Molo Cebri¨¢n: ¡°Cuando te enamoras te haces los sesgos que hagan falta para ver perfecta a la otra persona¡±
El presentador de uno de los ¡®podcasts¡¯ m¨¢s escuchados de Espa?a, ¡®Entiende tu mente¡¯, nos explica todos los esfuerzos que tuvo que hacer para comprender la suya y c¨®mo su primera gran decepci¨®n le llev¨® al proyecto que alivia el alma de miles de oyentes
Manuel ¡°Molo¡± Cebri¨¢n (Valladolid, 44 a?os) ten¨ªa un sue?o cuando era ni?o: presentar su propio programa musical en una emisora nacional. Cuando lo logr¨®, y con buen¨ªsimas cifras de audiencia, se dio cuenta de que en realidad nada era como se hab¨ªa imaginado. La crisis existencial que desencaden¨® aquella decepci¨®n le llev¨® primero al terapeuta (¡°la primera vez que sal¨ª de su consulta sent¨ª que me hab¨ªan quitado de encima una mochila de cien quilos¡±) y despu¨¦s a su segundo gran ¨¦xito: Entiende tu mente, el podcast m¨¢s escuchado de Spotify, ganador de un Ondas, en el que mano a mano con el divulgador y psic¨®logo Luis Mui?o y la coach M¨®nica Gonz¨¢lez ayuda a sus oyentes a interpretar sus ¡°term¨®metros emocionales¡±. ?l, todav¨ªa estudiante de psicolog¨ªa, sabe que su temperatura anda bien si tiene ganas de coger el bajo Epiphone con el que le encanta tocar Under Pressure.
Pregunta. ?Es usted de los que tienen miedo de aburrir al terapeuta?
Respuesta. Nos pasa mucho a los comunicadores que queremos crear historias completas e interesantes, con planteamiento, nudo y desenlace y, claro, eso no puede ser. Una vez una psic¨®loga que me hizo una terapia muy confrontativa y dura me dio un toque y me dijo: ¡°Oye esto no es un programa de radio, cu¨¦ntame las cosas como son y ya est¨¢¡±. Siento mucha necesidad de agradar, hasta a mi psic¨®loga.
P. ?El ¨¦xito no le ha vuelto m¨¢s soberbio?
R. Si no me hubiera llegado pasados los 40 palos pues quiz¨¢, pero soy una persona muy t¨ªmida y me expongo lo justo. Hasta hacer esta entrevista me est¨¢ costando. A¨²n soy estudiante de psicolog¨ªa as¨ª que solo opino sobre lo que yo s¨¦ a ciencia cierta que funciona que haya sido para m¨ª una gran revelaci¨®n.
P. Si la gran revelaci¨®n de Freud es el complejo de Edipo, la suya ser¨ªa¡
R. Abraza tus imperfecciones. Eso es important¨ªsimo. El mundo ahora vive hacia afuera, entregado a mostrar una imagen irreal. Hace treinta a?os nos compar¨¢bamos con los famosos que sal¨ªan en las cuatro revistas que hab¨ªa o con cuatro compa?eros del colegio, del instituto y de la universidad. Ahora hay demasiada necesidad de mostrar un lado exitoso. Tambi¨¦n te digo que noto que cada vez hay m¨¢s gente que empieza a presumir de sus imperfecciones y eso me encanta, siempre que no caigan en el victimismo.
P. ?C¨®mo hacemos para evitar el victimismo y el ¡°es que yo soy as¨ª¡±?
R. Lo ¨®ptimo es asumir de forma genuina nuestras habilidades, que como mucho van a ser dos o tres y aceptar que en el resto de cosas somos mediocres o normales. Lo que pasa es que el cerebro humano no est¨¢ preparado para eso: hay estudios que demuestran que tendemos a pensar que somos mejores que los dem¨¢s.
P. O sea que no hay nada m¨¢s traum¨¢tico para un ser humano del siglo XXI que aceptar que forma parte de la media¡
R. Es muy duro, pero tambi¨¦n est¨¢ demostrado que cuanto m¨¢s ajustado est¨¢ tu autoconcepto a tu realidad, mayor es tu autoestima. O sea, si una persona muy aburrida que juega muy bien al tenis se reconoce como buen jugador de tenis pero sabe perfectamente que es un poco muermo, pues ese puntuar¨¢ m¨¢s alto en autoestima que el que intenta ser perfecto en todo.
P. Tiene usted otro podcast que se llama Saliendo del c¨ªrculo, ?le daba verg¨¹enza llamarlo ¡°Salir de la zona de confort¡±?
R. Sigo intentando hacer cosas sin pensarlas mucho y luego las define mejor el resto de la gente.
P. ?Recuerda alguna vez que saliese de su zona de confort a lo bestia?
R. Dejarlo todo e irme a Ecuador. En 2014 ya hab¨ªa conseguido mi sue?o de infancia que era tener un programa musical en la radio a nivel nacional pero estaba muy inc¨®modo, me sent¨ªa poco cuidado, cada a?o empeoraban mis condiciones econ¨®micas y laborales y justo ah¨ª fue tambi¨¦n cuando por primera vez en mi vida acud¨ª a una terapia. La psic¨®loga me hizo ver que necesitaba un cambio y decid¨ª marcharme con una chica con la que ten¨ªa una relaci¨®n, que era cooperante. Eso fue lanzarme al barranco, porque siempre da mucho miedo abandonar algo que has trabajado mucho para conseguir.
P. ?Qu¨¦ pas¨® cuando volvi¨® de Ecuador?
R. Pues estaba en n¨²mero rojos y tuve que vender mi casa, pero bueno, como no ten¨ªa cargas familiares, pude hacer frente a la situaci¨®n. Hay mucha gente que est¨¢ muy puteada en el trabajo y con grandes bajones emocionales, que no lo tienen tan f¨¢cil. Como no quer¨ªa volver a la radio musical, empec¨¦ a hacer cu?as publicitarias y tambi¨¦n algunos espacios para Radio 5. Por entonces hab¨ªa empezado a estudiar psicolog¨ªa y ah¨ª fue cuando surgi¨® la idea de hacer el podcast.
P. ?Cree que hay mucha terapia mal digerida?
R. Creo que se ha puesto de moda hablar de psicolog¨ªa y diagnosticar a trav¨¦s de redes sociales y eso no me gusta. Me encanta que la gente exprese sus emociones. Todo lo que sea expresi¨®n es contrario a la depresi¨®n. Pero cuando cada uno habla de lo suyo, ah¨ª no hay ning¨²n problema. El problema es cuando empezamos a hablar de los dem¨¢s. Hay influencers que dicen: ¡°Mira, si tienes estas cuatro o cinco cosas, tienes un trastorno de personalidad narcisista¡±. Eso no es as¨ª. Si te pones a mirar en el DSM es verdad que todos los s¨ªntomas vinculados con el ego, con sentirse superior, querer tener muchos likes en redes sociales, pues s¨ª, se asocian a una conducta narcisista. Ahora, un narcisismo patol¨®gico es otra cosa que solo presenta un peque?¨ªsimo porcentaje de la poblaci¨®n y que solo un psiquiatra o un psic¨®logo cl¨ªnico pueden diagnosticar.
P. ?Qu¨¦ opina de ese otro concepto tan de moda que es ¡°bandera roja¡±?
R. Es buen¨ªsimo tenerlas. Cada persona las suyas. Es bueno que cada uno sea consciente de sus l¨ªmites e interprete lo que para ¨¦l es una bandera roja. Pero, como te digo, que sean propias. Para m¨ª hay pocas banderas rojas universales. Es como el concepto de ¡°persona t¨®xica¡±. No existen las personas t¨®xicas sino las relaciones t¨®xicas. Puede haber una persona muy t¨®xica para una amiga tuya que tenga una relaci¨®n genial con otra.
P. ?Y c¨®mo se reconoce una bandera roja propia?
R. Para esto es muy ¨²til un concepto que aprend¨ª de Luis Mui?o, que es el ¡°term¨®metro emocional¡±. Cada uno deber¨ªamos tener uno que nos permita tener claro cuando estamos viviendo emociones positivas y cuando estamos viviendo emociones negativas. En general no nos paramos a reconocer nuestras propias emociones y por eso cuando caemos en que llevamos un tiempo inmersos en una etapa de gran tristeza, miramos atr¨¢s y nos preguntamos: ¡°?C¨®mo me he dejado llevar hasta aqu¨ª?¡±. Lo que propone el ¡°term¨®metro¡± del que te hablo es relacionar actividades con emociones. Cuando estoy mal me encierro en casa, no hago deporte, no puedo coger la guitarra. Cuando estoy bien, hago deporte, tengo ganas de leer, me pongo m¨²sica¡
P. ?Es usted el t¨ªpico que ignora banderas rojas por amor?
R. S¨ª, s¨ª. Yo soy muy impulsivo, muy enamoradizo y me he saltado muchas banderas. Cuando te enamoras te haces los sesgos que sean necesarios para ver que esa persona es perfecta. Aunque he aprendido mucho y cada vez me pasa menos.
P. ?Cu¨¢les son entonces sus puntos d¨¦biles y fuertes?
R. Me cuesta mucho mantener la atenci¨®n porque me aburro f¨¢cilmente, pero soy muy buen comunicador [risas].
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.