30 a?os del 4-F, el golpe de Hugo Ch¨¢vez que cambi¨® el destino de Venezuela
El 4 de febrero ha sido la efem¨¦ride estrella de la polarizaci¨®n pol¨ªtica en Venezuela. Se conmemora un evento que fue recibido con simpat¨ªa en gran parte del pa¨ªs, pero ahora cada vez se lamenta m¨¢s
El lunes 3 de febrero de 1992, al filo de la medianoche, los venezolanos se enteraron de que unos batallones del Ej¨¦rcito se hab¨ªan alzado en la ciudad de Maracay, la plaza militar m¨¢s importante del pa¨ªs, y part¨ªan rumbo a Caracas con el objetivo de tomar por la fuerza el Palacio de Miraflores para deponer al presidente en funciones, Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, electo en 1988.
Nadie durmi¨® aquella noche. Llegaba a su cl¨ªmax una crisis pol¨ªtica que hab¨ªa estallado en 1989 tras los motines populares del 27 de febrero de ese a?o, conocidos como El Caracazo, y a los que siguieron protestas estudiantiles y crecientes rumores de malestar militar, que agrietaban los cimientos de la que, hasta los a?os 80, hab¨ªa sido una de las democracias m¨¢s estables y exitosas de Am¨¦rica Latina.
El Gobierno de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez hab¨ªa emprendido una serie de reformas de mercado que tuvieron consecuencias sociales en un pa¨ªs acostumbrado a la abundancia. Las fuerzas emergentes de la izquierda y algunos medios de comunicaci¨®n se enfrentaron abiertamente a las medidas. El pa¨ªs se adentraba as¨ª en el colof¨®n de una crisis econ¨®mica que se ven¨ªa incubando desde los a?os 80.
El intento sedicioso se resolvi¨® cerca del amanecer. Entonces, todo el pa¨ªs pudo poner cara al responsable. En las primeras horas de la ma?ana del d¨ªa 4, el teniente coronel Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas, entonces con 37 a?os, ped¨ªa la rendici¨®n de sus compa?eros con un discurso compacto y elocuente. Ch¨¢vez asum¨ªa personalmente la responsabilidad de ¡°este movimiento militar bolivariano¡± y anunciaba que, ¡°por ahora¡±, el objetivo de la conquista del poder no hab¨ªa sido posible.
30 a?os despu¨¦s de aquella larga noche, el chavismo ha organizado este viernes una concentraci¨®n en el Paseo Los Pr¨®ceres para conmemorar su fecha fundacional, un hito sagrado para la militancia revolucionaria y que alguna vez aglutin¨® multitudes. Diosdado Cabello, que acompa?¨® a Ch¨¢vez en el golpe, estaba anunciado como orador. Las etiquetas que dominaron las redes sociales durante el d¨ªa fueron #Rebeli¨®nPermanete y #DiaDeLaDignidadNacional.
Durante todos estos a?os, el 4-F ha sido la efem¨¦rides estrella de la polarizaci¨®n pol¨ªtica en Venezuela. Fue un evento recibido con simpat¨ªa en gran parte del pa¨ªs, que alguna vez justific¨® el golpe, pero ahora cada vez se lamenta m¨¢s. El soci¨®logo e intelectual Tulio Hern¨¢ndez recuerda haber tenido una conversaci¨®n personal con Ram¨®n J. Vel¨¢squez ¡ªhistoriador, escritor y presidente interino de Venezuela en 1993¡ª sobre las consecuencias de la asonada. ¡°Me dijo que [ese d¨ªa] en Venezuela hab¨ªamos abierto de nuevo la tapa del infierno donde hab¨ªamos dejado guardados los demonios del militarismo, que tanto trabajo nos hab¨ªan costado dominar.¡±
El golpe de Hugo Ch¨¢vez fue justificado por una parte importante de la opini¨®n p¨²blica nacional durante comienzos de los a?os 90. La democracia venezolana, que tuvo enorme arraigo popular durante varias d¨¦cadas, y que adelant¨® la mayor¨ªa de las obras de infraestructura y servicios en el pa¨ªs, transitaba por un duro per¨ªodo de descr¨¦dito por el estancamiento econ¨®mico, la corrupci¨®n pol¨ªtica de los dos partidos que sosten¨ªan el sistema y los excesos de algunos medios de comunicaci¨®n que fomentaron el descr¨¦dito hacia lo p¨²blico. Durante 1992, en el pa¨ªs lleg¨® a consolidarse la idea de la ilegitimidad de las autoridades electas.
¡°El golpe fallido de Ch¨¢vez regres¨® el pa¨ªs a una situaci¨®n que cre¨ªamos superada, el golpismo, un h¨¢bito que ha regresado al imaginario pol¨ªtico nacional, siempre como una hip¨®tesis, y no solo en el chavismo¡±, afirma el historiador y escritor Tom¨¢s Straka. ¡°Ch¨¢vez fracas¨® militarmente, pero tuvo ¨¦xito pol¨ªtico. En mi generaci¨®n, jam¨¢s supimos lo que era un golpe de Estado, esas eran an¨¦cdotas de nuestros padres¡±, a?ade.
En el asedio p¨²blico a P¨¦rez tuvo enorme peso la palabra y el descarnado diagn¨®stico del intelectual Arturo Uslar Pietri, una figura muy escuchada en aquel tiempo, quien le solicitaba de forma permanente su renuncia al poder. ¡°La vanidad del presidente le impidi¨® darse cuenta del complot que se gestaba en los cuarteles, que le fue alertado, y de la operaci¨®n pol¨ªtica que tomaba vuelo para sacarlo del poder que se concret¨® m¨¢s adelante¡±, comenta el soci¨®logo Hern¨¢ndez.
Hugo Ch¨¢vez y el resto de los comandantes alzados el 4-F fueron llevados a la C¨¢rcel de Yare. Dos a?os despu¨¦s, ser¨ªan indultados por el nuevo presidente, Rafael Caldera, enemigo de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez y que era considerado uno de los fundadores de la democracia. El indulto a Ch¨¢vez fue una causa vista con simpat¨ªa, propuesta por varios candidatos presidenciales. P¨¦rez se vio obligado a renunciar a la presidencia en 1993 por un caso judicial en el que se le acusaba de malos manejos de fondos p¨²blicos. Pas¨® dos a?os en prisi¨®n.
Despu¨¦s de d¨¦cadas de ¨¦xito pol¨ªtico, la democracia venezolana fundamentada en el Pacto de Puntofijo fracas¨® entre la poblaci¨®n y comenz¨® a ser objeto de cr¨ªticas descarnadas y feroces. A finales de los a?os 90, ya en libertad, Hugo Ch¨¢vez comenz¨® a recorrer barriadas con un discurso vern¨¢culo, rural, aguerrido, desafiante, citando compulsivamente a Sim¨®n Bol¨ªvar, que tom¨® vuelo progresivamente en los sectores empobrecidos de la poblaci¨®n, la mitad del pa¨ªs. Clamaba contra el fin de las oligarqu¨ªas, el fin de la democracia representativas y sus ¨¦lites, para proponer un nuevo modelo: la democracia protag¨®nica que ¨¦l encarnaba. En 1998 gan¨® las elecciones que lo llevar¨ªan al poder. El resto de la historia ya es Historia.
¡°A las democracias hay que cuidarlas. El 4 de febrero es un punto de inflexi¨®n que torci¨® nuestro destino y lo meti¨® en el abismo actual¡±, afirma la polit¨®loga y acad¨¦mica Carmen Beatriz Fern¨¢ndez, que a?ade: ¡°Por otro lado, Ch¨¢vez result¨® un l¨ªder con enormes atributos, una s¨ªntesis perfecta pol¨ªtico-militar como persona, el primer gran populista carism¨¢tico de esta era¡±. Seis a?os despu¨¦s de llegar al poder, Ch¨¢vez empez¨® a hablar del Socialismo del Siglo XXI.
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