¡®El techo amarillo¡¯: as¨ª opera un depredador sexual
El documental de Isabel Coixet sobre las v¨ªctimas del profesor de teatro de Lleida Antonio G¨®mez disecciona los l¨ªmites entre el consentimiento y el abuso
Uno de los aspectos m¨¢s notables de El techo amarillo, el documental de Isabel Coixet sobre los abusos sexuales ocurridos durante a?os en el Aula de Teatro de Lleida, es c¨®mo logra que a trav¨¦s de su coro de voces entendamos mucho mejor los l¨ªmites del consentimiento sexual y de qu¨¦ manera opera un depredador sexual para confundirlos. El que fue profesor y director de la escuela, Antonio G¨®mez, es el elefante en esa habitaci¨®n de techo amarillo por la que desfilan los terribles recuerdos de un grupo de mujeres que dan marcha atr¨¢s en el tiempo para hablar de los abusos que sufrieron.
La voz cantante la llevan siete de esas adolescentes que, ahora en la treintena, recuerdan sus a?os de fervoroso amor por el teatro¡ y por su profesor. Un grupo esc¨¦nico tutelado por un hombre joven y supuestamente atractivo que sistem¨¢ticamente incomodaba, violentaba y abusaba de sus alumnas. Un gallito de corral que ten¨ªa aventuras con varias profesoras, adem¨¢s de una novia oficial, y que poco a poco hab¨ªa logrado una posici¨®n de poder que nadie pon¨ªa en duda. Los testimonios son pavorosos y todos arrancan con los ejercicios esc¨¦nicos en los que se confund¨ªa la expresi¨®n corporal con tocamientos y masajes fuera de lugar. Son la punta del iceberg de un caso investigado por el diario Ara, que ocurri¨® entre 2001 y 2008, que se denunci¨® demasiado tarde, en 2018, y que prescribi¨® sin consecuencia alguna para el depredador.
La pel¨ªcula explora las capas de un caso que se construye sobre la inicial fascinaci¨®n por el profesor, c¨®mo ¨¦l las hac¨ªa sentir sus ¡°elegidas¡±, hasta que afloran los excesos de un hombre que desde la seducci¨®n y el poder acorralaba a sus alumnas verbal o f¨ªsicamente. Las historias son terribles precisamente porque revelan muy bien los l¨ªmites, especialmente cuando se trata de adolescentes impresionables y con poca experiencia a las que es m¨¢s f¨¢cil seducir e intimidar. Antonio G¨®mez repet¨ªa siempre un esquema parecido de usar y tirar para acabar con el mismo efecto: asco y miedo en ellas y una repulsiva culpa en ¨¦l, resumida en la frase que sol¨ªa repetir cuando ya hab¨ªa consumado su acoso: ¡°Esto no tendr¨ªa que haber ocurrido¡±.
A trav¨¦s de los testimonios y del material de archivo de la escuela y de las v¨ªctimas, Coixet traza un preciso mapa del abuso gracias a la intimidad que la pel¨ªcula genera alrededor de un grupo de alumnas que dieron un paso al frente, apoyadas las unas en las otras. El techo amarillo, t¨ªtulo que hace referencia a c¨®mo una de las v¨ªctimas recuerda el techo de la habitaci¨®n en la que su profesor abus¨® de ella, tiene algo de aquelarre y expiaci¨®n del dolor en grupo y sobre un escenario. Como si Coixet quisiera que las v¨ªctimas vuelvan al lugar del crimen, esa triste Aula de Teatro de Lleida, no para hurgar en su herida, sino para al fin cerrarla.
EL TECHO AMARILLO
Dirección: Isabel Coixet.
Género: documental. España, 2022.
Duración: 94 minutos.
Estreno: 16 de diciembre.
Babelia
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