Lou Reed: la terapia de choque de donde surgi¨® su rabia
Salen a la luz las primeras grabaciones del neoyorquino, de 1965, por aquella ¨¦poca un joven de 22 a?os traumatizado por el ¡®electroshock¡¯. Entre ellas est¨¢ la primera versi¨®n de ¡®Heroin¡¯
Y los padres decidieron llevar al chico al psiquiatra. Lou Reed ten¨ªa 17 a?os y Toby y Sidney, sus progenitores, quer¨ªan corregir la tendencia de su hijo al amaneramiento. Era finales de los cincuenta y para una familia jud¨ªa neoyorquina de clase media la posibilidad de tener un hijo homosexual (en realidad era bisexual) no era concebible. El psiquiatra diagnostic¨® lo siguiente: ¡°Lou sufre delirios y alucinaciones y ve ara?as caminar por las paredes. Quiz¨¢ sea esquizofrenia¡±. Seg¨²n se cuenta en el libro de Anthony DeCurtis Lou Reed, Una vida (C¨²pula), el futuro cantante enmarc¨® la carta y la colg¨® en la pared de su habitaci¨®n. Era su rebelde y procaz manera de reaccionar. Los siguientes d¨ªas el adolescente fue sometido a un tratamiento de electrochoque, un episodio que marcar¨ªa su personalidad art¨ªstica y vital. As¨ª lo cuenta a este diario Ignacio Juli¨¤, uno de los periodistas europeos que mejor conocen la figura del compositor de Walk On The Wild Side y autor del libro Lou Reed. Cat¨¢logo irracional: ¡°El trauma que supusieron esas sesiones de electroshock ha sido bien documentado y est¨¢ claro que explican, en parte, su rabia art¨ªstica, su negativa a la normalidad, su rebeld¨ªa ante la industria y su antipat¨ªa por los periodistas¡¡±. El 16 de septiembre se publica el disco Word & Music 1965 (ya se han adelantado tres temas), donde salen a la luz las primeras grabaciones de ese Reed malencarado, traumatizado y de car¨¢cter complejo que se forj¨® en aquella adolescencia tan infeliz como estimulante.
La historia de Word & Music 1965 ofrece datos fundamentales sobre la personalidad creativa de Lou Reed (Nueva York, 1942-2013). Hablamos de cuando ten¨ªa 22 a?os y todav¨ªa no se hab¨ªa formado The Velvet Underground. Reed siempre fue un paso por delante. Sus amigos empezaron a beber a los 16 y ¨¦l ya fumaba marihuana; si los colegas miraban con ansia un Playboy robado en el quiosco, ¨¦l ya andaba por el Marqu¨¦s de Sade. Se aficion¨® a los escritores peligrosos: Burroughs, Vidal, Kerouac, Ginsberg¡ la generaci¨®n beat. Le gustaba ofender, lo turbio, el sexo poco convencional. Quer¨ªa experimentar y transgredir. Para luego escribirlo y cantarlo.
Cuando ingres¨® con 18 a?os en la universidad de Siracusa segu¨ªa un tratamiento para la depresi¨®n. Tambi¨¦n all¨ª comienza a formar bandas. En el libro Lou Reed. Una vida le describen como un ¡°experimentador¡±: con el sexo, las drogas, la m¨²sica. Se cuenta que comenz¨® a ejercer de camello de hero¨ªna en las fraternidades universitarias. Incluso que utiliz¨® a su primera novia seria, Shelley Albin (a la que est¨¢n dedicadas hermosas obras suyas como Pale Blue Eyes), para hacer entregas. ?l tambi¨¦n la consum¨ªa.
En 1964, con 21 a?os, se gradu¨® como licenciado en Literatura Inglesa. Hab¨ªa entablado amistad con el escritor Delmore Schwartz, por aquella ¨¦poca un borrach¨ªn en decadencia creativa, pero un artista con una obra referencial. Reed adoraba a Schwartz, escuchaba sus historias siempre regadas de alcohol y anhelaba llegar a las excelencias de sus textos, sobre todo su relato En los sue?os empiezan las responsabilidades, que consideraba una obra maestra. Por esa ¨¦poca consigui¨® un empleo como compositor para la discogr¨¢fica Pickwick. Escrib¨ªa a la carta. ?Una canci¨®n sobre el sol de California? Ah¨ª la tienes. Luego, esa pieza se la ofrec¨ªan a grupos.
All¨ª comenz¨® a desarrollar sus propios temas. Uno de los primeros fue Heroin. Reed describ¨ªa demasiado bien las sensaciones de la hero¨ªna inyectada como para no haberlo experimentado. Lo describe como narrador, sin mensajes moralistas: ¡°Porque esto me hace sentir como un hombre cuando pongo una aguja en mi vena. / Y te dir¨¦ que las cosas ya no son lo mismo¡ Hero¨ªna, s¨¦ mi muerte. / Hero¨ªna, es mi esposa y es mi vida. / Porque una dosis en mi vena / conduce al centro de mi cabeza. / Y entonces estoy mejor que muerto¡±.
En Word & Music 1965 se incluye la primera versi¨®n de este cl¨¢sico del rock que luego grab¨® en 1967 para el primer disco con The Velvet Underground. Esta primeriza Heroin suena a voz y tosca guitarra ac¨²stica y dura 3,55, por los 7,13 de la original. Reed lleg¨® a ofrecer Heroin a sus jefes en Pickwick, que le dijeron: ¡°Nunca vas a llegar a nada con esa canci¨®n. Es mejor que te dediques a escribirnos m¨¢s canciones de surf¡±. Hasta 11 temas registr¨® en aquella primeriza sesi¨®n (todas en Word & Music 1965), incluidas piezas que luego formar¨ªan parte de la discograf¨ªa de The Velvet Underground, como Pale Blue Eyes o I¡¯m Waiting for the Man; a esta ¨²ltima se a?ade una arm¨®nica y una segunda voz, de John Cale, luego su compa?ero en The Velvet Underground y que Reed hab¨ªa conocido de tocar en el circuito neoyorquino. Todas las canciones respiran un aire folk y country del Greenvich Village neoyorquino de los sesenta. Tambi¨¦n surge alg¨²n rock and roll, como Buzz Buzz Buzz. En general, estas grabaciones remiten inevitablemente a Bob Dylan, al que Reed adoraba.
La cantante Christina Rosenvinge, seguidora de Reed, analiza estas grabaciones para EL PA?S: ¡°Estas maquetas se pueden entender como el eslab¨®n perdido entre la tradici¨®n americana y el avant-garde neoyorquino. Escuchar Heroin como tema folk es verdaderamente sorprendente, I Am Waiting for the Man lo mismo. Con ese arreglo uno esperar¨ªa o¨ªr hablar de trenes, chicas de tierras lejanas, campos y bandadas de p¨¢jaros, y en vez de eso te encuentras en lo m¨¢s profundo del Lower East Side, otro tipo de tierra salvaje, suspirando por un chute. Un verdadero contrasentido. En estas grabaciones se entrev¨¦ a un Lou Reed que a¨²n se estaba buscando, tocando con un John Cale que ya era parte del grupo de La Monte Young, y que deb¨ªa estar tocando los temas de su amigo pensando en c¨®mo sustituir el trigo por disonancia. Una maravilla¡±.
Ignacio Juli¨¤ esboza c¨®mo era aquel Lou Reed con 22 a?os: ¡°Un muchacho problem¨¢tico al que impulsaba una gran pasi¨®n por explorar el submundo, la periferia de la sociedad y sus habitantes al margen, y crear m¨²sica que reflejase esa b¨²squeda. Siempre me fascin¨® el hecho de que grabase su primer disco, un sencillo de doo-wop, con solo 16 a?os; y tambi¨¦n que siguiese activo como m¨²sico hasta sus ¨²ltimos d¨ªas. Si perfilamos la trayectoria que va de estos primeros ensayos hasta su incomprendida pero a mi juicio extraordinaria obra final Lulu, junto a Metallica, observamos en toda su dimensi¨®n a un creador irrepetible que rompi¨® fronteras est¨¦ticas, literarias y morales¡±. Rosenvinge a?ade: ¡°Mis hermanos mayores ten¨ªan algunos vinilos de Lou Reed. Recuerdo escucharlos a los 14 a?os con verdadera fascinaci¨®n. De Transformer me encantaban las canciones; de Rock and Roll Animal me atra¨ªa el misticismo del directo (no hab¨ªa estado en un concierto a¨²n), y de Berl¨ªn, el dramatismo de la historia. Pero por encima de todo era esa voz semihablada, aterciopelada, fr¨¢gil y profunda, que consegu¨ªa traspasar los altavoces y sonar como si estuviera cantando en tu o¨ªdo, lo que resultaba, y resulta, hipn¨®tico¡±.
La parte misteriosa de las grabaciones contenidas en Word & Music 1965 viene aqu¨ª: aquel veintea?ero Reed las grab¨® en una cinta que meti¨® en un sobre con un sello con fecha de 11 de mayo de 1965. El remitente era ¨¦l mismo: Lewis Reed (su nombre real) y estaba firmada por un notario. ?La raz¨®n de este sorprendente env¨ªo? Era habitual en algunos m¨²sicos que se enviaran a ellos mismos las grabaciones por correo como una forma de establecer los derechos de autor. Un paquete sellado y registrado ante notario demostraba que las canciones exist¨ªan en esa fecha. En conclusi¨®n, Reed estaba mirando por su futuro y quer¨ªa asegurarse de que esas composiciones siempre iban a ser suyas. As¨ª de claro ten¨ªa que iba a trascender. Dos meses despu¨¦s de registrar esos temas, en julio de 1965, Sterling Morrison se uni¨® al grupo de Reed y Cale y decidieron llamarse The Velvet Underground. En diciembre de ese mismo a?o se sum¨® la baterista Maureen Tucker.
El sobre con la cinta, sin abrir, fue encontrado en su oficina despu¨¦s de su muerte, en 2013. ?Por qu¨¦ Reed nunca lo abri¨®? Eso se lo llev¨® ¨¦l a la tumba. Fue en 2017, cuando su pareja, la tambi¨¦n artista Laurie Anderson, lleg¨® a un acuerdo con la Biblioteca P¨²blica de Nueva York para donar diverso material del m¨²sico, cuando se descubri¨®. La cinta con esas primeras grabaciones estuvo escondida, por tanto, 52 a?os. Una historia propia de un tipo con fama de cascarrabias y al¨¦rgico a la prensa que cant¨® a las almas descarriadas de las urbes mejor que nadie.
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