.

La bautizaron la mujer m¨¢s bella del mundo. ¡°Mamma mia!,¡±, se exclama y r¨ªe, ¡°era muy halagador, pero, sabes, no es como ganar las Olimpiadas, nunca hubo un concurso para decidirlo¡±.