Javier Mar¨ªas, el m¨¢s europeo de los escritores
La escena literaria internacional lamenta la p¨¦rdida del admirado y reconocido autor
En 1979, un a?o despu¨¦s de la publicaci¨®n de El monarca del tiempo, el tercer libro de Javier Mar¨ªas, en la revista acad¨¦mica Rassegna Iberistica, una joven acad¨¦mica italiana, Elide Pittarello, destacaba ¡°la irrupci¨®n de lo inesperado en la vida cotidiana¡± y el dominio de la realidad que ejerc¨ªa el pensamiento en esa historia. Fue una de las primeras rese?as en Europa sobre el entonces joven autor y el principio de una larga amistad. ¡°Mar¨ªas lleg¨® a los lectores comunes y al p¨²blico m¨¢s sofisticado¡±, reflexionaba al tel¨¦fono el italiano Ernesto Franco, editor del novelista en Einaudi. ¡°Era un escritor que realmente pensaba en la bella letteratura, que empleaba un idioma muy refinado. Adem¨¢s, su trabajo como traductor le permiti¨® habitar distintos idiomas a trav¨¦s de grand¨ªsimos autores¡±.
Sus historias con frecuencia transcurr¨ªan en Reino Unido, su estilo mezclaba las ideas y el pensamiento de los personajes mientras narraban lo que ocurr¨ªa y echaban la vista atr¨¢s, fundiendo ensayo y ficci¨®n. Sus devotos lectores se encontraban en Alemania, Francia, Italia, Holanda. Ha sido traducido a 46 lenguas y editado en 59 pa¨ªses. ¡°Es el m¨¢s europeo de los escritores espa?oles de su generaci¨®n¡±, apunta en conversaci¨®n telef¨®nica su editor en Gallimard, Gustavo Guerrero. ¡°Su consolidaci¨®n en Francia fue muy temprana. La ambici¨®n filos¨®fica y la densidad moral de su trabajo fortalecieron un v¨ªnculo con los lectores y con los escritores que le conectaban con la tradici¨®n francesa. Javier era el m¨¢s respetado de los escritores espa?oles por sus pares franceses, algo que se gan¨® con sus libros de ficci¨®n y sus reflexiones sobre la literatura recogidas en ensayos¡±. Su particular relaci¨®n con la lengua ¡ªque adem¨¢s era ¡°un elemento central en sus tramas¡±, como apunta Guerrero¡ª, complicaba el trabajo de sus traductores. En franc¨¦s, en los ¨²ltimos a?os ha sido Marie-Odile Fortier-Masek, y en ingl¨¦s, la multipremiada Margaret Jull Costa.
Hace a?os en la Feria de Frankfurt, la editora Michi Strausfeld tuvo que traducirle en vivo. Este domingo recordaba al tel¨¦fono, poco despu¨¦s de conocer la noticia de su fallecimiento, lo dif¨ªcil que fue enfrentarse a esas largas frases. Se hab¨ªan conocido en 1977 en el comit¨¦ de lectura que organiz¨® Jaime Salinas en Alfaguara, que el legendario editor dirig¨ªa desde la sede de Torres Blancas. ¡°En Alemania su ¨¦xito lleg¨® con Coraz¨®n tan blanco y nunca ces¨®, su voz se impuso como la de ning¨²n otro autor espa?ol. Los lectores le han seguido admirando, queriendo y leyendo. No se concibe la literatura contempor¨¢nea sin Mar¨ªas¡±, recordaba desde Berl¨ªn.
En 1996, en el programa literario m¨¢s importante de la televisi¨®n alemana, Marcel Reich-Ranicki, la gran autoridad de la cr¨ªtica, dijo que era ¡±uno de los mayores escritores vivos del mundo¡±, y que Coraz¨®n tan blanco era ¡°una obra maestra¡±. El idilio del madrile?o con los lectores alemanes fue apabullante. Ahora, en dos semanas est¨¢ previsto el lanzamiento de Tom¨¢s Nevinson, su novela m¨¢s reciente, que llegar¨¢ a Francia en enero y a EE UU tambi¨¦n en 2023. Desde Nueva York, Diana Tejerina Miller, del sello Alfred Knopf, respond¨ªa por correo electr¨®nico: ¡°Hemos tenido la inmensa suerte de publicar a Javier Mar¨ªas durante la ¨²ltima d¨¦cada. Tantos escritores en EE UU y en todo el mundo se cuentan entre sus admiradores y han recibido la influencia de su estilo tan ¨²nico: su brillantez y erudici¨®n, su introspecci¨®n en la naturaleza humana, sus frases sinuosas. Es una noticia desoladora. Su trabajo tendr¨¢ un largo eco¡±. El periodista de la revista The New Yorker, Jonathan Blitzer, que entrevist¨® al madrile?o en su ¨²ltimo viaje a EE UU hace casi una d¨¦cada, se refer¨ªa el domingo al impacto de Mar¨ªas en el trabajo de otros: ¡°Veo su influencia en el trabajo de los escritores actuales que m¨¢s admiro. El caso m¨¢s reciente, un cuento de Ben Lerner que me hizo pensar que claramente le encantaba el principio de Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª. ?Y qui¨¦n puede ech¨¢rselo en cara? Es simplemente fant¨¢stico¡±.
Desde Portugal, la editora Clara Capit?o hablaba de los muchos lectores que en la tarde del domingo, ¨²ltimo d¨ªa de la feria del libro de Lisboa, se acercaron a buscar un libro de Javier Mar¨ªas. ¡°Los enamoramientos fue el libro que lanz¨® realmente su trabajo en Portugal, cuando su prestigio internacional ya estaba firmemente asentado¡±, apuntaba, y explicaba que curiosamente este noviembre estaba prevista la salida en luso de la primera novela de Mar¨ªas, Los dominios del lobo.
Efectivamente, hay una larga lista de grandes premios europeos que Mar¨ªas ha recibido, desde Prix Femina ?tranger hasta el premio Gregor von Rezzori pasando por el Alberto Moravia y el ?sterreichische Staatpreis f¨¹r Europ?ische Literatur. En Londres, el editor brit¨¢nico Simon Prosser afirmaba sentirse conmocionado por la noticia.
En la emisora de radio France Culture hace unos a?os, le preguntaron a Mar¨ªas qu¨¦ era para ¨¦l ser escritor, seg¨²n recordaba Gustavo Guerrero. ¡°Dijo que escribir es una forma de pensar, que no existe de otra forma que no sea escribiendo. Y nos dej¨® a todos en silencio¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.