Muere a los 85 a?os A. B. Yehoshua, el escritor que defini¨® la identidad de Israel

Abraham Bulli (apodo familiar) Yehoshua, el escritor menos conocido, y tal vez m¨¢s innovador, de un excepcional tr¨ªo de narradores hebreos con proyecci¨®n internacional, junto con David Grossman y Amos Oz (fallecido en 2018), ha muerto este martes a los 85 a?os como consecuencia de un c¨¢ncer en un hospital de Tel Aviv. Yehoshua estuvo siempre a la vanguardia de la creaci¨®n literaria. Su obra, traducida a tres decenas de idiomas, acerca la lengua hebrea a la revoluci¨®n emprendida por grandes novelistas del siglo XX, como William Faulkner y James Joyce. Defensor del derecho del pueblo jud¨ªo a vivir en su hogar nacional ancestral, defini¨® fielmente los dilemas de la identidad de Israel, sin dejar de abogar tambi¨¦n, desde la izquierda laborista y pacifista, por una soluci¨®n para el conflicto palestino. Durante medio siglo respaldo la f¨®rmula de los dos Estados, aunque al final de su vida se inclin¨® por una confederaci¨®n con plena igualdad de derechos.

¡°Nos ofreci¨® una aguda, fidedigna y amorosa imagen, a veces tambi¨¦n dolorosa, de nosotros mismos: un mosaico de profundos sentimientos¡±, le despidi¨® en nombre de la naci¨®n el presidente de Israel, el laborista Isaac Herzog, en un comunicado oficial. Entrevistado por EL PA?S hace apenas un a?o, Yehoshua, que siempre firm¨® sus trabajos con las iniciales de los dos nombres de pila, explicaba que su grave enfermedad le imped¨ªa mantener un conversaci¨®n presencial. Al desearle una pronta recuperaci¨®n, replic¨® con una duda: ¡°No lo s¨¦. Desde que muri¨® mi mujer [fallecida dos a?os atr¨¢s] ya nada es como antes¡±. En su ¨²ltima novela, El t¨²nel (Duomo, 2021), se intern¨® en la oscuridad del alzh¨¦imer, a caballo entre el realismo y el simbolismo, para tratar de arrojar luz sobre la identidad del Estado jud¨ªo. Tambi¨¦n sobre la suya propia, al intentar redimirse de la desolaci¨®n por la muerte de su esposa, la psicoanalista Rivka, con quien convivi¨® 56 a?os.

Yehoshua naci¨® tierra adentro, en el seno de una de las familias sefard¨ªes m¨¢s antiguas de Jerusal¨¦n. ¡°Mi padre hablaba ladino con su familia, pero con mi madre, originaria de Marruecos, se comunicaba en franc¨¦s, as¨ª que yo no aprend¨ª el judeoespa?ol¡±, se lamentaba por la ausencia del legado cultural paterno. ¡°Tras la guerra de los Seis D¨ªas, Jerusal¨¦n perdi¨® la cordura¡±, sol¨ªa decir este exparacaidista, que combati¨® como reservista en la ofensiva que desencaden¨® en 1967 la ocupaci¨®n de territorios palestinos, sirios y egipcios. Diez a?os antes, hab¨ªa participado en la operaci¨®n militar franco-brit¨¢nica e israel¨ª en el canal de Suez.

Formado en Literatura y Filosof¨ªa en la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, sigui¨® un curso de posgrado en Literatura francesa en la Sorbona, pero Yehoshua vivi¨® m¨¢s de la mitad de su vida en Haifa, en el norte de Israel. Fue profesor en la universidad de esa ciudad portuaria, que consideraba la m¨¢s ¡°armoniosa¡± en un pa¨ªs azotado por los conflictos. All¨ª escribi¨® casi toda su obra, como su primera novela, El amante (1977, publicado en Espa?a por Duomo en 2013), coronada por el ¨¦xito entre los lectores y en sus versiones cinematogr¨¢fica y teatral.

En ese horizonte enmarcado por el monte Carmelo y la bah¨ªa de San Juan de Acre, complet¨® tambi¨¦n Viaje al fin del milenio (Siruela, 1999), narrado sobre una idea concebida durante un periplo por Andaluc¨ªa. En esta novela se describen las tribulaciones de un mercader sefard¨ª de T¨¢nger que viaja por el Mediterr¨¢neo hasta Europa en las apocal¨ªpticas v¨ªsperas del a?o 1000. Como en casi todas sus obras, el matrimonio y el amor son los principales ejes narrativos.

¡°Realidad absurda y banal¡±

Con Un divorcio tard¨ªo (Alfaguara, 1984), su primera obra publicada en Espa?a, sigue el hilo de los dilemas sentimentales. El autor relata el regreso de un israel¨ª maduro que vive en Estados Unidos, donde va a tener un hijo con una nueva pareja, para tramitar el divorcio con su todav¨ªa esposa en Israel. La novela bucea en las dos crisis que le marcaron: la vida personal y familiar y la compleja existencia en el Estado jud¨ªo. ¡°En un solo movimiento de las alas de su imaginaci¨®n, nos muestra hasta que punto es absurda y banal, surrealista, la realidad en la que vivimos en Israel¡±, ha escrito sobre la maestr¨ªa de Yehoshua David Grossman, el ahora ¨²nico superviviente del tr¨ªo de gigantes de la narraci¨®n en lengua hebrea, citado por The New York Times. Galardonado con el Premio Israel de las letras y con el M¨¦dicis en Francia, result¨® tambi¨¦n seleccionado en 2005 como finalista en la primera edici¨®n del prestigioso Man Booker.

Fue adem¨¢s un destacado activista pol¨ªtico y fundador de la ONG pacifista israel¨ª B¡¯Tselem. ¡°La pol¨ªtica de los asentamientos [jud¨ªos en Cisjordania] puede conducir hacia el apartheid¡±, declar¨® en 2008 al diario Haaretz. Una d¨¦cada despu¨¦s afirmaba que la soluci¨®n de los dos Estados ya no era viable ¡ª¡±se ha convertido en apenas una coletilla para la comunidad internacional¡±, criticaba¡ª ante la expansi¨®n de las colonias, y apuntaba hacia una f¨®rmula confederal, en la que convivieran jud¨ªos y palestinos.

La muerte del autor israel¨ª que narraba con alegor¨ªas las disyuntivas de una vida cotidiana compartida por millones de seres en todo el mundo deja hu¨¦rfanos a los lectores que le admiraron durante d¨¦cadas. ¡°He sido un escritor que ha abordado todas las crisis y conflictos en la familia, pero creo firmemente en el matrimonio¡±, declaraba a EL PA?S hace 11 meses. ¡°La memoria es un asunto central de la identidad jud¨ªa, que no est¨¢ basada en hechos hist¨®ricos, sino en una mitolog¨ªa, como la destrucci¨®n del templo [de Jerusal¨¦n en el a?o 70]¡±, argumentaba sobre la fe de una di¨¢spora que durante casi dos milenios ha deseado en cada cena de Pascua volver ¡°el a?o que viene a Jerusal¨¦n¡±. ¡°La memoria colectiva del pueblo jud¨ªo es ahora divisiva¡±, advert¨ªa, ¡°solo el olvido nos libera de la tiran¨ªa de la memoria¡±.