¡®Llenos de gracia¡¯, estupendo e incorrecto cine familiar con ni?os de verdad

Esos veranos infantiles en los que no hab¨ªa nada que hacer. Largos, felizmente tediosos, inolvidables. De risas tontas y encuentros con los amigos, cuando no hab¨ªa nada que decirse porque ya estaba todo dicho. De descubrimientos, a veces con el sexo, todos con las hormonas disparadas. De pereza, carcajadas y alguna que otra gamberrada ligera. A esos veranos apela la estupenda Llenos de gracia, segundo largometraje de Roberto Bueso, tras el excelente retrato del desconcierto vital de los veintea?eros, y m¨¢s los de pueblo, que fue La banda (2019). Una pel¨ªcula con cr¨ªos de verdad, que hablan como los cr¨ªos de siempre. Casi todos feos, como cualquiera de nosotros, pero aut¨¦nticamente graciosos. Bellos de credibilidad. Un verano en el internado, que no en el campamento, y adem¨¢s rodeados de monjas. De momento, la sorpresa del verano en la cartelera cinematogr¨¢fica.

Sorpresa porque el p¨®ster promocional no parece demasiado bueno ni est¨¢ est¨¦ticamente logrado. O porque lo de las monjas y los ni?os abrazados de la foto suena a rancio. Prejuicios, quiz¨¢. Pero qu¨ªtenselos de encima. Llenos de gracia, inspirada en una historia real ambientada en los a?os noventa, que nos guardaremos en desvelar porque es posible que su revelaci¨®n junto a los cr¨¦ditos finales, particularmente para los futboleros, redondee a¨²n m¨¢s las casi dos horas de divertimento, risas y emoci¨®n, es al mismo tiempo una historia profundamente espa?ola y de meridiana raigambre en el cine americano. El de los a?os ochenta, el mejor de la historia en cuanto a cine infantil, adolescente y familiar. He aqu¨ª una pel¨ªcula para ver en familia. Aunque se digan continuamente tacos, aunque Marta S¨¢nchez sea su s¨ªmbolo sexual, aunque los chavales se la meneen con la peli porno codificada del antiguo Canal Plus. Atrevida para los tiempos que corren, a contracorriente en una sociedad desinfectada hasta el v¨®mito, de una correcci¨®n pol¨ªtica descorazonadora. Una historia de aparentes fracasados, de perdedores. Aparentes, porque no hay mejor victoria que la del que no est¨¢ acostumbrado a lograrla. Cr¨ªos sin familia, hu¨¦rfanos como los de Oliver Twist o Annie, que no quieren dejar de ser felices. Y de ser ellos mismos.

Bueso, tambi¨¦n coguionista, parece tener como referente la actitud y la complicidad de la pandilla de la maravillosa Cuenta conmigo (1986), aunque en un ambiente muy distinto, y alrededor del f¨²tbol y de un internado de monjas alejado del clich¨¦: hermanas que r¨ªen (no todas, claro, tambi¨¦n las hay rectas y ariscas), que se toman una cerveza y se fuman un cigarro en sus descansos. Casi como homenaje, uno de ellos, el desternillante Adri¨¢n L¨®pez, el gordito (¡°?c¨®mo que el gordito, cabr¨®n, a que te meto una hostia con la mano abierta!¡±), lleva el mismo modelo de gafas que River Phoenix en Exploradores. No es el ¨²nico gui?o: desde la redacci¨®n de El club de los cinco hasta el detalle de acompa?ar musicalmente un momento deportivo con Faith, de George Michael, canci¨®n que inmediatamente retrotrae a varias generaciones a Cerca de las estrellas, el m¨ªtico primer programa sobre la NBA en la tele espa?ola.

Carmen Machi est¨¢ tan bien como siempre. Paula Usero parece incre¨ªble que sea la misma actriz de La boda de Rosa, en un registro tan distinto. Pablo Chiapella es una revelaci¨®n. Y los cr¨ªos est¨¢n fant¨¢sticos. Con el Mundial de f¨²tbol de 1994 de fondo, el de la Espa?a de las perillas comandada por Caminero, Llenos de gracia es un modelo de cine familiar. Y los chicos de El Parral, que as¨ª se llama el internado, simplemente un modo de ser ni?os. Mucho m¨¢s fascinante que el que nos quieren vender otras pel¨ªculas biempensantes de cargante moralismo e higi¨¦nicos mensajes.