Ruben ?stlund logra su segunda Palma de Oro con una s¨¢tira bestial antitodo

La bestial y delirante s¨¢tira Triangle of Sadness, del sueco Ruben ?stlund, ha logrado la Palma de Oro del 75? festival de Cannes. Una pel¨ªcula desternillante y grotesca sobre el mundo del ¨¦xito, el dinero y el burdo postureo en el que vivimos. ?stlund es un provocador nato, exagerado e hiperb¨®lico tambi¨¦n cuando recogi¨® una Palma de Oro que le va como anillo al dedo: por ser una edici¨®n especial, la firma Chopard la hab¨ªa llenado de rutilantes y ostentosos brillantes.

Como hace cinco a?os, cuando gan¨® la Palma de Oro por su caricatura del mundo del arte contempor¨¢neo en The Square, ?stlund volvi¨® a romper Cannes. Su cine se tacha de brocha gorda, de zafio, de indigno para un festival as¨ª. Triangle of Sadness es m¨¢s redonda que The Square y en su cap¨ªtulo central, que ocurre en un crucero de lujo, despliega algunos de los momentos m¨¢s divertidos del cine reciente. El desparrame antitodo de ?stlund convenci¨® al jurado pero dividi¨® a la cr¨ªtica, que o la aborrec¨ªa o se entregaba a su burla desenfrenada del lujo, la moda, la correcci¨®n pol¨ªtica, las guerras culturales y la lucha de clases. Una sociedad ca¨®tica, desnortada y sin filtro que nos recuerda el naufragio hacia el que nos dirigimos.

El premio especial del jurado lo compartieron una veterana cineasta, Claire Denis, y un reci¨¦n llegado, el belga Lukas Dhont. Stars at Noon es thriller er¨®tico con momentos muy sensuales y bonitos, pero se queda peque?a al lado del filme de Dhont, una pel¨ªcula construida desde la memoria y el dolor de un ni?o que ante los miedos y presiones sociales de su fr¨¢gil tr¨¢nsito a la adolescencia traiciona a su mejor amigo y a s¨ª mismo. Close es una po¨¦tica coreograf¨ªa de gestos y miradas alrededor del duelo y la culpa, una tragedia insondable en medio del esplendor de un infinito campo de flores. Los mejores recuerdos de la infancia destruidos por el lado oscuro de la inocencia.

Un filme que el azar ha querido que est¨¦ conectado por el cord¨®n umbilical con los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, que recibieron el premio especial por el 75? aniversario del festival por su trist¨ªsima Tori y Lokita, un filme rotundo y feroz contra la Europa de los ni?os sin papeles. La actriz ?milie Dequenne, una de las dos madres de Close, debut¨® en el cine en 1999 con Rosetta, primera Palma de Oro de los Dardenne. La precoz experiencia de Dequenne, que fue premiada aqu¨ª por aquel debut con los hermanos, ha sido fundamental para guiar a los dos ni?os de Close.

El premio al mejor director distingui¨® la indiscutible maestr¨ªa del cineasta coreano Park Chan-Wook, que en su noir Decisi¨®n to Leave ofrece toda una lecci¨®n de elegancia y virtuosismo formal. Quiz¨¢ el momento m¨¢s maravilloso de la gala fue cuando el viejo cineasta polaco Jerzy Skolimowski recibi¨® el Premio del Jurado ex aequo por su oda animalista EO junto a los directores de Las ocho monta?as, Charlotte Vandermeersch y Felix Van Groeningen. Con toda la gracia posible, Skolimowski le agradeci¨® el premio a ¡°mis burros. A los seis: Tako, Hola, Marietta, Ettore, Rocco y Mela¡±, dijo citando a los animales cuyos enormes ojos le han guiado en este desolador filme sobre el viaje de un burro en un mundo que se condena a s¨ª mismo con su violencia e incomunicaci¨®n con los animales.

El mejor guion fue para la pel¨ªcula egipcia Boy From Heaven, de Tarik Saleh. Un thriller pol¨ªtico que acaba resultando bastante tosco. Y los premios de actuaci¨®n fueron para la estrella del cine surcoreano Song Kang-ho, que en la preciosa Broker, del japon¨¦s Hirokazu Kore-eda, interpreta a un delincuente com¨²n, un indeseable pero tierno traficante de beb¨¦s, enfrentado a su paternidad rota; el de mejor actriz fue para la protagonista del thriller Holy Spider, la actriz iran¨ª Zahra Amir Ebrahimi, que hace un trabajo estupendo en este filme sobre un asesino en serie de prostitutas en un pa¨ªs donde la vida de las mujeres no vale nada. La emocionada y temblorosa actriz, que interpreta a una periodista obstinada en defender a las mujeres m¨¢s indefensas, record¨® a las mujeres asesinadas en cualquier lugar del mundo.

La 75? edici¨®n del festival de Cannes deja sensaciones encontradas. La impresi¨®n de que la pandemia ya qued¨® atr¨¢s ha despertado la euforia en las calles y salas abarrotadas de un p¨²blico entusiasta y sin mascarilla. La calidad media de las pel¨ªculas a concurso no ha sido alta pero con suficientes destellos para no perder la esperanza. Una vez m¨¢s, James Gray, cuya Argameddon Time merec¨ªa estar en el palmar¨¦s, se va con las manos vac¨ªas. Es una pel¨ªcula conmovedora, un relato autobiogr¨¢fico con un Anthony Hopkins majestuoso y con uno de los cortes de manga m¨¢s hermosos vistos en una pantalla al salvaje neoliberalismo en el que estamos sumidos. Como era de esperar, la incomparable sutileza de otra estadounidense, Kelly Reichardt, en Showing Up es un bocado demasiado fino para estar sobre la mesa de un jurado.

El cine radical lleg¨® de un director espa?ol, Albert Serra, que trabaja en Francia porque es donde encuentra respuesta a sus osadas propuestas cinematogr¨¢ficas. Mientras, en Espa?a, en estos mismos d¨ªas, el cine m¨¢s vulnerable y arriesgado recib¨ªa la pu?alada del Gobierno con la aprobaci¨®n de una Ley Audiovisual que margina a¨²n m¨¢s si cabe a los proyectos peque?os e independientes. Los vertiginosos cambios sociales de las ¨²ltimas d¨¦cadas y a?os pretenden reducir del todo al cine a un mero objeto de consumo dictado por las televisiones y las plataformas. Pero en Cannes se ha luchado por erradicar palabras tan perniciosas para el cine, o para lo que sea, como ¡°contenido¡± y ¡°consumidor¡±.

La actriz belga Virginie Efira, maestra de ceremonias de la ceremonia final y que protagoniza la nueva pel¨ªcula de Alice Winocour sobre los atentados de Par¨ªs, Revoir Paris, record¨® ¡°la fuerza pol¨ªtica¡± del cine y la cultura. Unas palabras que se sumaban a lo que han dicho aqu¨ª muchos cineastas. El cine reclama su lugar como contrapoder en estos momentos precarios y urgentes. Quiz¨¢ ya no es la ¨²nica ventana abierta al mundo pero su vivencia sigue siendo una puerta ¨²nica para descubrir otras vidas y confines.