Eduardo Benavente y Ana Curra: as¨ª se gest¨® el primer disco que rompi¨® tab¨²es sexuales en Espa?a
Hace 40 a?os la pareja edit¨® ¡®El acto¡¯, el legendario ¨²nico ¨¢lbum de Par¨¢lisis Permanente, un trabajo que trataba el sexo como nunca antes
Eduardo Benavente y Ana Curra se fueron a vivir juntos una semana despu¨¦s de conocerse. ?l ten¨ªa 18 a?os; ella 22. Era 1980. Eligieron un piso en Malasa?a y luego se mudaron a otro en Chamber¨ª, ambos barrios del centro de Madrid. All¨ª crearon su mundo de intimidad, sexo y arte. Los dos eran v¨ªrgenes y compart¨ªan objetivo: no ten¨ªan prejuicios y anhelaban comerse la vida, sobre todo aquellos terrenos opacos que los mayores hab¨ªan cancelado con candado. Eran devor...
Eduardo Benavente y Ana Curra se fueron a vivir juntos una semana despu¨¦s de conocerse. ?l ten¨ªa 18 a?os; ella 22. Era 1980. Eligieron un piso en Malasa?a y luego se mudaron a otro en Chamber¨ª, ambos barrios del centro de Madrid. All¨ª crearon su mundo de intimidad, sexo y arte. Los dos eran v¨ªrgenes y compart¨ªan objetivo: no ten¨ªan prejuicios y anhelaban comerse la vida, sobre todo aquellos terrenos opacos que los mayores hab¨ªan cancelado con candado. Eran devoradores de experiencias, bellos y j¨®venes. Un t¨¢ndem perfecto que dio forma a El acto, primer y ¨²nico disco de Par¨¢lisis Permanente, un ¨¢lbum cada vez m¨¢s reivindicado con el paso del tiempo, un trabajo donde se trata la sexualidad como no se hab¨ªa hecho hasta entonces en la m¨²sica espa?ola: pasi¨®n, prostituci¨®n, sadomasoquismo, perversi¨®n, sumisi¨®n.
Ellos lo experimentaban y luego lo convert¨ªan en canciones. El acto se public¨® en 1982, hace ahora 40 a?os, en una Espa?a pacata y sexualmente reprimida. En ese contexto adverso estos dos muchachos lanzaron su testamento carnal. El volc¨¢n en el que se convirti¨® su relaci¨®n no le dio tiempo a disiparse. Dos a?os despu¨¦s de irse a vivir juntos, Benavente mor¨ªa en un accidente de coche en Alfaro (La Rioja) cuando se dirig¨ªan a Zaragoza para representar El acto en un concierto de Par¨¢lisis Permanente. Ella conduc¨ªa el veh¨ªculo; ¨¦l ten¨ªa solo 20 a?os.
¡°Eduardo y yo descubrimos el sexo juntos. Quer¨ªamos romper con la castraci¨®n educacional del momento y mostrar que la moral religiosa judeocristiana nos estaba haciendo mucho da?o. Nuestro objetivo no era aleccionar a la gente. Lo que pretend¨ªamos era liberarnos, posicionarnos, buscarnos¡ Algo que se hace cuando uno es joven¡±, cuenta Ana Curra, madrile?a de El Escorial de 63 a?os, en un bar cercano a su casa en la capital, en la zona de Goya. Los dos pertenec¨ªan a clases medias acomodadas y hab¨ªan estudiado en colegios religiosos de curas y monjas. Eduardo y Ana se conocieron en 1980 cuando ¨¦l se present¨® a una prueba para formar parte de Los Pegamoides, la banda donde ya militaban Alaska, Carlos Berlanga, Nacho Canut y Ana Curra. Benavente ser¨ªa aceptado y poco despu¨¦s la pareja comenz¨® una relaci¨®n sentimental tras compartir un taxi a la salida del local madrile?o El Escal¨®n. A?os despu¨¦s los dos dejaron Los Pegamoides y formaron Par¨¢lisis Permanente.
Curra muestra en el encuentro con EL PA?S la potente portada del vinilo de El acto (¡°te lo regalar¨ªa, pero solo tengo este ejemplar¡±), donde aparece ella semidesnuda con ropa de cuero y cadenas, y ¨¦l sentado en una especie de arc¨®n, tambi¨¦n vestido de cuero. La representaci¨®n punk de la pasi¨®n. Ella posa de espaldas porque todav¨ªa ten¨ªa contrato con la compa?¨ªa discogr¨¢fica que editaba a Los Pegamoides y no quer¨ªa hacer p¨²blico que ya hab¨ªa pasado a Par¨¢lisis Permanente. ¡°La fotograf¨ªa de la portada representa el acto sexual, pero tambi¨¦n el acto sagrado de tu santuario. Lo m¨¢s ¨ªntimo y lo m¨¢s preciado. Eres t¨² la que tiene la llave de ese santuario, de tus ¨®rganos sexuales. Por eso el acto est¨¢ en un altar. Y aqu¨ª es donde se vinculan los dos conceptos: religi¨®n y sexo. Creo que esta fue la gran transgresi¨®n de El acto en su momento¡±, afirma la cantante, que se tuvo que confeccionar ella misma el estilismo. ¡°Toda esa parafernalia sadomasoquista te la puedes comprar ahora hasta en Amazon, pero a principios de los ochenta no exist¨ªan los sex shop ni las tiendas er¨®ticas. Compr¨¦ cuero y anillas en el Rastro [Madrid] y lo confeccion¨¦ con mis manos. Cuando fuimos al estudio de Pablo P¨¦rez M¨ªnguez [el fot¨®grafo de la sesi¨®n], ¨¦l vio claro que ten¨ªa que adaptarse a nuestro concepto, que lo llev¨¢bamos muy estudiado¡±.
El acto se compone de 13 canciones, dos de ellas versiones de temas en ingl¨¦s adaptados al castellano: Heroes, de David Bowie; y I Wanna Be Your Dog, de los Stooges de Iggy Pop, traducida como Quiero ser tu perro. Se incluyen tres temas firmados por Nacho Canut y Benavente, entre ellos Vamos a jugar, que trata la incursi¨®n del sexo en la violencia: ¡°Siento mucho hacerte da?o, pero deja de gritar. / Siento mucho hacerte da?o, solo as¨ª aprender¨¢s. / Vamos a jugar¡±. Cinco de las composiciones las firman Curra/Benavent: El acto (¡°No pretendo o¨ªr tu voz, solamente la consumaci¨®n¡±), Adictos a la lujuria (¡°Mentes depravadas, adictos a la lujuria¡±), Te gustar¨¢ (¡°No te arrastres, te gustar¨¢. / Es mejor dejarte llevar¡±), Esa extra?a sonrisa (¡°Tu diab¨®lica expresi¨®n, cadav¨¦rica postura¡±) y Tengo un precio (¡°Yo tengo un precio, de mi cuerpo soy due?o. / Apoyado en un rinc¨®n, esperando la ocasi¨®n¡±). Esta ¨²ltima trata sobre la prostituci¨®n. ¡°Yo hac¨ªa las letras y Eduardo la m¨²sica. Me hab¨ªa le¨ªdo Historia de O, cosas del Marqu¨¦s de Sade¡ Nos llamaba mucho la atenci¨®n el tema de la prostituci¨®n. Cuando est¨¢s despertando al mundo hay gente que investiga lo que est¨¢ prohibido. Esos ¨¦ramos nosotros. Lo investig¨¢bamos todo. Fuimos desprejuiciados y busc¨¢bamos experiencias. La perversi¨®n, la agresividad, las cadenas¡ Recuerdo un d¨ªa en Las Ramblas. Fuimos a buscar a un travesti para hacer un tr¨ªo. Pasamos un buen rato¡±.
Entre sus lecturas predilectas tambi¨¦n estaban Allan Poe, Lord Byron, La dama de las camelias¡ Literatura del siglo XIX donde emerg¨ªan ¡°mujeres libres e innovadoras en el tema sexual¡±. Musicalmente es un trabajo de punk af¨ªn al siniestrismo. Les gustaban Killing Joke, Siouxsie And The Banshees, The Cure, Joy Divison¡ Las canciones sonaban oscuras, pero con un componente pop, ya que se pod¨ªan corear.
La cantante ve una conexi¨®n entre El acto y las expl¨ªcitas letras de artistas urbanas en espa?ol actuales, como Bad Gyal, Ms Nina o Albany: ¡°Hay que retroceder 40 a?os para ver el contexto que ten¨ªamos: educacional, sociol¨®gico y cultural. Nos diferencian muchas cosas con las traperas actuales, pero hay una cosa que nos une: la reivindicaci¨®n de qui¨¦n soy, qu¨¦ me pertenece y qu¨¦ es lo que deseo buscar¡±. Aunque detecta un peligro: ¡°Me parece una actitud maravillosa: son chavalas que salen al mundo y lo primero que quieren es ser due?as de su propio cuerpo. Pero esa tem¨¢tica se ha convertido en una moda. Ese es el problema del trap. Estar¨ªa bien que tratasen otras tem¨¢ticas¡±. Afirma conocer plataformas actuales como Only Fans, donde los usuarios ofrecen sexo por dinero: ¡°Hoy nadie te va a condenar por estar en esas plataformas, pero nuestro momento era otro y transgredimos much¨ªsimo, porque no se hablaba de sexo. Es que era pecado, un pensamiento impuro y ten¨ªas que ir a confesarte¡±.
Asegura que ¡°afortunadamente¡± en Espa?a se ha progresado en esta tem¨¢tica, aunque no todos al mismo ritmo: ¡°La mujer ha avanzado much¨ªsimo y hay hombres que no lo han hecho. Existen chavales que no toleran que la mujer se vaya poniendo a su nivel, porque ellos no han soltado el lastre educacional. Y es cuando puede llegar la violencia. Pero esta oleada de feminismo no tiene vuelta atr¨¢s¡±.
El recuerdo de Par¨¢lisis Permanente y de su corto (una veintena de canciones) pero influyente legado es recurrente. Se acaba de publicar el libro Eduardo Benavente. El genio detr¨¢s de la cortina, de An¨ªbal J. Clar y Pedro Munster. Ana Curra compatibiliza su trabajo como profesora de piano (es licenciada) con los conciertos. Estos meses est¨¢ celebrado las cuatro d¨¦cadas de El acto con explosivos directos por Espa?a. All¨ª acude gente joven y de su generaci¨®n. El objetivo de aquel disco se muestra vigente: ¡°Yo sigo aprendiendo sobre mi sexualidad, claro que s¨ª¡±.