Sara Baras: ¡°Yo me marco un zapateado con un reguet¨®n y con lo que haga falta¡±

La cita es por videollamada, pero incluso con una pantalla por medio se percibe la energ¨ªa que emana del cuerpo de Sara Baras (San Fernando, C¨¢diz, 51 a?os). Es la misma vitalidad contagiosa que la distingue cuando baila y la ha convertido en uno de los rostros m¨¢s visibles de la danza flamenca espa?ola en todo el mundo: levanta pasiones cuando act¨²a en Par¨ªs, Londres o Nueva York, y tiene hasta un sello con su cara. La artista se relaja estos d¨ªas en su casa de El Puerto de Santa Mar¨ªa antes de hacer temporada en la Gran V¨ªa madrile?a (EDP, del 8 de septiembre al 2 de octubre) con su ¨²ltimo espect¨¢culo, Alma, durante casi un mes. Pocos artistas pueden confiar en llenar un gran teatro tantos d¨ªas seguidos. Pero ella no para quieta ni siquiera cuando descansa y cuando no est¨¢ de gira va todos los d¨ªas al gimnasio.

Pregunta. Cuando no baila se mete al gimnasio. Ni que fuera adicta al movimiento.

Respuesta. Es que me gusta mucho. Me viene bien para prepararme para mis ensayos y porque a ciertas edades es importante mantenerse fuerte para no lesionarse. Pero realmente yo no lo considero como parte de mi trabajo, sino como una afici¨®n, porque me encanta. Tengo un preparador f¨ªsico que adapta los ejercicios a mi baile y yo me dejo llevar.

P. ?Qu¨¦ m¨¢s le gusta hacer cuando no baila?

R. Dar paseos por la playa, moverme¡­ realmente me encanta moverme [risas]. Aprovecho para estar con mi hijo y hago muchas cosas con ¨¦l, pero siempre despu¨¦s de mi ejercicio. Digamos que es mi puesta a punto.

P. ?Es usted de cocinar en vacaciones o prefiere ir de restaurantes? El a?o pasado le hicieron un homenaje nueve chefs con estrellas Michelin...

R. Tengo la suerte de ser amiga de muchos artistas de la cocina y cuando estoy de gira me encanta ir a sus restaurantes. Y ellos vienen a vernos al teatro. Pero precisamente porque como fuera cuando estoy trabajando, cuando estoy en casa me gusta cocinar.

Mi padre falleci¨® ese d¨ªa y yo ten¨ªa funci¨®n por la noche, pero ¨¦l me hizo prometer que no suspender¨ªa. Creo que es lo m¨¢s fuerte que he hecho en mi vida

P. El espect¨¢culo que tiene ahora en gira, Alma, fusiona el flamenco con el bolero. ?Se puede bailar flamenco con cualquier m¨²sica?

R. No somos los primeros en hacerlo, aunque aqu¨ª la fusi¨®n no se limita a la m¨²sica y la coreograf¨ªa, sino que se extiende a la escenograf¨ªa, la iluminaci¨®n, el vestuario. Y de eso ha salido una textura preciosa. Me gusta mucho. Adem¨¢s, mi padre [fallecido el pasado enero] era un enamorado de los boleros y digamos que este espect¨¢culo est¨¢ dedicado a ¨¦l. Sentimentalmente, tiene una carga muy grande.

P. ?Se marcar¨ªa un zapateado con un reguet¨®n?

R. Con un reguet¨®n y con lo que haga falta. Yo he bailado flamenco con pop, canci¨®n l¨ªrica, bolero¡­ La verdad que es que la riqueza r¨ªtmica que tiene el flamenco te permite fusionarlo con lo que quieras sin perder su esencia.

P. ?Qu¨¦ baila cuando no baila flamenco?

R. Pues yo intento bailarlo todo, pero es que siempre me sale flamenco. Suene lo que suene. Es que el flamenco es una forma de ser.

P. ?Qu¨¦ es lo peor que le ha pasado en un escenario?

R. Me pas¨® en Gij¨®n este enero pasado. Mi padre falleci¨® ese d¨ªa y yo ten¨ªa funci¨®n por la noche, pero ¨¦l me hizo prometer que no suspender¨ªa. Creo que es lo m¨¢s fuerte que he hecho en mi vida, pero luego me sent¨ª orgullosa de hacerlo. Fue como darle la vuelta al sufrimiento. Adem¨¢s, era Alma, el espect¨¢culo que le hab¨ªa dedicado. Lo bail¨¦ aquella noche para ¨¦l y desde entonces se lo bailo todos los d¨ªas.

P. Despu¨¦s de tantos a?os sobre las tablas, ?se sigue poniendo nerviosa antes de una funci¨®n?

R. Totalmente. Pero eso significa que sigo con la misma ilusi¨®n. Y ganas de seguir creciendo.

P. ?Qu¨¦ otras cosas le ponen de los nervios?

R. Bueno, hay muchas injusticias que me duelen mucho. Pero como profesional intento siempre ser positiva.

P. ?C¨®mo se llega a ser primera figura de la danza? ?Qu¨¦ hace que un bailar¨ªn destaque sobre los dem¨¢s bailando todos lo mismo y teniendo la misma t¨¦cnica?

R. Camar¨®n dec¨ªa: ¡°O transmites o no¡±. Lo que diferencia a un bailar¨ªn de otro es su identidad y tiene que saber transmitirla. Hay que asimilar bien la tradici¨®n y la t¨¦cnica para luego cada uno expresarla a su manera.

P. Hace diez a?os se baj¨® un tiempo del escenario para ser madre. ?Tuvo mono?

R. Yo no conoc¨ªa la vida sin bailar, pero uno de mis sue?os era ser madre y lo disfrut¨¦ mucho. Hay que disfrutar cada momento. Quiz¨¢ es que soy conformista o es que soy hija de militar y se me nota: si me dices que no tengo que bailar, pues no bailo.

P. ?Y no le da pavor pensar en el momento en el que tenga que dejar de bailar definitivamente?

R. Pienso en ello, pero no tengo miedo. Ahora mismo me siento m¨¢s fuerte que nunca. Supongo que el cuerpo sabr¨¢ cu¨¢ndo hay que parar. Por otra parte, no ser¨¢ una retirada: yo hago coreograf¨ªas y dirijo. Y me hace tambi¨¦n ilusi¨®n transmitir mi experiencia a la siguiente generaci¨®n.

Camar¨®n dec¨ªa: ¡°O transmites o no¡±. Lo que diferencia a un bailar¨ªn de otro es su identidad y tiene que saber transmitirla

P. Pusieron su cara a un sello. Eso es la cumbre, ?no?

R. Imag¨ªnate. Fue en el a?o 2000. Para m¨ª aquello fue una cosa bestial. Recuerdo que le dec¨ªa a todo el mundo que no mandaran correos electr¨®nicos, que mandaran cartas.

P. Le falta solo una calle con su nombre.

R. Eso todav¨ªa no lo tengo. A ver si llega [risas].