¡®Cr¨ªmenes del futuro¡¯, o la cirug¨ªa es el nuevo sexo, seg¨²n Cronenberg
Nuestra basura contempor¨¢nea como alternativa para el futuro; ya no hay lugar para el reciclaje, solo para el sustento comestible, cuenta el director canadiense
21 pel¨ªculas despu¨¦s, David Cronenberg ha vuelto a Cr¨ªmenes del futuro. Al t¨ªtulo de su primeriza producci¨®n de 1970, que no a su contenido, aunque s¨ª haya ideas que se repitan, que se transformen, que nazcan de un cuerpo, en este caso una obra f¨ªlmica, para acabar ¡ªen la palabra clave del cine del canadiense¡ª mutando.
En la primera Cr¨ªmenes del futuro, el cuerpo de un hombre creaba misteriosos nuevos ¨®rganos, complejos, perfectos y ¨²nicos. Y apenas se extra¨ªa uno quir¨²rgicamente, sal¨ªa otro nuevo. ¡°?l afirma que su cuerpo es una galaxia y sus nuevas criaturas son sistemas solares¡±, se dec¨ªa. Era una nueva forma de c¨¢ncer creativo. En la nueva Cr¨ªmenes del futuro, la cirug¨ªa es el nuevo sexo.
Los l¨ªmites del arte, si es que los hay, est¨¢n expuestos por Cronenberg desde dentro y desde fuera. Internamente, en el propio relato, con esas performances de los protagonistas, con p¨²blico y aplausos en salas alternativas y exclusivas, con las que los personajes de Viggo Mortensen y L¨¦a Seydoux muestran en directo las mutaciones de sus ¨®rganos y las cirug¨ªas que los sustituyen. Espect¨¢culos de vanguardia dentro de una historia que, del mismo modo, conforman una pel¨ªcula externa, la de Cronenberg, que tambi¨¦n apela al p¨²blico (o, al menos, a un cierto tipo de audiencia), para articularse como obra provocativa y provocadora de sensaciones y emociones al margen de cualquier convencionalismo.
La (presunta) llamada de atenci¨®n del director acerca del cambio clim¨¢tico se presenta en la historia a trav¨¦s de una sociedad secreta que prepara una revoluci¨®n. Sus miembros son capaces de alimentarse a base de pl¨¢stico. Nuestra basura contempor¨¢nea como alternativa para el futuro. Ya no hay lugar para el reciclaje, solo para el sustento comestible. Como una suerte de las galletas Soylent Green de la fabulosa Cuando el destino nos alcance (1973), ?ambientada en 2022!, aunque sustituyendo aquel enigm¨¢tico alimento sint¨¦tico por papeleras o cubos de fregar que se muerden a bocados. Sin embargo, es muy probable que el ecologismo no sea lo que m¨¢s le interese al casi octogenario autor.
De principio a fin, la pel¨ªcula se configura como un destilado de su cine de la Nueva Carne y sus particulares obsesiones, ejercitadas desde su primer Cr¨ªmenes del futuro, el de 1970, con su perenne voz en off, sus soliloquios, su rosario de ideas inteligentes y malsanas y su a¨²n tosca narrativa, y hasta esta nueva Cr¨ªmenes del futuro de 2022. Las mutaciones del cuerpo, las perversiones de la ciencia, las anomal¨ªas de las sociedades. La rabia mental de una mujer que le provocaba tener hijos con tumores en Cromosoma 3; la conversi¨®n del pensamiento en algo f¨ªsico, ya sea materia o movimiento, en Scanners; el regreso al vientre materno, con una nueva existencia dentro de una televisi¨®n, en Videodrome; los gemelos siameses de Inseparables, m¨¦dicos especialistas en infertilidad femenina, y sus horrendos artilugios m¨¦dicos; el proceso art¨ªstico como enfermedad en El almuerzo desnudo; la fascinaci¨®n sexual por las cicatrices y las pr¨®tesis mec¨¢nicas de Crash; el juego de realidad virtual conectado a un orificio humano de eXistenZ.
Todo lo anterior, de una u otra forma, est¨¢ en Cr¨ªmenes del futuro. El sexo ligado al suplicio. El arte como forma de tortura. La obstinaci¨®n de un creador, Cronenberg, en abrir en canal las mentes de sus espectadores hasta transformarlos en juguetes de su propia imaginaci¨®n. La mutaci¨®n de la evoluci¨®n humana, en forma de neonoir sexy y da?ino, iluminado por el color rojo sangre del vestido de su protagonista femenina. Cine para el ardor y el dolor.
CR?MENES DEL FUTURO
Dirección: David Cronenberg.
Intérpretes: Viggo Mortensen, Léa Seydoux, Kristen Stewart, Scott Speedman.
Género: ciencia ficción. Canadá, 2022.
Duración: 107 minutos.
Estreno: 23 de septiembre.
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