Historia de amor en el ¡®Struma¡¯, el barco hundido con 800 jud¨ªos en el B¨®sforo
El escritor y m¨²sico Z¨¹lf¨¹ Livaneli novela un episodio oscuro al que contribuyeron cinco pa¨ªses en la Segunda Guerra Mundial
Cada familia guarda un secreto. Y cuando este abarca la muerte de casi 800 jud¨ªos que hu¨ªan del nazismo por una suma de cr¨ªmenes y negligencias de Rusia, Inglaterra, Alemania, Rumania y Turqu¨ªa nos hallamos ante un acontecimiento de tanta envergadura que debe salir del territorio oscuro en el que lo sepult¨® la historia. El escritor turco Z¨¹lf¨¹ Livaneli, de 76 a?os, tambi¨¦n m¨²sico famoso y activista por los derechos y verdades hist¨®ricas como el genocidio armenio, ha convertido la tragedia del hundimiento del Struma en aguas del B¨®sforo en una gran novela en la que el amor va robando protagonismo al que tuvieron los grandes actores de la Segunda Guerra Mundial.
Todo es verdad en Serenata para Nadia (Galaxia Gutenberg con traducci¨®n de Rafael Carpintero) aunque sea una ficci¨®n. De fondo: los secretos que sepultaron esta historia en un pa¨ªs que los colecciona. ?Por qu¨¦?
¡°Ocurre en todos los pa¨ªses y en todas las familias, pero en Turqu¨ªa hay m¨¢s temas prohibidos. Hemos crecido en el silencio de nuestras familias porque venimos de demasiadas tragedias¡±, asegura Livaneli en Madrid.
Hablamos de una historia inversa al ?xodo de Leon Uris, llevada al cine por Otto Preminger en 1960, que narr¨® las penalidades de cientos de jud¨ªos en una huida parecida hasta llegar a Israel. En el caso real que narra el autor turco, cientos de jud¨ªos intentaban huir de la Rumania ocupada por Alemania en un barco infecto y averiado, el Struma. El Gobierno de Churchill prohibi¨® su desembarco en Palestina y el buque acab¨® torpedeado por los rusos en aguas turcas. Demasiados culpables en una historia que Livaneli (Ilguin, Turqu¨ªa, 1946) conoci¨® casi por casualidad y que se dedic¨® a investigar. ¡°Cuando escuch¨¦ la historia pregunt¨¦ en Exteriores y me dijeron que no sab¨ªan nada. En Reino Unido, tampoco. Hab¨ªa secretos porque los cinco pa¨ªses eran culpables¡±, cuenta. Tras vender m¨¢s de un mill¨®n de copias en Turqu¨ªa y recibir gran cobertura en prensa, ¡°el Gobierno tuvo que aceptar la verdad y ahora hacen una conmemoraci¨®n por las v¨ªctimas cada a?o. Es el impacto de la literatura¡±, asegura.
La protagonista de esta historia, Maya Duran, recibe a un profesor visitante llegado de EEUU a la universidad de Estambul. El anciano hab¨ªa vivido en Turqu¨ªa d¨¦cadas atr¨¢s gracias a la acogida de cient¨ªficos alemanes que practic¨® este pa¨ªs. Y quiere rendir homenaje a la mujer que perdi¨® y que viajaba en ese barco, Nadia. La protagonista empezar¨¢ a recorrer con ¨¦l y por ¨¦l los hilos de una historia que en Turqu¨ªa no era conocida y que le llevar¨¢ a destripar los secretos amontonados en su propia familia: una de sus abuelas ocultaba su origen armenio; y la otra sobrevivi¨® milagrosamente a la persecuci¨®n rusa (y turca) de los turcos asentados en Crimea.
¡°Hist¨®ricamente hemos integrado capas y capas de culturas diferentes: armenia, turca, romana, hitita¡ Los turcos vienen de tribus de Asia Central que en los tiempos de Marco Polo vivieron intercambios con los chinos y mongoles. Llegaron a Anatolia y adoptaron el islam por la fuerza de los ej¨¦rcitos ¨¢rabes que les masacraron. Y adem¨¢s tenemos influencia balc¨¢nica europea. Venimos de tres ¨¢reas problem¨¢ticas sin nada en com¨²n¡±.
¡ª ?Y cu¨¢l es la identidad turca?
¡ª Es la crisis. Es el problema. Ataturk proclam¨® que todos esos llegados de Oriente Medio, del C¨¢ucaso y los Balcanes ten¨ªan que vivir juntos compartiendo una identidad turca. Es un melting pot without melting (r¨ªe). Un crisol, pero sin mezclar.
Tal mezcla de ingredientes desfila por la Serenata para Nadia unida a los que aportaba la propia Segunda Guerra Mundial. Y hace que su novela transite por la geograf¨ªa, las fronteras y las nacionalidades enfrentadas como un alegato en defensa de la humanidad m¨¢s all¨¢ del pasaporte y el origen. Ah¨ª recurre a las lecciones del reciente terremoto que ha sacudido el pa¨ªs. ¡°El terremoto, como la historia de mi novela, nos demuestra que los humanos somos unos simples mam¨ªferos sin m¨¢s identidad que la propia naturaleza¡±. El se¨ªsmo ha golpeado a turcos, kurdos o sirios por igual y la ayuda ha llegado de pa¨ªses tan enemistados como la propia Grecia o Armenia. Livaneli recuerda que en el terremoto que asol¨® Turqu¨ªa en 1999, su amigo Mikis Teodorakis y ¨¦l organizaron un concierto de solidaridad en Atenas. Y mientras ensayaban, la capital griega se vio sacudida a su vez por otro se¨ªsmo. ¡°Los terremotos no conocen fronteras y nos muestran que nuestros nombres, nacionalidades, religiones o identidades son una especie de ficci¨®n, no nos pertenecen¡±. En su novela, la protagonista se enfrentar¨¢ a su hermano, oficial de Seguridad, al que espetar¨¢: ¡°Cuando ves a una persona t¨² solo encuentras banderas, religiones e identidad. Yo solo veo humanos que pasan hambre, fr¨ªo o que se aman, tan simple como eso. Y esa es mi forma de entender el ser humano, lo dem¨¢s es artificial¡±.
Livaneli, que sufri¨® la c¨¢rcel, la tortura y el exilio en otras d¨¦cadas, cuando se opuso y denunci¨® el poder de los militares, habla hoy con la tranquilidad que le da la fama dentro y fuera de su pa¨ªs. Pero denuncia que ¡°no hay libertad en Turqu¨ªa¡±. El presidente Erdogan ha acaparado todo el poder de una forma tan personal como no lo hizo ni Ataturk, asegura, y est¨¢ perdiendo apoyos por la crisis econ¨®mica y, en d¨ªas recientes, por la par¨¢lisis ante el terremoto. ¡°?l ha cambiado el sistema y solo ¨¦l decide, tanto en lo judicial como en lo militar o lo legislativo. Ni los otomanos ten¨ªan ese poder. Por eso ahora tiene miedo y quiere posponer las elecciones¡±.
¡ª ?Cu¨¢l es el problema con Turqu¨ªa?
¡ª Pa¨ªses como Espa?a, Italia, Grecia o Alemania hab¨¦is pasado de periodos oscuros a la democracia. Pero nosotros no. Siempre hemos vivido en zona de penumbra porque el Islam pol¨ªtico es un r¨¦gimen, no una religi¨®n. No tengo nada en contra de la fe, pero el Islam pol¨ªtico utiliza la fe de la gente com¨²n para mantener el poder y es lo que hace Erdogan. Por ello a¨²n estamos en penumbra.
En esa penumbra emergen para ¨¦l la m¨²sica y la literatura, los recursos m¨¢s luminosos que encuentra para afrontar la vida. ¡°La literatura es mi vida entera, es todo. Es el puerto en el que estar a salvo y si no existiera me suicidar¨ªa porque, como dijo Camus, solo existe una cuesti¨®n filos¨®fica: suicidarnos o no. Eso nos salva¡±.
¡ªPara terminar: ?existe esa serenata que titula la novela y que el viejo profesor compuso para Nadia, su amor?
¡ªNunca la compuse porque es imposible superar la de Schubert, pero tal vez lo har¨¦ ¨Dresponde misteriosamente.
Y es que Netflix va a convertir su novela en pel¨ªcula. El guion est¨¢ hecho y el casting en marcha. Si se lo piden, tal vez la compondr¨¢. Y el ¨²ltimo secreto de esta historia plena de ellos se revelar¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.