Modo Banville

¡°Soy incapaz de no escribir¡±. A esta respuesta de John Banville a Belinda McKeon en una entrevista de 2009 le di tantas vueltas largo tiempo que acab¨¦ descubriendo que me hab¨ªa vuelto incapaz de no escribir que Banville era un gran artista, incluso cuando respond¨ªa en las entrevistas. As¨ª como en sus novelas hay una atenci¨®n extrema al lenguaje (que le lleva, tras endiablados rodeos, a la precisi¨®n), en sus entrevistas no hay espacio para las piruetas y las frases aparecen sin rodeos, directamente, como en esta respuesta a Mauricio Montiel: ¡°Picasso: gran histri¨®n, gran fraude en muchos sentidos, pero qu¨¦ ojos, qu¨¦ extraordinarios ojos¡±.

Como incondicional de sus entrevistas, abr¨ª hace tiempo Modo Banville, hoy abarrotada carpeta en la que, a trav¨¦s de sus mejores respuestas, he ido observando c¨®mo, paralelo al perfeccionamiento de su estilo literario, las opiniones que deja caer en sus entrevistas se han ido conectando cada d¨ªa m¨¢s con las esencias de la m¨¢s alta literatura del pasado. Quiz¨¢s esto explique que en un momento en que los lectores ya no quieren grandes obras dif¨ªciles, se siga entreviendo en Banville una resistencia al imperio de ¡°lo f¨¢cil¡±. En una reciente respuesta a Martin Chilton coment¨® as¨ª la tendencia de la literatura actual a la simplicidad: ¡°La gente se queja de la prolijidad de mi lenguaje y la densidad de mi estilo y yo digo que a los tiranos les encanta el lenguaje sencillo¡±

Si Miguel ?ngel Hern¨¢ndez, el autor de Anoxia, abordaba esta cuesti¨®n el otro d¨ªa en Cuadernos Hispanoamericanos (¡°Abrazar la dificultad, igual que la posibilidad del fracaso, es la ¨²nica salida. Y la verdadera v¨ªa del arte y el pensamiento¡±), no hace mucho Banville, en entrevista con Andr¨¦s Seoane, expresaba su temor a que las pr¨®ximas generaciones salgan perdiendo por rechazar la dificultad, ya que esa es precisamente la esencia de cualquier arte y la sociedad ha renunciado a ella: ¡°No hay nada bueno, nada duradero y valioso que no sea dif¨ªcil, las cosas sencillas son simplemente sencillas, pero las dif¨ªciles son mucho m¨¢s que ellas mismas¡±

Acabo de ponerme demasiado serio, por lo que voy a buscar notas de alto humor en Modo Banville. Pero antes soy incapaz de no acordarme de que ayer mismo a una amiga, gran escritora, le propusieron que hiciera una versi¨®n m¨¢s sencilla del relato que ella precisamente considera el alma, el centro de toda su extensa obra. Creo que, detr¨¢s de esa propuesta, hay una se?al de que cada vez nos alejamos m¨¢s de lo que tendr¨ªa que ser el arte: un misterio insondable al que nos enfrentamos.

Y ahora s¨ª. Paso a buscar notas de alto humor que hay en Modo Banville. Y encuentro ¨¦sta: ¡°El motivo por el que me hice artista no fue explicar el sentido de la vida, sino intentar dar cuenta de lo que es estar vivo¡±. Alguien se preguntar¨¢ d¨®nde est¨¢ el humor ah¨ª. Pues en que estoy vivo. Y en que, precisamente por estarlo, he dado un alegre salto brutal al leer esas palabras que de inmediato he suscrito enteras.