David Cronenberg: ¡°Todo el mundo deber¨ªa rodar una pel¨ªcula sobre su propia muerte, es muy revelador¡±
El realizador canadiense, que recoge el Premio Donostia, bromea sobre su cuerpo: ¡°Uso aud¨ªfonos y desde que me operaron de cataratas, ya no llevo las gafas de siempre. Ahora soy bi¨®nico, soy el futuro¡±
Desde que con Agn¨¨s Varda se abriera la posibilidad de entregar premios Donostia no solo a int¨¦rpretes, sino tambi¨¦n a directores, el festival de San Sebasti¨¢n ha ganado en posibilidades de galardonar a maestros del cine actual. Y en esta 70? edici¨®n le ha tocado a David Cronenberg (Toronto, 79 a?os), un artista indiscutible.
Con los a?os, Cronenberg ha devenido en un cineasta cl¨¢sico. Tras m¨¢s de una veintena de largos y haber dado un revolc¨®n al cine de ciencia ficci¨®n en cualquiera de sus subg¨¦neros, la mirada de Cronenberg o, mejor a¨²n, sus intereses impregnan cada plano y cada una de sus decisiones narrativas. Siempre, adem¨¢s, sorprendiendo. Cuando el Zinemaldia anunci¨® la concesi¨®n del Premio Donostia, explic¨® en el comunicado que era el ¡°maestro del horror biol¨®gico, de las atm¨®sferas turbadoras y de un universo tan personal como intransferible¡±. Han pasado, por ejemplo, 25 a?os del estreno de Crash y pocos han igualado su planteamiento.
La rueda de prensa previa a la entrega este mi¨¦rcoles por la noche del galard¨®n, a la que ha acudido con puntualidad, empez¨® con retraso tras la petici¨®n del cineasta de que la traducci¨®n se hiciera en persona a su lado. Nada de t¨¦cnica, una decisi¨®n que valdr¨ªa como eco a una carrera en la que los cuerpos humanos han sido fundamentales. Minutos despu¨¦s, cuando le han preguntado por su futuro, ha bromeado sobre por qu¨¦ ha rechazado usar auriculares para escuchar al traductor: ¡°Uso aud¨ªfonos y desde que me operaron de cataratas ya no llevo las gafas de siempre. Ahora soy bi¨®nico, soy el futuro¡±.
En 2014, Cronenberg public¨® la novela Consumidos, y a trav¨¦s de esa referencia ha viajado a sus inicios. ¡°De joven quer¨ªa ser escritor, como mi padre. Iba a hacer novelas; es m¨¢s, publiqu¨¦ la primera con 20 a?os, y he tardado medio siglo en escribir la siguiente. El cine me rapt¨®. Hace un tiempo pens¨¦ que ya hab¨ªa acabado con el cine, y la producci¨®n de Cr¨ªmenes del futuro [que es estren¨® en Cannes, se proyecta en San Sebasti¨¢n en la gala del premio Donostia y se estrena comercialmente el viernes] fue una sorpresa, porque lleva escrita 20 a?os. Si escribiera ahora un guion dif¨ªcilmente producible, lo pasar¨ªa a novela. Para m¨ª, escribir un libro es todav¨ªa un impulso primario¡±.
El arte en esencia es criminal, y los artistas somos criminales, dije hace a?os bas¨¢ndome en la concepci¨®n freudiana de que la civilizaci¨®n aplasta y acalla el impulso animal¡±
?Ha jugado Cronenberg con el p¨²blico a lo largo de su carrera? Al director, siempre sonriente y de maneras corteses, esta pregunta le ha dolido algo y ha dedicado una pormenorizada disertaci¨®n para explicarse: ¡°Yo no empujo al l¨ªmite al espectador, sino a m¨ª mismo. E invito a la audiencia a que me acompa?e. Hitchcock se describ¨ªa como un maestro de marionetas, porque manipulaba a la audiencia. Yo no lo veo as¨ª, ni me veo as¨ª. Una pel¨ªcula es un viaje creativo en el que invento y exploro por m¨ª mismo. Y luego al estrenarla le digo a los espectadores: ¡®Este ha sido mi viaje, a ver qu¨¦ pens¨¢is vosotros¡±. Por eso, nunca ha tenido l¨ªneas rojas ni temas tab¨²es. ¡°Sencillamente, si no hago algo es porque no le veo el valor. Por ejemplo, nunca he filmado una pel¨ªcula sobre perros [bromea]. El shock per se nunca me ha interesado¡±. Acerca del Donostia, recibido de manos del director francoargentino Gaspar No¨¦, Cronenberg se ha definido como un hombre con suerte: ¡°He recibido numerosos premios en mi carrera en lugares muy cin¨¦filos, como San Sebasti¨¢n. Siempre pens¨¦ que estos honores serv¨ªan para decir basta al homenajeado, y ahora s¨¦ que en realidad te animan a hacer m¨¢s cine¡±. Aunque a continuaci¨®n ha confesado: ¡°Si no hago otra pel¨ªcula, a nadie le va a preocupar. Es una ventaja de no vivir en Hollywood, no sufro productores que me presionen. Algunas de mis pel¨ªculas han sido comerciales, cierto, cuando esa nunca ha sido mi intenci¨®n¡±.
?Y tiene consejos para las nuevas generaciones? ¡°Es muy dif¨ªcil dar consejos porque los tiempos han cambiado mucho. No me siento con la suficiente sabidur¨ªa. Tal vez: s¨¦ fuerte, acepta tus limitaciones y prep¨¢rate a sufrir¡±. Y ha a?adido: ¡°Me satisface que la gente diga que soy un ejemplo a seguir. No hago por eso cine. Y es bonito tener como contempor¨¢neos a directores como Julia Ducournau, autores de distinta edad a la m¨ªa, con los que comparto una misma intensidad creativa¡±.
El a?o pasado, Cronenberg dirigi¨® el corto The Death of David Cronenberg, en el que encara su propia muerte. De forma risue?a ha explicado el proceso de creaci¨®n y, en especial, el por qu¨¦: ¡°Todo el mundo deber¨ªa rodar una pel¨ªcula sobre su propia muerte, Es muy revelador. En este filme, que no dura m¨¢s de un minuto, me meto en la cama con mi cuerpo. En realidad ese cuerpo proced¨ªa de la serie Slasher, en la que hab¨ªa encarnado a un villano que acababa muerto en un congelador. Ped¨ª qued¨¢rmelo y lo met¨ª en la cama de mi hija... que ya no vive en casa, claro. Como se estaba deteriorando, decid¨ª no dejar pasar m¨¢s tiempo, y usarlo para una pel¨ªcula que nos aproxima a la muerte¡±. M¨¢s serio se ha puesto cuando ha reflexionado sobre el calentamiento global y la ingente producci¨®n de basura de los seres humanos, uno de los temas de Cr¨ªmenes del futuro. ¡°Me preocupa si tendremos ¨¦xito en encarar el cambio clim¨¢tico con lo que hemos ensuciado el mundo. Ojal¨¢ avancemos, pero a esta lucha le acompa?an otras locuras, como la guerra de Ucrania. El ser humano tiene un impulso incre¨ªble por destruir. No soy muy optimista¡±.
En lo que s¨ª se ha mostrado esperanzado es en su siguiente proyecto y en el uso de la tecnolog¨ªa en el cine. ¡°En The Shrounds contar¨¦ con Vincent Cassel y L¨¦a Seydoux, con los que ya he trabajado previamente. Es un proyecto muy personal con partes autobiogr¨¢ficas, como descubrir¨¢n quienes me conozcan. Espero rodar en primavera. Y desde luego, me sigue fascinando la tecnolog¨ªa. Soy su gran defensor. Yo empec¨¦ en los sesenta, cuando triunfaba el underground neoyorquino, que apostaba hacer cine fuera de Hollywood. En Toronto nadie hac¨ªa cine, y eso fue una revelaci¨®n: cualquiera, de repente, pod¨ªa dirigir un filme. Hoy, si posees un buen m¨®vil, puedes hacer una buena pel¨ªcula¡±.
Aunque el arte est¨¢ en otro lado, y a ello dedic¨® otra larga respuesta: ¡°El arte en esencia es criminal, y los artistas somos criminales, dije hace a?os bas¨¢ndome en la concepci¨®n freudiana de que la civilizaci¨®n aplasta y acalla el impulso animal. Sigo creyendo en ello. El arte se alimenta de las partes de nuestro subconsciente que est¨¢n prohibidas y ocultas, y que desde luego se tienen que expresar. Espero cometer m¨¢s cr¨ªmenes en el futuro haciendo m¨¢s pel¨ªculas¡±.
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