Los jurados en Cannes, una historia de dictaduras y malas decisiones o cuando Cronenberg no quiso que Almod¨®var ganara

A finales de mayo, una de las personas con mayor poder en el mundo de la cultura es el presidente del jurado de Cannes. Despu¨¦s del Oscar a la mejor pel¨ªcula, no hay premio m¨¢s deseado en el cine que la Palma de Oro del certamen de la Costa Azul. Para algunos directores es incluso m¨¢s importante el trofeo europeo. Solo dos filmes han logrado ambos galardones: Marty (1955) y Par¨¢sitos (2019). Ahora bien, la votaci¨®n del Oscar es multitudinaria, secreta y an¨®nima; en cambio, la deliberaci¨®n de la Palma de Oro, aunque tambi¨¦n es secreta, no es multitudinaria ni an¨®nima: todo el mundo sabe el nombre de los jurados y, sobre todo, el de su presidente, que dependiendo de su car¨¢cter hasta puede comportarse de manera dictatorial. El poder, en sus manos.

La historia de Cannes est¨¢ repleta de enfados, peleas, malas decisiones o elecciones controvertidas que con el tiempo han sido reivindicadas. Una de las personas que m¨¢s conoce los entresijos de Cannes, Gilles Jacob, contaba en sus memorias, La vida pasar¨¢ como un sue?o (Citizen Cannes), algunos de estos choques. Jacob fue delegado general del certamen de 1977 a 2000, y su presidente de 2001 a 2014. En una entrevista en EL PA?S aseguraba, tras ser preguntado sobre si el d¨ªa del anuncio del palmar¨¦s equival¨ªa al infierno: ¡°No, pero s¨ª al purgatorio, porque desde luego no se parece en nada al para¨ªso¡±.

En una decisi¨®n inesperada, Vincent Lindon, presidente del jurado de la presente edici¨®n de Cannes, ha hablado con algunos periodistas sobre su labor horas antes de la rueda de presentaci¨®n conjunta de todos los integrantes de ese tribunal. Decisi¨®n inesperada, porque en el siglo XXI ning¨²n responsable lo hab¨ªa hecho. ¡°Thierry Fr¨¦maux [el delegado general del certamen] nos ha dicho solo una cosa: ¡®Somos seres humanos completamente libres¡±, contaba el actor, que acaba de estrenar en Espa?a Un nuevo mundo. As¨ª alejaba los miedos de que fuera un presidente manejado desde la organizaci¨®n, una etiqueta que hace a?os marcaba las decisiones del ruso Nikita Mijalkov, famoso por su ductilidad en las resoluciones. ¡°No voy a leer ni una noticia de cine, e intentar¨¦ ser yo mismo. Rehuir¨¦ las redes sociales y disfrutar¨¦, junto a mis ocho compa?eros, de este placer. En mi vida diaria veo cuatro o cinco pel¨ªculas a la semana; aqu¨ª 21 en 15 d¨ªas. Lo dicho, un placer¡±. Junto a ¨¦l, los directores Asghar Farhadi, Ladj Ly, Jeff Nichols y Joachim Trier, las actrices y directoras Rebecca Hall y Jasmine Trinca, y las actrices Noomi Rapace y Deepika Padukone. ¡°El lunes ya pasamos cuatro horas juntos, charlando. Hemos conectado¡±.

Para Lindon, ¡°en la deliberaci¨®n no habr¨¢ mensajes, sino puro amor al cine¡±. Pero, ?c¨®mo tomar¨¢n la decisi¨®n? ¡°De forma absolutamente democr¨¢tica. Y si a todo el mundo le gusta una pel¨ªcula y a m¨ª no, tendr¨¦ que reflexionar en mi interior sobre lo que me pasa con ese filme¡±, acaba entre risas el int¨¦rprete de Titane, la Palma de Oro del a?o pasado. ¡°Detesto la fricci¨®n y el enfrentamiento. Creo en conversar y en compartir sentimientos¡±.

Puede que en esta 75? edici¨®n no ocurra, pero ha habido grandes batallas en la historia de Cannes. En uno de los episodios de La vida pasar¨¢ como un sue?o, Jacob evocaba el enfrentamiento de 1997 entre Isabelle Adjani ¡ªla entonces presidenta¡ª, Nanni Moretti y Mike Leigh. Adjani quer¨ªa que la Palma de Oro fuera para El dulce porvenir, de Atom Egoyan. Moretti prefer¨ªa la iran¨ª El sabor de las cerezas. El italiano convenci¨® a Mike Leigh para que le apoyara, y pactaron. Ganaron El sabor de las cerezas, de Abbas Kiarostami, y La anguila, de Shohei Imamura, ex aequo. Adjani llam¨® ¡°enano de jard¨ªn¡± a Leigh y ¡°Maquiavelo insoportable¡± a Moretti.

Casi desde sus inicios ha habido pol¨¦mica. En 1953 gan¨® El salario del miedo, del franc¨¦s Henri-Georges Cluzot. Entonces no hab¨ªa Palma de Oro, se instaur¨® dos a?os despu¨¦s, aunque s¨ª el premio a mejor pel¨ªcula. Y casi lo gana ?Bienvenido, Mr. Marshall!, de Luis Garc¨ªa Berlanga, si no hubiera estado en el jurado, que presid¨ªa Jean Cocteau, el actor estadounidense Edward G. Robinson, que mont¨® en c¨®lera cuando vio la secuencia en la que una banderita de Estados Unidos desaparece por un sumidero, como s¨ªmbolo de la decepci¨®n.

Cronenberg contra ¡®Todo sobre mi madre¡¯

En el cine espa?ol se han cebado decisiones discutibles. Todo sobre mi madre era una de las favoritas a la Palma de Oro en 1999. El presidente del jurado, David Cronenberg, la odi¨®. Tiempo m¨¢s tarde, Pedro Almod¨®var cont¨® en EL PA?S: ¡°Nunca voy a estar m¨¢s cerca de ganar que en 1999. A Cronenberg esa pregunta le perseguir¨¢ de por vida [el porqu¨¦ no le dio la Palma]. Cuando vas a un concurso, debes mentalizarte de que el palmar¨¦s es imprevisible, m¨¢s all¨¢ de la calidad de las pel¨ªculas, que la presupongo¡±. En aquel a?o Almod¨®var gan¨® el premio a mejor direcci¨®n. En 2017, ¨¦l mismo presidi¨® el jurado y la pel¨ªcula premiada fue The Square, de Ruben ?stlund. El espa?ol, en la rueda de prensa de cierre del festival, confes¨® que la que le hab¨ªa realmente llegado al coraz¨®n era 120 pulsaciones por minuto, del franc¨¦s Robin Campillo. ¡°Me emocion¨¦ desde el principio y hasta el final. Ma?ana se ver¨¢ en los peri¨®dicos lo que la gente y los periodistas piensan del palmar¨¦s (...) pero este es un jurado muy democr¨¢tico, del que yo soy una novena parte. Esto es lo ¨²nico que puedo decir¡±.

Entre los anuncios de Palmas de Oro m¨¢s protestados en Cannes est¨¢n los triunfos de tres filmes estadounidenses. Taxi Driver, de Martin Scorsese, fue recibida con abucheos en 1976 (presid¨ªa el jurado Tennessee Williams). En 1990 ni cr¨ªticos ni periodistas sintieron que Coraz¨®n salvaje, de David Lynch, mereciera el galard¨®n (Bernardo Bertolucci ejerci¨® de presidente). Y en 2004 Quentin Tarantino lider¨® a sus compa?eros de jurado hacia una controvertida Palma de Oro para el documental Fahrenheit 9/11, de Michael Moore. El mismo Tarantino hab¨ªa recibido una divisi¨®n de opiniones cuando gan¨® con Pulp Fiction (1994). Por contra, en 2013 durante muchos d¨ªas la prensa debati¨® sobre si Steven Spielberg, presidente en aquella edici¨®n, se atrever¨ªa a galardonar a La vida de Ad¨¨le, de Abdellatif Kechiche. Lo hizo, pidi¨® que en la Palma figurara el nombre tambi¨¦n de las dos protagonistas, Ad¨¨le Exarchopoulos y L¨¦a Seydoux, y se burl¨® de los periodistas se?alando que aunque no se pareciera al cine que ¨¦l creaba, eso no significaba que no supiera apreciarla.

En todo caso, estos enfrentamientos no solo se dan en Cannes, sino en cualquier festival. Y los rifirrafes y desplantes, igual. A¨²n resuenan las rotundas palabras de Francesc McDormand, presidenta del jurado del festival de San Sebasti¨¢n de 2011, tras el visionado de No habr¨¢ paz para los malvados, de Enrique Urbizu. ¡°Mi marido [Joel Coen] hace una como esta cada a?o¡±. Se acab¨® el debate.