Berm¨²dez de Castro, paleoantrop¨®logo y acad¨¦mico de la RAE: ¡°Los chimpanc¨¦s tambi¨¦n practican la pol¨ªtica¡±
Investigador del yacimiento de Atapuerca, el cient¨ªfico ingresa en la academia de la lengua con un discurso en el que ha ¡°enfatizado las similitudes¡± del ser humano con los dem¨¢s primates: ¡°En las democracias, los partidos pol¨ªticos son los machos alfa¡±
Somos m¨¢s parecidos de lo que nos creemos a esos chimpanc¨¦s que vemos trepar por un ¨¢rbol en cualquier documental de sobremesa o a los ejemplares que nos observan mientras se rascan en un zool¨®gico. ¡°Enfatizar esas similitudes¡± entre ambas especies en sus comportamientos en diferentes ¨¢mbitos ha centrado el discurso de ingreso en la Real Academia Espa?ola (RAE) del paleoantrop¨®logo y bi¨®logo Jos¨¦ Mar¨ªa Berm¨²dez de Castro (Madrid, 70 a?os), titulado Naturaleza, cultura y evoluci¨®n, en el que ha empleado casi una hora. La instituci¨®n que observa la evoluci¨®n del espa?ol suma a su pleno de acad¨¦micos ¡ªcon ¨¦l son 40 de 46 plazas disponibles¡ª a un hombre de ciencia, que ha dedicado su vida profesional sobre todo ¡°al estudio de los seres humanos extinguidos y al de nuestra propia especie¡±, ha dicho esta tarde en el sal¨®n de actos de la academia, al que ha entrado flanqueado por Carlos Garc¨ªa Gual y Juan Mayorga, los dos anteriores en ingresar en la RAE.
Berm¨²dez de Castro, premio Pr¨ªncipe de Asturias de Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica en 1997 por su trabajo como codirector en los yacimientos arqueol¨®gicos de la sierra de Atapuerca (Burgos), espacio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue elegido en diciembre para suceder en la silla K al fil¨®logo y arabista Federico Corriente, fallecido el 16 de junio de 2020. Adem¨¢s de para su antecesor, ha tenido palabras para otros nombres que ocuparon esa silla, como la escritora Carmen Conde, la primera mujer en la academia, que fue solo de hombres hasta 1978, lo que le ha llevado a se?alar: ¡°Es muy lamentable que durante varios miles de a?os y pr¨¢cticamente en todos los rincones de nuestro planeta, los hombres hayamos prescindido de la mitad del talento que atesora la humanidad¡±.
A meses de su jubilaci¨®n, este aficionado a practicar hora y media diaria de deporte, ha comenzado la parte central de su discurso citando al cient¨ªfico sueco Linneo: ¡°En su obra Systema Naturae, de 1758, incluy¨® nuestra especie con la denominaci¨®n de Homo sapiens¡±. Con ello se refer¨ªa al ¡°hombre sabio, capaz de conocer, de realizar razonamientos abstractos, operaciones mentales conceptuales y simb¨®licas complejas¡±. A Linneo le cayeron muchas cr¨ªticas por ¡°considerar que los seres humanos deber¨ªamos ser tratados como una especie m¨¢s¡± dentro del reino animal. ¡°Sin embargo, compartimos casi el 99% de nuestros genes con los chimpanc¨¦s. En t¨¦rminos evolutivos nos separa de ellos un suspiro temporal¡±, ha a?adido Berm¨²dez de Castro, coordinador del Programa de Paleobiolog¨ªa del Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre la Evoluci¨®n Humana (Cenieh) y covicepresidente de la Fundaci¨®n Atapuerca. ¡°Lo que nos diferencia de los dem¨¢s primates y nos hace m¨¢s humanos es la cultura¡±.
El nuevo acad¨¦mico, al que dio la r¨¦plica con su discurso de bienvenida el vicedirector de la RAE, Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Ron, con un encomio de su labor investigadora, ha divulgado su ciencia a trav¨¦s de cursos, conferencias y libros, entre estos ¨²ltimos destacan: El chico de la Gran Dolina (2002), sobre la evoluci¨®n humana y con el que debut¨®; Atapuerca. Perdidos en la colina (2004), que explicaba el fen¨®meno de ese yacimiento; La evoluci¨®n del talento (2010), Hijos de un tiempo perdido (2011), Exploradores (2012), Or¨ªgenes: el Universo, la Vida, los Humanos (2015), Un viaje por la prehistoria (2013), Peque?os pasos. Creciendo desde la prehistoria (2017) o Dioses y mendigos. La gran odisea de la evoluci¨®n humana, de 2021. Ha publicado ocho art¨ªculos en la revista Science y otros tantos en Nature.
Compartimos casi el 99% de nuestros genes con los chimpanc¨¦s
En su campo, la paleoantropolog¨ªa, ha estudiado a nuestros ancestros, sus comportamientos y evoluci¨®n. Los humanos no somos tan especiales como pensamos, por ejemplo, al desenvolvernos en la cosa p¨²blica. ¡°Los chimpanc¨¦s tambi¨¦n practican la pol¨ªtica¡±, ha asegurado sobre estos animales, con los que compartimos un ancestro com¨²n. Para argumentarlo, ha citado al primat¨®logo y psic¨®logo holand¨¦s Frans de Waal, de la Universidad de Emory, en Atlanta, que ha estudiado c¨®mo ¡°los machos alfa consiguen y mantienen su poder¡±. ¡°Para ello, la fortaleza f¨ªsica no es imprescindible. La habilidad, la astucia y una estrategia bien planificada resultan m¨¢s adecuadas¡±. As¨ª, un macho alfa ¡°puede hacer acopio de comida para repartirla entre los que le son fieles. ?Tal vez una especie de soborno? ?Por supuesto!¡±, se ha respondido. Tan antiguo como la pol¨ªtica.
Otro aspecto al que se ha referido y del que podr¨ªa salir un chiste de los del tipo en qu¨¦ se parece Joe Biden a un mono: ¡°Los machos alfa no tienen demasiado inter¨¦s por las cr¨ªas, pero se ganan el favor de algunas hembras si besan o sostienen en alto a sus hijos. ?Acaso no hemos observado un comportamiento similar en los humanos aspirantes a ganar unas elecciones presidenciales?¡±, se ha preguntado, entre las risas de algunos de los asistentes. Adem¨¢s, los chimpanc¨¦s son maquiav¨¦licos para lograr mayor¨ªas que les ayuden a dominar al grupo. ¡°Sus coaliciones no siempre son las mismas. Las alianzas entre machos y hembras pueden cambiar en funci¨®n de las circunstancias. En las democracias, los partidos pol¨ªticos son los machos alfa. No hemos inventado casi nada¡±.
Siguiendo con machos alfa, ha hablado del comportamiento que nos lleva a los humanos a defender un territorio que consideramos propio. ¡°Pero como tambi¨¦n deseamos conseguir lo que tienen los otros, empleamos conflictos armados o discursos repletos de falacias. Nos golpeamos el pecho con los pu?os para demostrar nuestra fortaleza y amedrentar a los adversarios¡±. Lo que ha sonado a alusi¨®n al macho alfa que desde Mosc¨² inici¨® hace ocho meses una guerra en la que han muerto miles de personas en Ucrania.
Producimos desechos que ponen en riesgo nuestra salud y la de las dem¨¢s especies
Asimismo, hay un ¡°aspecto cognitivo¡± que la especie humana considera exclusivo suyo, ¡°el sentido de la justicia¡±. Sin embargo, es algo que compartimos con el cerebro de los peludos: ¡°Las hembras suelen intermediar cuando se produce una pelea entre dos machos que no admiten la reconciliaci¨®n. Se ha podido observar a hembras desarmando a un macho para evitar el da?o que podr¨ªa provocar en otro. Tambi¨¦n se ha constatado que los chimpanc¨¦s adultos reaccionan con indignaci¨®n cuando ven que otro hace da?o a una cr¨ªa¡±.
Berm¨²dez de Castro ha terminado con una advertencia y una esperanza. La primera, con un mensaje conservacionista: ¡°Algunos pueblos se han apuntado a una carrera fren¨¦tica por alcanzar cotas tecnol¨®gicas impensables hace solo d¨¦cadas. Para ello devoramos recursos y producimos desechos, que ponen en riesgo nuestra salud y la de las dem¨¢s especies¡±. Y la esperanza apela a la inteligencia de esos mismos seres: ¡°Deseo que muchas mentes competentes unan sus capacidades para crear un ente superior capaz de proponer un modelo totalmente diferente al actual¡±.
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