De cruzar la valla de Melilla al programa ¡®Got Talent¡¯

A finales de 2019, un grupo de menores actu¨® ante las c¨¢maras de Telecinco. Eran las semifinales del programa de televisi¨®n Got Talent y los chicos y chicas realizaron un n¨²mero de baile que fue pura alegr¨ªa. Entre ellos estaban Hamza, Asia, Mounia, Mouad, Ishane y Ylyas, que en aquel tiempo llevaban ya un a?o siendo filmados en un documental sobre su realidad cotidiana en Melilla. Sobre su d¨ªa a d¨ªa en los centros de acogida, su vida social o los miedos e ilusiones con los que afrontaban la mayor¨ªa de edad y su futuro m¨¢s all¨¢ de esas cuatro paredes. Tambi¨¦n sobre los ensayos en la actividad de danza impulsada por la asociaci¨®n Nana, gracias a la que pudieron participar en el talent show. Cinco a?os despu¨¦s, aquella pel¨ªcula, titulada Remember my name y dirigida por Elena Molina, se ha estrenado este mi¨¦rcoles en el festival de M¨¢laga, a pesar de que la asociaci¨®n Nana y la Consejer¨ªa del Menor y la Familia de Melilla han requerido la prohibici¨®n de su exhibici¨®n al considerar que no corresponde a lo pactado con la productora, Boogaloo Films. El certamen, tras analizar la documentaci¨®n del caso, decidi¨® seguir adelante con la proyecci¨®n.

Fue la realizaci¨®n de un v¨ªdeo musical para el cantante argentino Soy L¨ªberti lo que llev¨® a Molina hasta Melilla en 2018. ¡°?l quer¨ªa darle un aire documental al trabajo y, tras investigar, le propuse hacerlo con los integrantes del proyecto de la asociaci¨®n Nana. Rodamos durante siete d¨ªas y me di cuenta de que hab¨ªa una historia mucho m¨¢s grande. All¨ª hay una realidad totalmente diferente de la que se habla siempre y sent¨ª que ten¨ªa que hacerlo¡±, relata la directora. Molina comenz¨® a viajar con frecuencia hasta la ciudad aut¨®noma sin una idea clara de partida, pero poco a poco el v¨ªnculo que le uni¨® a las chicas y chicos fue haciendo evolucionar la obra. La aparici¨®n de Got Talent le permiti¨® tener un arco narrativo para contar las historias de los protagonistas. Y tambi¨¦n generar ciertos paralelismos entre situaciones en las que, de una u otra manera, se enfrentan a un abismo con diferentes formas: el momento en el que cruzan la valla, el d¨ªa que abandonan los centros al cumplir los 18 a?os o la salida a un escenario frente a un p¨²blico y numerosas c¨¢maras.

Remember my name, con producci¨®n de Espa?a, Francia y Qatar, es un retrato coral sobre la adolescencia en centros de menores en un lugar tan singular como Melilla. ¡°Es un sitio que solo suena con los saltos a la valla, pero nunca se habla del flujo migratorio cotidiano que existe, como en cualquier otro sitio fronterizo. Con familias a un lado y otro y una din¨¢mica que, creo, es desconocida¡±, subraya Molina. Con naturalidad, la c¨¢mara se convierte en un personaje m¨¢s del grupo de adolescentes, que igual van a practicar deporte que a la peluquer¨ªa o a tomar churros con t¨¦ moruno en esa mezcla tan local. Viven, casi sin saberlo, una de las etapas de su vida en unos centros que, con sus virtudes y sus defectos, les ofrecen protecci¨®n. Y lo hacen con un tema constante en sus mentes: saben que el d¨ªa que cumplan 18 a?os deber¨¢n abandonar el lugar y apa?¨¢rselas por s¨ª mismos. ¡°La vida es muy dura fuera. Ten¨¦is suerte de estar en el centro¡±, les dice Hamza, uno de los protagonistas, a sus amigos.

Gracias a los cinco a?os de rodaje, el espectador observa la transformaci¨®n f¨ªsica del grupo, pero tambi¨¦n sus cambios personales, de c¨®mo chicas de 13 o 14 a?os que llegan t¨ªmidas y sin conocer el idioma consiguen dar un gran paso adelante escenific¨¢ndolo sobre el escenario, donde dan lo mejor de s¨ª mismas y se mueven con fortaleza. Triunfan ante las c¨¢maras, emocionan a la audiencia, pero cuando los focos se apagan vuelven a su realidad de Melilla. Esa que les lleva a cruzar otra frontera, la de la mayor¨ªa de edad. ¡°La vida, de repente, cambia. Y es un ejemplo de que las cosas son superdif¨ªciles¡±, les recuerda Natalia D¨ªaz, su monitora de danza y fundadora de la asociaci¨®n Nana.

Hoy muchos de ellos viven en distintos lugares de la Pen¨ªnsula. Lograron salir desde Melilla en el ferry que tantas veces hab¨ªan visto cruzar el Mediterr¨¢neo y sobre el que se hab¨ªan so?ado mientras lo ve¨ªan partir. Ja¨¦n, Jerez de la Frontera, Zaragoza, Madrid, Barcelona o Murcia son varios de sus destinos. Algunos de los chicos y chicas se reunieron este mi¨¦rcoles en M¨¢laga para disfrutar de la alfombra roja y asistir, como estrellas, al estreno del documental en el teatro Echegaray.

Una proyecci¨®n que la asociaci¨®n Nana pidi¨® cancelar por motivos que no han querido explicar. ¡°Los responsables del festival lo saben perfectamente¡±, han afirmado fuentes de la entidad, que tiene el apoyo de la Consejer¨ªa del Menor y la Familia de Melilla, que considera que hay incumplimientos en materia de protecci¨®n de datos de los menores que intervienen en la pel¨ªcula. Por su parte, los responsables de la productora espa?ola de la cinta, Boogaloo Films, se?ala que al ser un tema legal prefieren no comentar nada.

El festival malague?o, tras requerir la documentaci¨®n a las partes y analizar el caso con sus abogados, decidi¨® seguir adelante con el estreno porque ¡°la productora ha solicitado y obtenido los permisos oportunos para realizar la grabaci¨®n de las im¨¢genes en los centros de menores; los menores que intervienen en el largometraje han firmado los correspondientes consentimientos para tratamiento de su imagen y sus datos; y la Consejer¨ªa [a la que no consideran competente para prohibir la proyecci¨®n de una pel¨ªcula] acept¨® la grabaci¨®n de esos menores en gran parte en sus propios centros, l¨®gicamente con vocaci¨®n de ser exhibida en salas de cine y festivales¡±.