Micromachismo, panetone, mamitis y conspiranoico, entre las nuevas palabras del ¡®Diccionario de la lengua espa?ola¡¯

Como cada a?o por estas fechas, el consumismo se dispara, se come y se bebe de m¨¢s, se sue?a con los millones de la loter¨ªa de Navidad y la Real Academia Espa?ola (RAE) da a conocer las novedades del Diccionario de la lengua espa?ola (DLE), esta vez en su versi¨®n 23.6, solo en l¨ªnea, porque para la pr¨®xima de papel, la 24?, habr¨¢ que esperar a 2026. Entre las 280 palabras que se incorporan al Diccionario destacan micromachismo, panetone, monodosis, mamitis, micromecenazgo, conspiranoico, puntocom, videojugador, y expresiones como vida ¨²til, materia oscura, sesi¨®n golfa u obsolescencia programada.

El director de la RAE, Santiago Mu?oz Machado, ha subrayado en la presentaci¨®n que esta versi¨®n aporta 3.152 novedades, entre palabras que entran, cambio de redacciones de las definiciones, actualizaciones de esos textos... y que todas se acuerdan ¡°con las otras 22 academias del espa?ol en el mundo y pasan por las cinco comisiones de la instituci¨®n¡±. Mu?oz Machado ha querido destacar las modificaciones introducidas por iniciativa del escritor y acad¨¦mico Javier Mar¨ªas, fallecido el 11 de septiembre: hagioscopio, que es la abertura o peque?a ventana hecha en la pared de una iglesia, desde donde se puede ver el altar; otra es una adici¨®n al t¨¦rmino traslaticio como relativo a la traducci¨®n, y una nueva acepci¨®n, sobrevenido, como adjetivo que significa impostado, artificial.

La directora de la 24? edici¨®n del Diccionario, la acad¨¦mica Paz Battaner, se ha encargado de anunciar las principales novedades de una obra que tiene unos 1.000 millones de visitas al a?o en su versi¨®n en internet. As¨ª, empezando por algo propio de estas fechas, entra en el Diccionario panetone y, en su versi¨®n americana, panet¨®n, como ¡°bizcocho navide?o de origen italiano¡±. En el ¨¢mbito del g¨¦nero, entendido como grupo al que pertenecen los humanos de cada sexo, llega algo que sufren a diario muchas mujeres: micromachismo, ¡°la forma de machismo que se manifiesta en peque?os actos o expresiones, habitualmente inconscientes¡±. Relacionado con las mujeres y sus hijos ahora est¨¢ tambi¨¦n mamitis: excesivo apego a la madre. Sobre esto, Mu?oz Machado matiz¨® que no se ha incluido ¡°papitis, no porque no lo haya, sino porque no se ha documentado¡±. Otra adici¨®n sobre los humanos es edadismo, la discriminaci¨®n por raz¨®n de edad de personas mayores.

Videojugador, monodosis y marcha n¨®rdica

La afici¨®n a los videojuegos en j¨®venes y en los que no lo son tanto ha impulsado la introducci¨®n de videojugador, como persona que juega a videojuegos de forma habitual. Relacionado con ese mundo est¨¢ la palabra puntocom, adjetivo para las empresas que desarrollan su actividad en internet. Ejemplo de una palabra de la que sorprende que no estuviese antes. Como obsolescencia programada, cuando hace tiempo que hay empresas que establecen el final de la vida ¨²til de un producto desde su fabricaci¨®n.

En el campo de la medicina hay asimismo novedades. Cuando vamos a la farmacia hay medicamentos que compramos en monodosis, nombre femenino que entra como ¡°dosis ¨²nica¡±. O cromoterapia, el empleo de los colores para mejorar el estado an¨ªmico. En esta ¨¦poca de pandemia, ha sido habitual o¨ªr la palabra conspiranoia, como la tendencia a interpretar los acontecimientos por alguna conspiraci¨®n. Ya est¨¢ en el Diccionario con su derivada, conspiranoico. En el ocio, con tantas personas en los gimnasios en busca de buena forma f¨ªsica, se ha incluido isquiotibial, por los m¨²sculos situados en la parte posterior del muslo y que tantos quebraderos dan a los futbolistas, por ejemplo. Al deporte se suman, entre otros t¨¦rminos, mediofondo y marcha n¨®rdica, la pr¨¢ctica de resistencia en la que se camina con la ayuda de dos bastones.

Hay tambi¨¦n especies animales que se a?aden, como mantarraya, por el pez de aguas c¨¢lidas de gran tama?o y dos cuernos carnosos cerca de la boca. Dentro de la acepci¨®n de cerdo, se suma el cerdo vietnamita, ¡°de color negro, talla peque?a y de papada y vientres ca¨ªdos¡±. Quien sabe si el que George Clooney tuviera uno haya acelerado esta incorporaci¨®n. Vinculado a todo esto, sobrepesca, la pesca que pone en riesgo el restablecimiento de las especies capturadas.

Una palabra de uso habitual vinculada a la buena voluntad es micromecenazgo, como ¡°financiaci¨®n de un proyecto mediante la participaci¨®n de un gran n¨²mero de personas que contribuyen con aportaciones peque?as de dinero¡±. Tambi¨¦n entra micromecenas.

De la econom¨ªa, a la pol¨ªtica, para sumar la voz anticomunitario, como contrario a la Uni¨®n Europea. Y transparente y opaco, que ya exist¨ªan, suman el significado relativo a la informaci¨®n que proporcionan instituciones sobre su funcionamiento o el conocimiento que se tiene de determinados procesos, ya sean m¨¢s claros o menos.

Si se salta a la literatura, se incorporan antrop¨®nimos (nombre propio de una persona). O sea, que a los conocidos kafkiano o valleinclanesco, por ejemplo, se agregan cortazariano, relativo al autor de Rayuela, y garciamarquiano, para el de Cien a?os de soledad. Portu?ol, para definir el habla que mezcla espa?ol y portugu¨¦s; violagambista, el m¨²sico que toca la viola de gamba, y sesi¨®n golfa, para las funciones que empiezan en la madrugada, se incorporan en la cultura y las artes.

Varios gentilicios se unen al Diccionario, elaborado con la ayuda del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n y la Fundaci¨®n La Caixa, ha recordado Mu?oz Machado: sursudan¨¦s, para Sud¨¢n del Sur; rabat¨ª, para la capital marroqu¨ª; emirat¨ª, de los Emiratos ?rabes, y yemenita, que en este caso se suma a la existente yemen¨ª. Siguiendo con pa¨ªses, desde M¨¦xico se ha pedido que las definiciones que inclu¨ªan la referencia a M¨¦xico DF pasen a mencionar el nuevo nombre de la capital, Ciudad de M¨¦xico.

Hay novedades adem¨¢s en las formas complejas, como salvar los muebles (evitar un fracaso total) y quiero y no puedo, esta como pretensi¨®n de parecer mejor de lo que se es. Y coloquialismos, como gusa, cuando se tiene mucha hambre; rular, por algo que funciona o marcha bien, y pota, por v¨®mito (todos s¨®lo usados en Espa?a). Pero de Am¨¦rica llegan otros coloquialismos: como ma, para mujer o mama, o forro, para aquella persona muy atractiva (en M¨¦xico).

Como la lengua evoluciona, verbos tan habituales como ir tambi¨¦n se modifican. Battaner ha explicado sus cuatro acepciones nuevas: ir, como vestir de una determinada manera; o dicho de un libro o pel¨ªcula cuando se pregunta ¡°de qu¨¦ va¡±; tambi¨¦n, aparentar una actitud: ¡°Va de simp¨¢tica¡±, o cuando se llama la atenci¨®n sobre algo: ¡°El d¨ªa va hoy de sustos¡±.

En todas estas modificaciones tienen mucho peso los medios de comunicaci¨®n, ha incidido Battaner, que ha puesto un par de ejemplos: la costumbre, sobre todo radiof¨®nica, de llamar mercurio a la temperatura meteorol¨®gica; y lo de nombrar como temas a las composiciones musicales modernas. Ambas son novedades.

Igualmente de m¨²sica trata una de las modificaciones de la palabra corte, que incorpora el significado relativo a las composiciones que hay en un disco. Asimismo, suma el de la interrupci¨®n en una emisi¨®n televisiva o radiof¨®nica para la publicidad; el nivel entre los clasificados de un concurso para ser seleccionados: ¡°Los aspirantes no pasaron el corte¡±; y los m¨¢s veteranos recordar¨¢n una acepci¨®n que parece mentira que no estuviera: ¡°Trozo de helado que se corta de una barra y se come entre dos galletas¡±.

Battaner ha recordado que se siguen buscando por los usuarios palabras que, aunque puedan decirse, no son correctas, como haiga, del verbo hacer, que se ha llegado a consultar casi 7.000 veces en un mes, vaya a saber por qu¨¦. ¡°Es una leyenda urbana que en el Diccionario aparezcan las formas incorrectas¡±. Pero, ojo, que s¨ª hay un haiga, referido al autom¨®vil grande y ostentoso, un t¨¦rmino corriente en los a?os cincuenta, sobre todo para indianos llegados a Espa?a con dinero de los que se dec¨ªa, con mofa y envidia, que cuando iban a comprar un veh¨ªculo a un concesionario dec¨ªan: ¡°Quiero el coche m¨¢s grande que haiga¡±.