Kase.O tumba otro muro: el primer rapero espa?ol que act¨²a (y triunfa) en un festival de jazz
El m¨²sico aterriza con su banda Jazz Magnetism en el Festival de Vitoria, ratific¨¢ndose como catalizador de la conexi¨®n entre el hip hop y la m¨²sica de titanes como John Coltrane
En 2008, el rapero Kase.O, que llevaba una d¨¦cada escribiendo alguna de las p¨¢ginas m¨¢s memorables del rap espa?ol con su banda Violadores del Verso, comenz¨® a dar algunos espect¨¢culos en clubes acompa?ado de j¨®venes m¨²sicos de jazz de Barcelona y Zaragoza. Al a?o siguiente, el proyecto, bautizado como Kase.O Jazz Magnetism, hizo una gira por toda Espa?a, con directos flam¨ªgeros en los que el rapero alternaba nuevas composiciones con algunos de los temas emblem¨¢ticos de Violadores del Verso. Todo ello envuelto en la din¨¢mica y el sonido del grupo de jazz. Aunque eran conciertos de rap puro y duro, en ellos pod¨ªan escucharse pasajes de Duke Ellington o fragmentos en que la melod¨ªa de los cl¨¢sicos de Coltrane Spiral y Syeeda¡¯s Song Flute serv¨ªan como base para algunas de las enfebrecidas rimas del l¨ªder, y hab¨ªa momentos solistas para varios miembros del cuarteto. El proyecto se asent¨® y en 2011 publicaron un ¨¢lbum hom¨®nimo que ya es un cl¨¢sico del hip hop en nuestro pa¨ªs.
En todo el tiempo en que el grupo se mantuvo activo, girando y presentando el ¨¢lbum en directo, nunca, ni una sola vez, fue programado por un festival de jazz en Espa?a, y eso que el rapero lideraba una banda con algunos de los j¨®venes m¨¢s brillantes de la escena, provenientes de formaciones como The Heckler, Unexpected o Groove Station, que tambi¨¦n se hab¨ªan fogueado en docenas de escenarios junto a los grandes del jazz en nuestro pa¨ªs. Entonces, ?cu¨¢l era el problema? ?La m¨²sica de Kase.O Jazz Magnetism, o la falta de visi¨®n, conocimiento y sensibilidad de la mayor¨ªa de los programadores de jazz en Espa?a, que ni siquiera consideraban al m¨¢s importante grupo de rap-jazz nacional como algo a incluir en sus eternamente en crisis eventos? As¨ª fue: salvo por un art¨ªculo en la revista Cuadernos de Jazz, nadie en el ecosistema jazz¨ªstico hizo caso a la banda en su momento, ni se dign¨® a hacer una dolorosa reflexi¨®n: seguramente, el mundo del jazz necesitaba a Kase.O mucho m¨¢s de lo que este necesitaba al mundo del jazz.
Pas¨® una d¨¦cada y en 2021 el rapero decidi¨® reunir a la banda para una gira por el d¨¦cimo aniversario de su ¨¢lbum; en la segunda vuelta de la gira, por fin, el Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz (que se ha celebrado del 12 al 17 de julio) los convoc¨® para clausurar su 45 edici¨®n, en un alarde de visi¨®n y liderazgo. El propio Kase.O lo mencion¨® anoche al principio de su concierto en Vitoria, diciendo lo ilusionante que era para ¨¦l estar por fin en un festival de jazz, despu¨¦s de tantos a?os flanqueado por un pu?ado de excelentes jazzistas. M¨¢s vale tarde que nunca.
?Por qu¨¦ le resulta esto tan ajeno y dif¨ªcil a tantos seguidores del jazz en Espa?a? Este tipo de encuentro entre rap y jazz es muy com¨²n en otros pa¨ªses, no digamos en la cuna del g¨¦nero, EE UU, en donde encontramos a jazzistas acompa?ando a raperos desde finales de los ochenta, desde Branford Marsalis con Gang Starr, a Ron Carter con A Tribe Called Quest o Steve Coleman con The Roots, entre muchos otros. Incluso Miles Davis abraz¨® el hip hop antes de morir, trabajando mano a mano con Easy Mo Bee para despedirse como vivi¨®: abriendo puertas musicales para que corriese un poco el aire.
Aqu¨ª, sin embargo, parece haber un extra?o miedo, o falta de entendimiento, ante propuestas que en otros lugares est¨¢n completamente asimiladas. Casi cualquier jazzista joven es hoy tan seguidor de Charlie Parker o Keith Jarrett como de Jay-Z o Kanye West, y hasta que los programadores m¨¢s rezagados no lo comprendan seguiremos teniendo festivales de jazz antiguos, poco transitados, sin ninguna posibilidad de renovar audiencias y apostando una y otra vez a la carta del ¡°jazzista famoso¡±, algo que en 2022 es casi un ox¨ªmoron. Lo que hay que hacer es atraer a la gente al festival de jazz porque, una vez all¨ª, la curiosidad siempre jugar¨¢ a favor de la m¨²sica menos conocido.
Lo cierto es que hay muy pocos artistas como Javier Ibarra (alias Kase.O) en nuestro pa¨ªs: por un lado, muestra un compromiso total con su m¨²sica y con su mensaje, lo que hace de ¨¦l un creador tan genuino y honesto como el jazzista m¨¢s independiente; por otro, es uno de los pocos iconos de su generaci¨®n que ha renovado audiencia sin perder la que ya ten¨ªa: en su p¨²blico, que tiene aut¨¦ntica devoci¨®n por ¨¦l, encontramos a tantos cuarentones como veintea?eros, y todos conectan por igual con las canciones del rapero. As¨ª se pudo ver en Vitoria, con hombres y mujeres de edades diferentes coreando y bailando al son de las carism¨¢ticas rimas de Ibarra y del s¨®lido acompa?amiento del quinteto de jazzistas que lo acompa?an. Unas 3.000 personas, el mayor aforo de esta edici¨®n del festival.
Aqu¨ª encontramos otro rasgo del universo de Kase.O, que es su fidelidad con su equipo, casi una familia. Los m¨²sicos que lo acompa?an en 2022 son los mismo que grabaron el ¨¢lbum hace m¨¢s de una d¨¦cada, los mismos que dieron forma al proyecto y que, a d¨ªa de hoy, siguen acu?ando su m¨²sica junto a la locomotora Kase.O Jazz Magnetism. La ¨²nica diferencia es que, diez a?os despu¨¦s, todos ellos son a¨²n mejores de lo que eran antes. As¨ª qued¨® demostrado en su concierto en Vitoria, que empez¨® reflexivo y et¨¦reo y, cuando enfil¨® el aplastante ¡°esto no para¡±, cogi¨® impulso para un salto que dur¨® hasta el final, manteniendo a la audiencia en un constante estado de euforia.
No es de extra?ar, viendo la intensidad del espect¨¢culo, que hace unas semanas Kase.O hiciese una declaraci¨®n en Twitter que alarm¨® a m¨¢s de uno: el rapero asever¨® que al final de esta gira se retirar¨ªa por tiempo indefinido, lo que para muchos fue el anticipo de un adi¨®s definitivo. Lo cierto es que el esfuerzo al que se somete el artista en cada concierto es tit¨¢nico, y cuando llegue el fin de la gira (en Espa?a ser¨¢ a finales de este a?o, pero se prolongar¨¢ en Am¨¦rica hasta marzo de 2023), esta ya se habr¨¢ extendido por casi dos a?os ininterrumpidamente, lo que justifica un descanso y un muy esperado nuevo disco, por qu¨¦ no.
Por lo pronto, queda el recuerdo de una noche memorable en la historia del Festival de Jazz de Vitoria. La noche en que, por fin, un festival de jazz espa?ol abri¨® la puerta a uno de los grandes embajadores de las esencias del jazz para p¨²blicos no jazz¨ªsticos en nuestro pa¨ªs. Porque no reina el que quiere, sino el que puede, y no predica mejor el mensaje el que lo guarda con m¨¢s recelo, sino el que lo hace llegar al mayor n¨²mero de gente con pasi¨®n y respeto. Despu¨¦s de la ¨²ltima noche de la edici¨®n de este a?o en JazzVitoria, muchos chavales que jam¨¢s hab¨ªan consultado la programaci¨®n de un festival de jazz puede que el a?o que viene lo hagan, pensando que esos festivales para gente mayor quiz¨¢ tengan algo interesante para ellos, despu¨¦s de todo.
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