Feria de Oto?o de Madrid: el toreo ausente
Tarde aburrida de Perera, Leal y Lorenzo ante una desigual corrida de Fuente Ymbro con la que destacaron varios toreros de plata
El festejo respondi¨® a la escasa expectaci¨®n despertada por el cartel. Sobre el papel, no parec¨ªa el m¨¢s adecuado para cerrar la Feria de Oto?o. No. Con el respeto debido, Miguel ?ngel Perera, Juan Leal y ?lvaro Lorenzo compon¨ªan una terna previsible. Y el resultado final ha superado los temores iniciales. Ante una corrida desigual en todos los aspectos de Fuente Ymbro, los tres toreros ofrecieron un recital de somnolencia, como si tuvieran vac¨ªo el esport¨®n de las ideas, como si su alma vagabundeara lejos de la plaza, como si les importara poco, que no ser¨¢ as¨ª, la emoci¨®n, ese concepto tan extra?o pero que es la savia fecunda de este espect¨¢culo.
Si el toreo es un don, estuvo ausente; si es un sentimiento, tambi¨¦n; y si es entrega, estaba de vacaciones.
En esta corrida se apoder¨® del escenario la mediocridad, solo espantada por las brillantes actuaciones de algunos toreros de plata que dejaron muy alto el pabell¨®n del toreo. En ese p¨®dium figuran con todos los honores Javier Ambel, Andr¨¦s Revuelta, Iv¨¢n Garc¨ªa, Fernando S¨¢nchez y Curro Javier, con las banderillas ¡ªeste ¨²ltimo, tambi¨¦n con el capote en la lidia del primer toro¡ª, y el picador Vicente Gonz¨¢lez, que protagoniz¨® un vibrante tercio de varas en el toro quinto. Momentos todos ellos torer¨ªsimos, brillantes y emocionantes.
Todo lo dem¨¢s fue previsible, como sin¨®nimo de anodino, versiones diferentes del pegapasismo imperante, aburrimiento generalizado y un ambiente triste y desalentador. No se debe venir a Madrid sin m¨¢s idea que tirar l¨ªneas, dar pases insulsos, sin sentido del mando, sin ¨¢nimo aparente para no motivar al p¨²blico y convencerlo de que el pago de la entrada ha merecido la pena.
Encastado y repetidor era el primero, y Perera hizo una faena tan larga y valerosa como intrascendente, insustancial y cansada. Daba la impresi¨®n de que estaba repitiendo una labor mil veces ejecutada sin gracia alguna. Inv¨¢lido era el quinto, lo que eximi¨® al torero de buscar las cercan¨ªas.
La cercan¨ªa al toro es lo que parece gustar a Juan Leal, cuya tauromaquia comienza y termina en el arrim¨®n como f¨®rmula eficaz para cautivar a la audiencia. Y, a veces, lo consigue ciertamente, aunque no pudo rematar su paso por la feria porque su sentido del toreo es hueco, lo que demostr¨® ante el noble segundo de la tarde, y porque el quinto era tan bronco y deslucido que no pudo transmitir miedo a los tendidos.
Y Lorenzo se encontr¨® una vez m¨¢s ¡ªes un torero con suerte¡ª con un toro repetidor y fijeza en su embestida ante el que dibuj¨® dos pases por bajo largos y cadenciosos que parec¨ªan el preludio de una faena art¨ªstica. No. Alg¨²n muletazo suelto, sobre todo los de pecho, y pare de contar. El don del toreo lo tiene tan escondido que no se le vio ante un compa?ero propicio para el triunfo. Y con el sexto, que obedeci¨® con codicia a los cites de Iv¨¢n Garc¨ªa y Fernando S¨¢nchez en el segundo tercio, se volvi¨® a colocar mal, muy despegado, sin confianza en s¨ª mismo, y el animal se aburri¨® cuando ya el p¨²blico llevaba durmiendo un buen rato.
?Acaso creen los toreros que con esa actitud suya quedan ganas de volver a la plaza para verlos de nuevo? Pues eso.
Fuente Ymbro/Perera, Leal, Lorenzo
Cinco toros de Fuente Ymbro, bien presentados, cumplidores en el caballo primero y quinto, y mansos los demás; encastados primero y tercero; soso y noble el segundo, inválido el cuarto y deslucido el quinto; y un toro -el sexto- de Puerto de San Lorenzo, bien presentado, cumplidor en varas y noble.
Miguel Ángel Perera: estocada trasera _aviso_ (ovación); estocada caída y un descabello (silencio).
Juan Leal: pinchazo y estocada _aviso_ (ovación); media estocada atravesada y un descabello (silencio).
Álvaro Lorenzo: pinchazo y estocada caída (ovación); dos pinchazos y el toro se echa (silencio).
Plaza de Las Ventas. Cuarta corrida de la Feria de Otoño. 9 de octubre. Casi lleno (19.123 espectadores, según la empresa).
Babelia
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