Ismael Jordi, tenor: ¡°Un cantante de ¨®pera tiene que ser un deportista de ¨¦lite¡±

¡°Mientras aqu¨ª en Espa?a est¨¦n ustedes abriendo regalos, yo estar¨¦ en Nueva York gritando como un loco¡±, bromea Ismael Jordi (Jerez de la Frontera, 49 a?os) con el que ser¨¢ su debut en el Metropolitan Opera House de Nueva York la noche de Reyes de 2023. El tenor se enfrenta a este coloso de casi 4.000 localidades en el papel de Alfredo Germont, el refinado amante de la cortesana Violetta en La traviata, la ¨®pera m¨¢s representada en el mundo, que Jordi ha cantado hasta la fecha en 104 ocasiones y con la que se cumple su expectativa frustrada hace tres a?os, cuando la pandemia oblig¨® a suspender al completo la temporada l¨ªrica neoyorquina en la que iba a ser su presentaci¨®n en un espacio l¨ªrico norteamericano, con Romeo y Julieta, de Charles Gounod. ¡°Casi hubiera preferido cantar Romeo, Alfredo es un personaje un poco ingrato¡±, reconoce Jordi en el mismo tono jocoso: ¡°En La traviata te enfrentas a un monstruo, que es el papel protagonista femenino, uno de los m¨¢s dif¨ªciles que hay para una soprano. Y despu¨¦s est¨¢ mi padre, que canta un aria famos¨ªsima¡­ Alfredo, sin embargo, se lleva todo el rato cantando, pero no es nada lucido. Incluso el p¨²blico te puede coger un poco de antipat¨ªa. Bueno, ya con los a?os vas aprendiendo, buscando matices y, en fin, Alfredo se convierte en un personaje maravilloso¡±.

Disc¨ªpulo de Alfredo Kraus y Teresa Berganza, la carrera siempre ascendente de Ismael Jordi tuvo en sus inicios ciertas dosis de azar que, aderezadas con un f¨¦rreo voluntarismo, lo han convertido en uno de los tenores l¨ªrico-ligeros m¨¢s demandados en la escena oper¨ªstica internacional. Aficionado al g¨¦nero a trav¨¦s de las grabaciones que escuchaba en el ¨¢mbito familiar, con 23 a?os no hab¨ªa asistido a¨²n a una funci¨®n en directo y se debat¨ªa entre la inc¨®gnita del bel canto y una m¨¢s que posible carrera deportiva como futbolista, hasta que se present¨® a unas audiciones para formar parte del coro del Teatro Villamarta de su Jerez natal. Cinco a?os m¨¢s tarde, debutaba en 2001 el Real de Madrid en el segundo reparto de un Cos¨¬ fan tutte dirigido musicalmente por Jes¨²s L¨®pez Cobos y en escena por Josep Maria Flotats. A partir de ah¨ª, la Bastilla de Par¨ªs, San Carlo en N¨¢poles ¡ª¡±El teatro que m¨¢s me ha impresionado¡±¡ª, La Fenice de Venecia, el Covent Garden de Londres, Roma, Viena, ?msterdam, Tokio¡­ No obstante, para el tenor andaluz ¡°la mayor satisfacci¨®n¡± no es lograr debutar en estos espacios, ¡°sino que te vuelvan a llamar¡±, como le ha ocurrido con el Covent Garden de Londres, otro de sus escenarios talism¨¢n, al que ya ha subido en tres ocasiones: ¡°Demuestra que las cosas se est¨¢n haciendo bien¡±.

Tan preocupado est¨¢, de hecho, por no dar un paso en falso, que la carrera de Ismael Jordi, que alcanza ya las dos d¨¦cadas, se ha caracterizado por haber aceptado tantos desaf¨ªos vocales como los que ha rechazado. ¡°He dicho mucho que no. Recuerdo la Scala de Mil¨¢n, una Lucia di Lammermoor, que ahora se ha convertido en la segunda ¨®pera que m¨¢s he cantado. Lo rechac¨¦ y estuve una semana sin dormir, pero no creo que fuera una decisi¨®n desacertada. Debutar con ese papel en ese teatro no hubiera sido inteligente. En esta carrera hay que saber tener paciencia¡±.

La cuidada elecci¨®n de su repertorio lo ha llevado, precisamente, a triunfar con los t¨ªtulos m¨¢s populares de Gaetano Donizetti ¡ª¡±Don Pasquale, L¡¯elisir d¡¯amore, Lucia... es el compositor que m¨¢s he cantado¡±¡ª. Precisamente estos d¨ªas representa en la Maestranza de Sevilla otro t¨ªtulo de este compositor, Roberto Devereux, ¨®pera de madurez de Donizetti y tercera de su trilog¨ªa de reinas Tudor ¡ªjunto con Anna Bolena y Mar¨ªa Stuarda¡ª, con la que el coliseo sevillano cierra el ciclo en el 225 aniversario del nacimiento del compositor bergamasco.

¡°Son ¨®peras dif¨ªciles de programar, vocalmente muy complicadas¡±, reconoce el tenor andaluz, que tiene por delante la oportunidad de hacer la trilog¨ªa completa. Acaba de representar Anna Bolena en ?msterdam y el Palau de les Arts de Valencia, ahora est¨¢ con Roberto Devereux en Sevilla y en 2024 har¨¢ Maria Stuarda. ¡°En los pr¨®ximos a?os, puede convertirse en la ¨®pera que m¨¢s haya cantado¡±, dice en referencia a Roberto Devereux, un papel igualmente ¡°desagradecido¡±, reconoce Ismael Jordi, pero al que Donizetti ¡°le regala un aria final que es un aut¨¦ntico bomb¨®n para los tenores¡± y que en la producci¨®n que se representa en Sevilla, con Alessandro Talevi como director de escena, ¡°tiene unas enormes exigencias f¨ªsicas¡±: ¡°Hay escenas en las que tengo que cantar mientras estoy corriendo, pero la ¨®pera como g¨¦nero ha evolucionado as¨ª. Hoy en d¨ªa, un cantante de ¨®pera tiene que ser casi un deportista de ¨¦lite¡±, asegura. ¡°Cada vez necesitamos ser m¨¢s exigentes en las cuestiones interpretativas y hay que estar atentos a todo, los ensayos se concentran en pocos d¨ªas y ah¨ª hay que demostrar que tienes una mentalidad deportiva o de monje de clausura¡±, bromea.

Tan honesto que reconoce que los papeles que m¨¢s le interesan son aquellos que jam¨¢s podr¨¢ cantar ¡ª¡±Me encantar¨ªa hacer A¨ªda o Manon Lescaut, pero no¡±, dice mientras se se?ala la garganta: ¡°No es mi registro de voz¡±¡ª, Ismael Jordi abandonar¨¢ Sevilla despu¨¦s de su ¨²ltima funci¨®n de Roberto Devereux el pr¨®ximo s¨¢bado con un reto en el horizonte que persigue sin perderse en carreteras secundarias: su debut en el papel principal de Werther de Massenet, del que no quiere desvelar la fecha, pero al que pretende enfrentarse ¡°en un momento m¨¢s maduro. Yo creo que me quedan diez a?os muy bonitos como cantante de ¨®pera, si todo responde y la voz va bien. Quiero estar muy atento a todo lo que canto y seguir estudiando, mejorar. Pero sobre todo, disfrutar¡±, apostilla.