¡®El buen patr¨®n¡¯, de Fernando Le¨®n, obtiene el galard¨®n a mejor comedia en los 35? premios del cine europeo

El buen patr¨®n, de Fernando Le¨®n, ha ganado el premio a mejor comedia en la 35? edici¨®n de los premios del cine europeo, celebrada en Reikiavik (Islandia), galard¨®n que supone el final de un recorrido repleto de trofeos como los Goya, los Forqu¨¦ y los Platinos del cine iberoamericano. En el escenario, Le¨®n y su productor, Jaume Roures, recogieron el trofeo: si el productor se lio en un chiste que no se entendi¨® sobre si en realidad el filme es un drama y su discurso fue deslavazado por un contin¨²o cambio de idiomas en su parlamento, Le¨®n asegur¨® que era curioso que se llevaran el trofeo ¡°los dos hombres m¨¢s serios de esta sala¡±. Despu¨¦s s¨ª reflexion¨® sobre el humor, la sensaci¨®n de vivir efectivamente en una comunidad, la de los cineastas europeos, y la lucha de estos creadores por hacer arte y poes¨ªa en el mundo actual. El resto de la representaci¨®n espa?ola (Alcarr¨¤s era candidata a mejor pel¨ªcula; sus guionistas, Carla Sim¨®n y Arnau Vilar¨®, compet¨ªan a mejor libreto, y Pen¨¦lope Cruz era finalista a mejor actriz por su labor en Madres paralelas) se fue de vac¨ªo.

No hubo ninguna duda sobre qui¨¦n fue el ganador de la noche: el sueco Ruben ?stlund, que contin¨²a con la racha que El tri¨¢ngulo de la tristeza abri¨® su Palma de Oro de Cannes. Para ¨¦l fueron mejor guion y direcci¨®n, para ¨¦l y sus productores mejor pel¨ªcula, y el mejor actor fue el croata-dan¨¦s Zlatko Buri?, que encarna al rico magnate ruso dedicado a la venta de fertilizante (¡±Vendo mierda¡±, explica en pantalla) y vigoroso defensor del capitalismo en esta s¨¢tira sobre la moda, las clases sociales y los cruceros. La Academia del cine europeo es una instituci¨®n que siempre apuesta por los grandes nombres y t¨ªtulos del a?o, y, por tanto, prioriza a los filmes procedentes de Cannes. Los 4.400 miembros de 29 pa¨ªses nunca arriesgan como conjunto.

Entre los otros galardones destac¨® el de la luxemburguesa Vicky Krieps por La emperatriz rebelde (entr¨® por videoconferencia y se emocion¨® tanto que cort¨® la transmisi¨®n); el de mejor filme de animaci¨®n para uno de los tres t¨ªtulos franceses candidatos (de cinco), Interdit aux chiens et aux italiens, de Alain Ughetto, que cuenta la vida de una familia italiana que cruza los Alpes a inicios del siglo XX hacia Francia para lograr una vida mejor, y el de mejor documental para Mariupolis 2, de Mantas Kvedaravicius, el cineasta lituano que falleci¨® el pasado 22 de abril filmando este documental en Mari¨²pol, y que fue acabado por su viuda para ser estrenado en mayo en Cannes. En el escenario de la gala su hija se llev¨® el mayor de los aplausos, con todos los asistentes puestos en pie. El galard¨®n de descubrimiento del a?o fue para la italiana Piccolo corpo, de Laura Samani.

Durante la ceremonia se anunciaron 10 de los 26 galardones. Los otros 16 se hab¨ªan ido haciendo p¨²blicos previamente. Por ejemplo, los premios t¨¦cnicos. La mejor direcci¨®n de fotograf¨ªa fue para Kate McCullough, por la irlandesa The Quiet Girl; el mejor montaje se lo llevaron ?zcan Vardar y Eytan ?peker por la turca Kurak G¨¹nler; mejor maquillaje y peluquer¨ªa lo obtuvo Heike Merker por el filme alem¨¢n Sin novedad en el frente, pel¨ªcula que tambi¨¦n obtuvo el galard¨®n a mejores efectos visuales para Frank Petzold, Viktor M¨¹ller y Markus Frank; mejor sonido para Simone Paolo Olivero, Marco Saitta, Ansgar Frerich y Florian Holzner por la italiana Il Buco; la mejor banda sonora se la llev¨® el polaco Pawe? Mykietyn por EO, y la irlandesa Belfast tambi¨¦n obtuvo dos premios: a mejor dise?o de vestuario, para Charlotte Walker, y direcci¨®n de arte, para Jim Clay.

La gala intent¨® tener algo de humor, pero es complejo en un conjunto tan amplio de pa¨ªses, y en una ceremonia con m¨¢s premios de honor y para la industria que para int¨¦rpretes y cineastas, m¨¢s atractivos para el p¨²blico. Por ejemplo, el nuevo dedicado a sostenibilidad, llamado FILM4CLIMATE, que se llev¨®... la Comisi¨®n Europea, por el programa Green Deal (hubo v¨ªdeo de su presidenta, Ursula von der Leyen); el de mejor coproducci¨®n, que recibieron los productores ucranios en su conjunto, algunos de los cuales subieron al escenario, mientras en el patio de butacas el cineasta Dmytro Sukholytkyy-Sobchuk (candidato a descubrimiento del a?o por Pamfir) ondeaba la bandera ucrania con el rostro impreso del periodista y activista por los derechos humanos Maksym Butkevych, preso por las tropas rusas. El veteran¨ªsimo Marco Bellocchio obtuvo el premio a la narraci¨®n innovadora por la estupenda serie Exterior noche.

Todo bastante aburrido para ver por televisi¨®n. Solo se salvaron Carlos Areces, que anunci¨® el trofeo a mejor cortometraje en ba?ador, chanclas y calcetines, y el palestino Elia Suleiman, un creador inteligente que basa su cine en juegos visuales y el silencio de su personaje (protagoniza sus trabajos) con un rostro p¨¦treo estilo Buster Keaton, y que en el escenario island¨¦s se lanz¨® al vac¨ªo de un discurso surrealista al agradecer uno de los dos galardones honor¨ªficos. El otro cineasta homenajeado de la noche fue la alemana Margarethe con Trotta, directora que se llev¨® otra estruendosa y merecida ovaci¨®n despu¨¦s de sacar los colores a la academia al recordar que era la tercera mujer en recibir este honor en 35 a?os de los premios. Ni el esfuerzo ¨ªmprobo de los presentadores, que ten¨ªan desde luego un buen guion, logr¨® acabar con la sensaci¨®n de estar en el sal¨®n m¨¢s aburrido del crucero de ?stlund.