El genio truncado de Dicker-Brandeis: artista de la Bauhaus, pintora, pedagoga, resistente comunista, asesinada en Auschwitz
Tres exposiciones en Austria durante este a?o reivindican la figura de una figura multidisciplinar, vanguardista y experimental, deportada por los nazis al campo de exterminio
Sabemos que detr¨¢s de los alegres y coloridos dibujos de los ni?os del campo de concentraci¨®n de Terez¨ªn, a 60 kil¨®metros de Praga, estaba la mano de la profesora Friedl Dicker-Brandeis. Su estrategia pedag¨®gica y su f¨®rmula para distraer a los cr¨ªos de la opresiva realidad del gueto, antesala de los campos de exterminio nazis. Lo que no sab¨ªamos tan bien era qui¨¦n estaba detr¨¢s de la profesora: una mujer jud¨ªa nacida en Viena en 1898, artista multidisciplinar de la Bauhaus, pintora de las vanguardias, pedagoga experimental, dise?adora de interiores de salones aristocr¨¢ticos, carism¨¢tica falsificadora de pasaportes, cartelista comprometida con el ideario antifascista y el feminismo. Hasta ahora su profunda biograf¨ªa art¨ªstica siempre quedaba a la sombra de la tragedia personal, su asesinato en Auschwitz.
Este a?o se han organizado en Austria hasta tres exposiciones para iluminar su figura. El Wien Museum MUSA se centra en sus a?os ligada a la Bauhaus y reconstruye el estudio que compart¨ªa con el arquitecto Franz Singer en Viena en la d¨¦cada de los veinte. Ambos se formaron en la Escuela de la Bauhaus de Weimar (Alemania) e importaron sus ideas sofisticadas y pr¨¢cticas de dise?o y arquitectura. El museo exhibe un original bestiario de dibujos axonom¨¦tricos, modelos, mobiliario, fotograf¨ªas y collages. ¡°Su montaje exigi¨® una labor casi de arqueolog¨ªa. Los proyectos m¨¢s importantes del estudio fueron destruidos durante el nazismo, pero su archivo, milagrosamente, se conserv¨®¡±, explica Andreas Nierhaus, comisario del Wien Museum.
Los planos muestran la obra del club privado de tenis de Hans Heller ¡ªa quien tambi¨¦n hab¨ªan amueblado su apartamento¡ª o de la residencia de la condesa Hildegard von Auersperg. Las fotos revelan el dise?o funcional de espacios tan dispares como el sal¨®n de la firma de alta costura Lore Kriser & Co. o un kindergarten de pedagog¨ªa del m¨¦todo Montessori. Ambos trabajaban para una clientela de mentalidad abierta, en su mayor¨ªa intelectuales y artistas jud¨ªos que buscaban habitar un espacio moderno enfrentado al estilo vien¨¦s tradicional.
En los a?os treinta, la pareja se separ¨® (profesional y sentimentalmente, ¨¦l estaba casado, era una relaci¨®n borrascosa nada funcional, muy poco Bauhaus) y Dicker-Brandeis entr¨® en contacto con el Partido Comunista. Aplic¨® la creatividad al activismo: fue arrestada por la falsificaci¨®n de pasaportes de camaradas y sentenciada a tres meses de c¨¢rcel, donde teji¨® bordados en su uniforme de presidiaria (cuando Franz Singer fue llamado a testificar en el juicio, quiso exculparla con una declaraci¨®n mordaz que defin¨ªa su relaci¨®n: ¡°Friedl es incapaz de trazar una l¨ªnea recta¡±).
Tras su liberaci¨®n, continu¨® dise?ando carteles de propaganda para el Partido. Los fotocollages en blanco y negro denunciaban las condiciones de vida de la clase trabajadora y advert¨ªan de la amenaza nazi. Las crisis del capitalismo como desencadenante del totalitarismo. En uno de los ocho negativos en placas de vidrio que se han rescatado despunta el recortable de Hitler. En otro, desenmascara el rol castrante de la mujer en la sociedad industrial. Eran fotomontajes dada¨ªstas de gran formato que tuvo que destruir antes de exiliarse.
Las turbulencias del austrofascismo la convencieron para emigrar a Checoslovaquia, donde se cas¨® con su primo Pavel Brandeis. En Praga altern¨® las clases con el arte vanguardista. En Viena hab¨ªa comenzado la docencia de maestros de jardines de infancia, a quienes ense?aba a usar el arte como terapia, y ahora entre sus alumnos inclu¨ªa a ni?os de familias que hab¨ªan huido de la Alemania nazi. Lo llev¨® a la pr¨¢ctica con sus propios monstruos: dibuj¨® una serie de autorretratos expresionistas con el trasfondo traum¨¢tico de su detenci¨®n, incluidas escenas de su interrogatorio.
Pint¨® el lienzo Fuchs aprende espa?ol, una alegor¨ªa surrealista sobre la Guerra Civil espa?ola, que se pudo contemplar en la exposici¨®n celebrada en oto?o en el Heiligenkreuzer Hof de Viena. Su comisaria, Cosima Rainer, editora de un cat¨¢logo can¨®nico sobre la artista en el sello de la Universidad de Artes Aplicadas, dice: ¡°?C¨®mo es posible que Dicker-Brandeis no tuviera este reconocimiento hasta ahora? Su papel en el desarrollo de formas de expresi¨®n experimentales es ¨²nico en el periodo de entreguerras. Hizo de todo. Parad¨®jicamente, esa versatilidad supuso un lastre para reivindicarla¡±. La primera exposici¨®n dedicada a su producci¨®n art¨ªstica se present¨® en Linz (Austria) a comienzos de a?o, en el Museo de Arte Lentos.
Dicker-Brandeis hall¨® la ingravidez en el arte y la gravedad en la pol¨ªtica. Con el paso del tiempo fue a la inversa. Cuando la deportaron a Terez¨ªn (Rep¨²blica Checa) se volc¨® en educar el instinto creativo de los ni?os. Era su salvaci¨®n. All¨ª contempl¨®, demudada, c¨®mo una delegaci¨®n de la Cruz Roja inspeccionaba el gueto en junio de 1944 para afirmar ante el mundo que no se comet¨ªan atrocidades. La voz en off en alem¨¢n del falso documental que se rod¨® para la misi¨®n describe el para¨ªso jud¨ªo en la Tierra: ¡°?Qui¨¦n no querr¨ªa vivir aqu¨ª?¡±.
Poco despu¨¦s, en octubre, se subi¨® como voluntaria al transporte que conduc¨ªa a Auschwitz para reunirse con su marido, deportado d¨ªas antes. Ignoraba lo que le esperaba. A su sobrina, a quien hab¨ªa cuidado hasta entonces como si fuera su hija, la despach¨® de mala manera del and¨¦n para evitar que se subiera al tren, y dej¨® a buen recaudo un par de valijas con casi cinco mil dibujos y collages infantiles. El transporte lo recibi¨® el doctor Mengele que, como si fuera ganado, seleccion¨® una partida para sus experimentos m¨¦dicos. Su marido sobrevivi¨® al Holocausto, pero ella muri¨® en la c¨¢mara de gas con 46 a?os.
La exposici¨®n ¡®Atelier Bauhaus, Viena¡¯ estar¨¢ abierta en el Wien Museum MUSA (Viena, Austria) hasta el 26 de marzo de 2023.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.