Mar¨ªa Elena Mor¨¢n da voz a la tragedia de la Venezuela poschavista y su di¨¢spora
La escritora venezolana gana el premio Caf¨¦ Gij¨®n 2022 con su novela ¡®Volver a cu¨¢ndo¡¯
Cuando Hugo Ch¨¢vez lleg¨® al poder, Mar¨ªa Elena Mor¨¢n (Maracaibo, 37 a?os) ten¨ªa 13 a?os. En el momento de su ingreso en la universidad, la revoluci¨®n bolivariana estaba en su auge: hab¨ªa pasado por los ¨¢lgidos episodios del intento de golpe de Estado y el paro petrolero. Estudiante de Periodismo, apoy¨® como ciudadana al Gobierno, feliz de estar viviendo la oportunidad de tener a los rebeldes en el poder, en una ¨¦poca en la que, para ella, hab¨ªa una cierta promesa en el horizonte. Hoy, esta joven escritora venezolana afincada en Brasil se refiere a la situaci¨®n de su pa¨ªs natal como ¡°fracaso¡±. Esta desilusi¨®n es algo que comparte con Nina, la protagonista de su novela Volver a cu¨¢ndo, que ha ganado el Premio Caf¨¦ Gij¨®n 2022 y que se acaba de publicar en Siruela.
La novela, contada bajo el prisma de cinco miembros de una familia, refleja esta decepci¨®n colectiva, pero tambi¨¦n individual, ¨ªntima. En plena crisis nacional, que deja a los barrios m¨¢s pobres de las ciudades sin luz o agua potable, Nina deja a su hija Elisa a cargo de su madre, Graciela, para buscar suerte en Brasil y poder traerlas consigo m¨¢s tarde. Esto sucede tras la muerte de su padre y compa?ero de Graciela, Ra¨²l, pilar de sus vidas. ¡°Comenc¨¦ a escribir en 2018, cuando surgieron esas im¨¢genes de la frontera llena de venezolanos. Para m¨ª, eso era una imposibilidad gigantesca que me dej¨® totalmente avasallada. Mi padre hab¨ªa muerto hace algunos a?os y de repente ve¨ªa la revoluci¨®n, que hab¨ªa sido la m¨ªa, muriendo, y el pa¨ªs en colapso. Estaban esos tres lutos juntos¡±, relata Mor¨¢n con voz suave, pero certera, en una sala forrada de libros en la sede de su editorial en Madrid.
Este tema la ten¨ªa ¡°tomada por completo¡±. As¨ª que emprendi¨® esta escritura-catarsis que se convirti¨® primero en su tesis doctoral de Escritura Creativa ¡ªpor entonces ya viv¨ªa en S?o Paulo¡ª y m¨¢s tarde en la novela ganadora de un prestigioso certamen. Mor¨¢n refleja el duelo por la p¨¦rdida de su padre con el personaje de Ra¨²l, un muerto que evita reencontrarse con su esposa, que no cesa de invocarlo. En ese sentido, se inscribe en la tradici¨®n latinoamericana del realismo m¨¢gico, en la que los fantasmas y los vivos interact¨²an. ¡°Es una herencia que forma parte de m¨ª, pero no fue algo que incorporara a prop¨®sito. Entender a los muertos como parte de nuestra vida, como entes hechos de memoria, es algo real¡±, comenta la escritora, que dice beber de fuentes como Juan Rulfo, William Faulkner o Toni Morrison.
Aunque ella no se considera una exiliada ¡ªse fue a Cuba a estudiar cine cuando a¨²n no ten¨ªa una mirada cr¨ªtica sobre lo que estaba ocurriendo en Venezuela, e incluso estar en la isla le abri¨® los ojos¡ª, s¨ª que conoce de muy cerca lo que supone dejar su pa¨ªs: ¡°No formo parte de esa di¨¢spora, pero me considero migrante, porque estoy en Brasil, donde acab¨¦ por razones personales. Mi entorno, en cambio, s¨ª que forma parte de ella: mi hermana se march¨® durante la crisis, mi mam¨¢ se fue a Brasil hace poco y tengo alrededor de 40 personas de mi familia que salieron del pa¨ªs. S¨¦ de sus relatos y su cotidianidad traum¨¢tica. El episodio en el que Graciela tiene que vender la casa a precio regalado tiene mucho de autobiogr¨¢fico¡±. Hay un paralelismo, seg¨²n Mor¨¢n, entre el estado del pa¨ªs y su literatura, ¡°empobrecida como reflejo de la miseria nacional¡±.
Es por ello por lo que el exilio, autoinducido o forzado, es un tema central de Volver a cu¨¢ndo. Mientras Nina se busca la vida en Brasil, reaparece el personaje de Camilo, su expareja y el padre de Elisa, que desapareci¨® de su vida cuando se divorciaron. Se trata de un pol¨ªtico chavista, antes rebelde, que parad¨®jicamente proviene de familia adinerada y que pretende ahora huir del pa¨ªs y llevarse consigo a la ni?a a Estados Unidos. Es, en cierto modo, el villano de la historia ¡ªincluso lleva un parche de pirata, ya que perdi¨® un ojo en un pat¨¦tico ataque contra ¨¦l¡ª y es el ¨²nico narrador del libro en segunda persona, algo muy raro en literatura.
As¨ª justifica la autora esa decisi¨®n dieg¨¦tica: ¡°Camilo es un hombre totalmente dividido entre el Camilo que es en la pr¨¢ctica y el Camilo que ¨¦l pensaba que era. Quer¨ªa desarrollar el personaje en ese di¨¢logo conflictivo consigo mismo. Ha pasado por todas estas fases de ser un rebelde, un militante, a ser un bur¨®crata en una oficina y a ser un disidente que acaba y¨¦ndose con los padres ricos a Estados Unidos, como si volviera a un punto inicial. Quer¨ªa mostrar c¨®mo lidia con esas identidades, con esas pugnas internas. De ah¨ª ese debate entre esas voces que se hablan de t¨²¡±. Precisamente fueron estas elecciones arriesgadas ¡ªpara sorpresa de Mor¨¢n¡ª las que destac¨® el jurado del Premio Caf¨¦ Gij¨®n: el punto de vista de la narraci¨®n, el lenguaje coloquial, el voseo zuliano (¡°vos quer¨¦is¡±, ¡°vos est¨¢is¡±¡) y la crudeza con la que se trata la miseria del pa¨ªs.
Mor¨¢n dice haberse inspirado en una historia muy cercana a ella, ¡°de una impunidad inveros¨ªmil¡±, para escribir el rapto de Elisa por Camilo hacia Norteam¨¦rica. Cruzar la frontera norte-sur, ¡°M¨¦xico-Iuesei¡±, como dice la ni?a en el libro, supondr¨ªa una derrota para Nina. Por eso, M¨¦xico, todav¨ªa sur geopol¨ªtico ¡ªaunque no geogr¨¢fico¡ª, es un s¨ªmbolo de esperanza en la historia. ¡°Esa frontera tan ic¨®nica me permit¨ªa estar de este lado, donde todav¨ªa es Latinoam¨¦rica. Esa cuesti¨®n de permanecer m¨¢s al sur es un punto de honor, un vislumbre de victoria¡±, sentencia Mor¨¢n. La historia de Nina es, una vez quitados los filtros ficcionales, tambi¨¦n la suya propia.
Babelia
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