Dorantes, c¨®mo hacer un disco de piano flamenco al rev¨¦s

¡°La idea de este disco era, desde el principio, hacerlo al rev¨¦s¡±, sorprende Dorantes (Lebrija, Sevilla, 53 a?os) al referirse a su nueva grabaci¨®n, Identidad (Flamenco Scultura), un disco de piano solo registrado en riguroso directo durante un reciente concierto en Sevilla, que presenta hoy s¨¢bado en los Teatros del Canal de Madrid, dentro de la programaci¨®n del festival Suma Flamenca. Con ese ¡°al rev¨¦s¡±, el pianista alude al proceso creativo de una obra que tuvo un primer avance hace dos a?os en la XXI Bienal de Flamenco de Sevilla. ¡°A partir de ah¨ª¡±, contin¨²a, ¡°empec¨¦ a girarla y he estado en muchos sitios de Centroeuropa, tambi¨¦n de aqu¨ª, en lugares de m¨²sica cl¨¢sica y de jazz, pero siempre con una exigencia: que fueran espacios ac¨²sticos, para que se escuchara el sonido directo y natural del piano¡±. Tras una veintena de conciertos, el autor ha sentido que hab¨ªa hecho suyo el proyecto y ha decidido grabarlo.

Explica Dorantes que con Identidad ha querido ir al centro, a la ra¨ªz: ¡°Me apetec¨ªa darle al p¨²blico lo m¨¢s natural, lo m¨¢s puro del ser humano, de la creaci¨®n, de la improvisaci¨®n, de buscar la nota adecuada en el momento, y ello a trav¨¦s de un viaje hacia m¨ª mismo y hacia mis recuerdos y, a la vez, hacia la gente. Puede existir una necesidad de recogimiento, pero tambi¨¦n necesitaba abrirme a la audiencia. He querido hablarles con la m¨²sica de la forma m¨¢s natural posible y desde dentro¡±. La obra, as¨ª, se presenta con una decidida desnudez en forma y fondo, y una cierta espiritualidad que el autor confirma: ¡°Desde que yo tiro de mi ser m¨¢s interior, se convierte en algo muy espiritual. Juego con los silencios, con los vol¨²menes y con todo lo que me permita expresar esa sensibilidad¡±.

El concierto se estructura a trav¨¦s de seis piezas que se corresponden con estilos flamencos concretos. Cada uno de ellos sirve de veh¨ªculo para la expresi¨®n y recreaci¨®n de momentos escogidos de la propia biograf¨ªa del m¨²sico. Un descubrimiento de la ni?ez, como una escapada en bicicleta, se expresa con los redondos arpegios de una ronde?a, La haza?a. La sole¨¢ y la buler¨ªa de La Corredera recrean las vivencias de las fiestas familiares en Lebrija con sus t¨ªos Vicente y Juan (El Lebrijano), su abuela Mar¨ªa (La Perrata), su padre Pedro Pe?a¡­. Con la grana¨ªna Arriba en el monte nos encontramos con el segundo hallazgo, el de un bandone¨®n hallado entre los objetos encontrados en una mudanza. La Puerta es la que se abre con la llegada de una antigua pianola a la casa familiar y va en clave de unas alegr¨ªas con tiempo cambiado, mientras que la seguiriya El Paso simboliza un tr¨¢nsito decisivo, el que va de la guitarra flamenca, en la que se hab¨ªa formado, al estudio del piano acad¨¦mico con su ingreso en el Conservatorio. Por ¨²ltimo, los tangos La ciudad suponen una abstracci¨®n de sus vivencias por ciudades de medio mundo. En la grabaci¨®n, a modo de bonus track, se incluye una versi¨®n del tema Orobroy, todo un himno, de su primera grabaci¨®n del mismo nombre (1998), que fue improvisada a modo de bis al final del concierto en el que se registr¨® el disco.

Aunque el pianista afirma haberse sentido libre con sus obligaciones r¨ªtmicas y arm¨®nicas, son estilos muy concretos los que alimentan las composiciones de la obra. La interpretaci¨®n que hace Dorantes trasciende, sin embargo, el propio flamenco y sugiere una aspiraci¨®n de universalidad al combinar ¡°lo particular con lo universal¡±, en sus propias palabras. ¡°Tiene que ver con mi forma de ser, con mi actitud ante la m¨²sica y ante la vida. Parto de la ra¨ªz, pero creo mucho en el di¨¢logo, en un pensamiento universal ante la m¨²sica¡±. Algo que no resulta extra?o en un compositor que absorbi¨® de forma natural un lenguaje flamenco al que se suma la formaci¨®n acad¨¦mica cl¨¢sica y, tambi¨¦n, la m¨¢s vanguardista, junto a una permanente curiosidad y una predisposici¨®n abierta para con toda clase de culturas musicales. En la conversaci¨®n aparecen, as¨ª, de forma casual, nombres que van de B¨¦la Bart¨®k a Stravinsky, de Debussy a John Cage o a pianistas como Keith Jarret o Brad Mehldau, por los que confiesa admiraci¨®n.

¡°Tengo mucho de todos ellos¡±, reconoce. ¡°Son cosas que est¨¢n ah¨ª y que van saliendo. Como suelo decir, tengo muchas melod¨ªas y armon¨ªas en el saco y tiro de ellas en el proceso de improvisaci¨®n, porque, aunque en cada tema hay una columna vertebral y tengo unos puntos a los que me dirijo, de un punto a otro es todo improvisaci¨®n, y ese ejercicio de crear sobre la marcha se nutre de muchas fuentes, algunas de mi cosecha, otras prestadas¡±.

Con Identidad, Dorantes alcanza su s¨¦ptimo trabajo de creaci¨®n propia, dos a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de La Roda del Viento (2020), una obra dedicada a la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, que ¡ªcon acompa?amiento de orquesta de c¨¢mara, coral y percusi¨®n¡ª tuvo un tono diametralmente opuesto a la presente. Con esta, adem¨¢s del cambio de registro (piano solo ac¨²stico, desnudez¡­), el creador intuye un camino muy atractivo: ¡°La actitud de ponerte ante el piano y empezar a construir y a componer en el momento, sin tener demasiadas cosas planificadas, siempre me ha interesado much¨ªsimo. Es un camino muy natural y este proyecto tiene mucho de eso. Quiz¨¢s sea el primer paso en ese sendero¡±.