La historia secreta de ¡®Lo que el viento se llev¨®¡¯: un guion documenta la tensi¨®n racial del rodaje
El borrador con escenas cortadas utilizado durante la filmaci¨®n del cl¨¢sico de 1939 refleja los choques entre quienes defend¨ªan la visi¨®n romantizada de la novela original y quienes abogaban por retratar con realismo la crudeza de la esclavitud
La plataforma de streaming HBO Max elimin¨® en junio de 2020 Lo que el viento se llev¨® durante unos d¨ªas de su cat¨¢logo de Estados Unidos. El cl¨¢sico de 1939 sucumbi¨® entonces ante la correcci¨®n pol¨ªtica y las tensiones raciales. El gigante del entretenimiento reconoci¨® que la superproducci¨®n glorificaba el pasado esclavista de Estados Unidos y evitaba las cr¨ªticas a la segregaci¨®n que sufri¨® el sur del pa¨ªs. El filme dirigido por Victor Fleming, George Cukor y Sam Wood ¨Destos dos ¨²ltimos no aparecieron en los cr¨¦ditos¨D volvi¨® a estar disponible d¨ªas despu¨¦s con un mensaje introductorio que avisa del contexto hist¨®rico en el que se desarroll¨® la pel¨ªcula y de la imagen romantizada que ofrece de la ¨¦poca de la esclavitud en el sur estadounidense. En la era digital, este tipo de mensajes acompa?an ya muchas producciones del pasado.
Un ejemplar del guion utilizado durante la filmaci¨®n arroja luz sobre los choques relacionados con el esclavismo que se vivieron dentro del equipo de producci¨®n, encabezado por el legendario David O. Selznick. Un historiador doctorando en Yale, David Vincent Kimel, asegura que el libreto, que incluye escenas que posteriormente fueron editadas, indica que se vivi¨® una aut¨¦ntica ¡°guerra civil¡± entre el productor, una docena de guionistas (entre los que se encontraba F. Scott Fitzgerald), el elenco negro y organizaciones contra el racismo. Entre estos bloques hubo un tenso tira y afloja con dos posturas encontradas: por un lado, estaban los que consideraban necesario retratar con realismo la crudeza de la esclavitud, y por otro, los que prefer¨ªan ce?irse a lo que la escritora Margaret Mitchell hab¨ªa plasmado en la novela que sirvi¨® de base a la pel¨ªcula, que gan¨® ocho premios Oscar ¡ªadem¨¢s de dos galadornes especiales¡ª, entre estos el primero para una actriz afroamericana, Hattie McDaniel, que fue reconocida como mejor actriz de reparto.
Kimel encontr¨® casualmente el guion en una librer¨ªa en internet y lo compr¨® por 15.000 d¨®lares (14.100 euros). Se trata de un raro libreto de 301 cuartillas de colores que se utiliz¨® en el rodaje, que se extendi¨® durante varios meses de 1939. Se usaron varios de ese tipo, bautizados como guiones arco¨ªris por las hojas de colores que marcaban al equipo t¨¦cnico los cambios en las distintas versiones que se hicieron de la historia. Seg¨²n Kimel, el que ha comprado ¨¦l pertenec¨ªa al director de casting Fred Schuessler y ha sido autentificado por la casa de subastas Bonhams. Es un documento casi ¨²nico. Milagrosamente, solo un pu?ado sobrevivi¨® a la orden de Selznick de destruirlos.
¡°La visi¨®n err¨®nea y rom¨¢ntica de la esclavitud, que se ha convertido en el legado central de la famosa pel¨ªcula, se asoma en la producci¨®n desde el principio hasta el final, prevaleciendo en muchas de las escenas cortadas del guion arco¨ªris¡±, se?ala el historiador en un texto para The Ankler, una newsletter sobre la industria del cine.
Una de las escenas eliminadas muestra a Rhett Butler, el personaje interpretado por Clark Gable, sentado frente a una botella de whisky y acariciando un arma de fuego, considerando un posible suicidio. Alguien llama a la puerta de la habitaci¨®n en la que est¨¢ y lo distrae de sus pensamientos. Guarda la pistola en una de sus botas de montar y se detiene con dificultad, dejando ver que est¨¢ bastante ebrio. Kimel asegura que algunas de las escenas borradas s¨ª fueron filmadas, seg¨²n consta en algunas fotograf¨ªas tomadas durante el rodaje. Este material habr¨ªa salido del metraje final en alguna de las ediciones posteriores.
En otra secuencia, que fue despu¨¦s cortada, se muestran los disturbios en Atlanta, la ciudad de Georgia donde se desarrolla la acci¨®n de la pel¨ªcula, ambientada durante la guerra de Secesi¨®n. El movimiento de la c¨¢mara mostraba a Butler a caballo movi¨¦ndose por una ciudad destruida. El animal se frenaba violentamente en medio del caos. Hab¨ªa hombres y mujeres saqueando comercios y cargando los productos que hab¨ªan sacado de los negocios. ¡°Todo tiene un ambiente de desorden y embriaguez, una ciudad descendiendo en el caos mientras se aproxima su fin¡±, indica el guion, que tambi¨¦n incluye a un hombre travestido corriendo frente a una carreta cargando vestidos.
La mayor¨ªa de los ajustes reflejados en el guion de Schuessler se hacen en la plantaci¨®n propiedad de Escarlata O¡¯Hara, el personaje femenino interpretado por Vivien Leigh. Selznick pidi¨® cortar algunos detalles que podr¨ªan haber mostrado de una forma m¨¢s cercana a la realidad c¨®mo eran tratados los negros en el Sur esclavista. Esto hizo que quedaran fuera de la pel¨ªcula referencias a brutales palizas, la amenaza de despedir a Mammy (Hattie McDaniel) por perezosa, adem¨¢s de otras muestras de violencia f¨ªsica y emocional.
Para comprender qu¨¦ llev¨® a prescindir de este material al legendario productor, ¨¦l mismo un jud¨ªo que luch¨® contra el antisemitismo rampante en Los ?ngeles, David Vincent Kimel acudi¨® a revisar los documentos del cineasta que se encuentran en el centro Harry Ransom, ubicado en Texas. El archivo del centro refleja que Selznick no solo mostraba preocupaci¨®n por el ritmo y la calidad del di¨¢logo, sino tambi¨¦n por apegarse lo m¨¢s posible a la novela, publicada en 1936.
En una comunicaci¨®n a uno de los escritores que participaron en el guion, Val Lewton, el productor se lamenta de no poder utilizar la palabra nigger (negrata), que es hoy impronunciable en Estados Unidos. ¡°Quiz¨¢ no es muy tarde para salvar su uso dos o tres veces¡±, dice Selznick a Lewton, a quien le pide que investigue si usar esa palabra, que aparece en la novela, les llevar¨ªa a violar alguna ley de censura. Lewton responde que es mejor evitarla porque crea demasiados problemas. Y a?ade: ¡°Los negratas rechazan ser llamados negratas¡±.
El investigador se?ala, no obstante, que Selznick nunca quiso hacer una pel¨ªcula racista y que siempre fue ¡°muy cuidadoso¡± de que su equipo retratara a los afroamericanos de la mejor forma posible. A pesar de la fidelidad que mostr¨® al material original, la producci¨®n nunca cont¨® con mucha ayuda de la autora, Margaret Mitchell, quien gan¨® el Pulitzer con el libro.
El productor termin¨® en varias ocasiones eliminando di¨¢logos, reescribiendo parlamentos o diluyendo el tono en algunas de las escenas. El libreto arco¨ªris muestra una versi¨®n rebajada respecto a versiones anteriores de una escena en la que la carism¨¢tica Escarlata O¡¯Hara amenaza con vender a Prissy, una de sus sirvientas. Selznick tambi¨¦n borr¨® una escena donde Prissy es pellizcada y se le pide callarse. Pero tambi¨¦n omiti¨® un arranque que hubiera glorificado al ej¨¦rcito esclavista del Sur y un primer cuadro que habr¨ªa mostrado la bandera confederada.
Los documentos que se conservan en el centro Harry Ransom tambi¨¦n abonan otra leyenda de Hollywood. La llegada de F. Scott Fitzgerald al ca¨®tico rodaje, marcado por el despido de dos directores antes que Fleming y de varios escritores. Fitzgerald lleg¨® a Los ?ngeles en 1937, cuando ya era lejana la fama que le gener¨® la publicaci¨®n de El gran Gatsby, que lleg¨® a las librer¨ªas en 1925. Amargado y con problemas con el alcohol, Selznick lo contrat¨® para suplir a dos guionistas, Sidney Howard (quien se qued¨® con el cr¨¦dito final) y Oliver Garrett.
El escritor se encontr¨® con que solo pod¨ªa usar las palabras de Margaret Mitchell como material para esculpir. Una de sus escasas sugerencias fue un arranque que mostrara la vida en el viejo sur. Fue despedido y lleg¨® despu¨¦s el legendario Ben Hecht, famoso en Hollywood por encauzar historias que no iban a ninguna parte. Fitzgerald muri¨® en 1940 borracho en un gris apartamento de West Hollywood. Pero Lo que el viento se llev¨® sigue provocando debate 84 a?os despu¨¦s.
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