Estrenos y buen nivel marcan la vuelta a Madrid del Grup Instrumental de Val¨¨ncia

Vibrante concierto el ofrecido ayer lunes en el auditorio 400. En primera estancia, destaca la presencia del Grup Instrumental de Val¨¨ncia, uno de los m¨¢s importantes del panorama espa?ol en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Algo oscurecidos, quiz¨¢s, por la tremenda crisis de 2008 que se llev¨® por delante valios¨ªsimas instituciones musicales, entre otras cosas. Su presencia en el 400 es un soplo de aire fresco y una gran alegr¨ªa, ya que siguen sonando igual de bien a la vez que mantienen su compromiso con el repertorio contempor¨¢neo de riesgo, algo a lo que no es ajena la personalidad de su director, Joan Cerver¨®, animador infatigable de esta y otras aventuras.

El segundo vector de inter¨¦s lo constituye la fidelidad de la Casa de Vel¨¢zquez, importante instituci¨®n francesa, a sus artistas becarios y a la relaci¨®n con el panorama art¨ªstico espa?ol. Como cada a?o, desde hace d¨¦cadas, la Casa presenta obras de estreno de sus dos becarios musicales, junto con alg¨²n estreno espa?ol invitado y un concierto muy bien equilibrado musicalmente.

Y otro elemento de inter¨¦s reside en esos estrenos mundiales, dos de sendos becarios y una figura que, en esta ocasi¨®n, ha sido la madrile?a Alicia D¨ªaz de la Fuente. La otra mitad del concierto estaba formada por cl¨¢sicos contempor¨¢neos, nada menos que Boulez, Xenakis y una obra de Mauricio Sotelo que cierra la brillante residencia que ha protagonizado en esta temporada que est¨¢ a punto de concluir.

Por orden del programa, destacar una lectura pulcra y limpia de Derive 1, de Pierre Boulez, los casi 40 a?os de esta obra no le han hecho perder un ¨¢pice de inter¨¦s y actualidad; los valencianos han escudri?ado esta partitura compleja y cristalina a la vez, y lo han hecho con un brillo casi de estreno. La siguiente obra era el estreno de Julian Lembke, el primero de los artistas becarios. Alem¨¢n con fuertes referencias francesas, Lembke ha brindado una primicia, una parte de su proyecto oper¨ªstico sobre As¨ª que pasen cinco a?os, de Garc¨ªa Lorca; una obra tensa y de gran plasticidad instrumental para acompa?ar y dialogar con dos voces agudas, mezzo y sopranista; ser¨¢ interesante conocer la ¨®pera completa en su momento. El tercer compositor era Iannis Xenakis con Pleckt¨®; obra tard¨ªa en su producci¨®n (1993) que, a partir de una plantilla corta, parece rememorar a su gran referente, Edgar Var¨¨se, y su sentido mat¨¦rico de la m¨²sica; la certera interpretaci¨®n del Grup alumbra muchos de sus valores.

A continuaci¨®n, el turno de Alicia D¨ªaz de la Fuente, compositora poco frecuentada y que tiene una visi¨®n musical luminosa. A partir de un homenaje a George Crumb, De la Fuente brinda en su Rumor de nubes una serie de atm¨®sferas empapadas de un lirismo discreto no exento de un cierto deje posimpresionista; es una pieza que rezuma murmullos de sonoridades claras y subyugantes; un estreno, en suma, de muchos quilates. La quinta pieza era el segundo estreno de los miembros de la Casa de Vel¨¢zquez, Benjamin Attahir; curiosamente, esta pieza tambi¨¦n tiene resonancias y futuro oper¨ªstico, como la de Lambke; en el caso de Attahir, la sonoridad refleja aromas mediterr¨¢neos de ra¨ªz ¨¢rabe y con ellos Attahir rinde homenaje a un legendario hospital psiqui¨¢trico medieval que fue bombardeado en la ciudad de Alepo.

Para cerrar el concierto, otro cierre, el de la residencia de este curso, de Mauricio Sotelo, con una obra que el madrile?o dedic¨® a este Grup Instrumental hace tres lustros: Wall of Fight Sky, obra que rememora la influencia de la obra pl¨¢stica de Sean Scully. Con la lectura de esta obra, perfectamente construida sobre un estudio de sonoridades magistralmente realizado, Sotelo ha dejado una estela de madurez y de una s¨®lida trayectoria creadora. Un concierto, en suma, de mod¨¦lica construcci¨®n y no menos brillante realizaci¨®n. Y es que en m¨²sica¡­ siempre nos quedar¨¢ Valencia.