Muere el escritor Martin Amis a los 73 a?os
El novelista fue una de las figuras m¨¢s influyentes de la literatura en lengua inglesa desde los a?os setenta
Martin Amis, uno de los escritores brit¨¢nicos m¨¢s inventivos e influyentes de los ¨²ltimos tiempos, falleci¨® durante la madrugada del s¨¢bado en su casa de Lake Worth, Florida mientras dorm¨ªa, v¨ªctima, a los 73 a?os, de un c¨¢ncer de es¨®fago que padec¨ªa desde hace alg¨²n tiempo, seg¨²n ha confirmado EL PA?S por fuentes pr¨®ximas a la familia. Ir¨®nica e incre¨ªblemente, la misma enfermedad acab¨® con la vida de quien fue su mejor amigo, ...
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Martin Amis, uno de los escritores brit¨¢nicos m¨¢s inventivos e influyentes de los ¨²ltimos tiempos, falleci¨® durante la madrugada del s¨¢bado en su casa de Lake Worth, Florida mientras dorm¨ªa, v¨ªctima, a los 73 a?os, de un c¨¢ncer de es¨®fago que padec¨ªa desde hace alg¨²n tiempo, seg¨²n ha confirmado EL PA?S por fuentes pr¨®ximas a la familia. Ir¨®nica e incre¨ªblemente, la misma enfermedad acab¨® con la vida de quien fue su mejor amigo, Christopher Hitchens.
Intelectual p¨²blico de gran relieve, en sus novelas y ensayos llev¨® a cabo una radiograf¨ªa despiadada, te?ida de humor e iron¨ªa, tanto de su Inglaterra natal como de Estados Unidos, pa¨ªs al que se traslad¨® en 2011 fijando su residencia en el neoyorquino barrio de Brooklyn. Pol¨¦mica, a veces inc¨®moda, indefectiblemente l¨²cida, su obra era el punto de encuentro de fuerzas contradictorias que se neutralizaban o fertilizaban entre s¨ª. Su escritura, llena de logros memorables y alg¨²n defecto ocasional, era sobre todo un triunfo de la inteligencia. Sarc¨¢stico, sat¨ªrico, con una carga de humanidad que a veces se permit¨ªa peque?as dosis de ternura, Amis no elud¨ªa ning¨²n tema, por pol¨¦mico que fuera.
Una de sus mejores armas era el humor, indefectiblemente oscuro. Le gustaba decir que a la ficci¨®n no le quedaba m¨¢s remedio que ser un g¨¦nero c¨®mico, porque la vida que estaba encargada de reflejar era tambi¨¦n algo c¨®mico. Hizo suyo el lema del escritor australiano Clive James, para quien el sentido com¨²n y el sentido del humor eran lo mismo. Los haces de fuerza que se entrecruzaban de manera constante en su obra, contradici¨¦ndose, son particularmente visibles en el que ser¨ªa su ¨²ltimo libro, Desde dentro (2020). Caracterizado por su autor como una novela autobiogr¨¢fica, en realidad era una mezcla heterog¨¦nea de g¨¦neros, desde la memoria personal al ensayo literario, ordenada por los dictados de la imaginaci¨®n, es decir, por las leyes de la ficci¨®n. Le cost¨® m¨¢s de 20 a?os darle forma, y lleg¨® a desde?ar varias versiones, porque al final se le escapaba lo esencial: dar con la manera m¨¢s eficaz de presentar la verdad. Lo consigui¨® llevando a cabo varios exorcismos, el m¨¢s importante el de la muerte de tres figuras paternas, Kingsley Amis, Philip Larkin y Saul Bellow, y una fraterna, tal vez la de mayor peso, Christopher Hitchens.
Fantasmas y padres
Martin Amis vivi¨® hasta el ¨²ltimo momento asediado por fantasmas que vigilaban muy de cerca lo que hac¨ªa. La primera figura paterna que se vio obligado a exorcizar fue la de su padre real, sir Kingsley Amis, escritor de formidable estatura. No es f¨¢cil abrirse paso como novelista a la sombra de alguien con las credenciales de su padre, autor de una de las novelas m¨¢s celebradas de su tiempo en Inglaterra, Lucky Jim (1954), entre otras obras de relieve, pero Martin lo logr¨® con l¨²dica agilidad, mirando hacia otro lado mientras forjaba un estilo en el que no se detectaban las huellas del ADN de su progenitor. En parte era cuesti¨®n de supervivencia. Seg¨²n confes¨®, su progenitor no estaba interesado por lo que escrib¨ªa. Las complejas relaciones entre padre e hijo hicieron las delicias de la prensa amarilla durante mucho tiempo.
En Desde dentro Amis suplanta la paternidad real por una ficcional, la de Philip Larkin, que adem¨¢s de ser uno de los poetas m¨¢s notables de su tiempo, era el mejor amigo de sir Kingsley. Marca de la casa. Le quedaba otra cuenta pendiente, pero en este caso la transmisi¨®n del c¨®digo gen¨¦tico se produjo sin fisuras: desde el punto de vista literario, Amis decidi¨® erigir como progenitor al gran novelista americano Saul Bellow, a quien con el tiempo tambi¨¦n aprendi¨® a desobedecer. Aclaradas las cuestiones geneal¨®gicas, quedaba algo por se?alar, tal vez lo m¨¢s importante. No se puede hablar de Amis sin mencionar la profunda huella, tanto emotiva como intelectual, que dej¨® en ¨¦l su amistad con Christopher Hitchens, el genial e inc¨®modo polemista con quien sostuvo una conversaci¨®n constante, y cuya muerte, en 2011, no logr¨® superar nunca. Otra deuda, m¨¢s compleja, pero no menos fascinante, fue la que contrajo con otro gran mago de la ficci¨®n con el que nunca dej¨® de jugar al escondite, Vladimir Nabokov, a quien rindi¨® homenaje en numerosas ocasiones, la m¨¢s notable en Visitando a Mrs. Nabokov y otras excursiones (1993).
Amis deja tras de s¨ª un legado que comprende un pu?ado de novelas de m¨¦rito extraordinario y algunas obras de no ficci¨®n excepcionales, entre libros de memorias y ensayos de cr¨ªtica literaria. Una buena manera de acercarse a ¨¦l es sumergirse en la lectura de Experiencia (2000), la magn¨ªfica autobiograf¨ªa intelectual que escribi¨® en la cima de su madurez art¨ªstica y literaria. En cuanto a su obra de ficci¨®n, a lo largo de las d¨¦cadas, Amis fue dando testimonio de la sociedad cambiante en la que le toc¨® vivir, mimetizando con su estilo, caricaturesco, costumbrista y sat¨ªrico, casi siempre brillante y eficaz, los traumas de una Inglaterra convulsa. Sus ensayos reflejaban la misma realidad desde una perspectiva no menos penetrante. La generaci¨®n a la que perteneci¨® incluye a Ian McEwan, Salman Rushdie y Julian Barnes. Estaba casado en segundas nupcias con la escritora de origen uruguayo Isabel Fonseca. Su primera mujer, Anne Philips, a quien dej¨® cuando conoci¨® a Fonseca, es profesora de Filosof¨ªa.
El mal
Martin Louis Amis naci¨® en Oxford en 1949. Buen conocedor desde sus comienzos del mundo de la calle, estudi¨® en el Exeter College de Oxford e inici¨® su carrera como editor del suplemento literario de The Times, The Observer y The New Statement. Fue durante su etapa como editor de estos medios cuando trab¨® amistad con Hitchens. Su primera novela, Los papeles de Rachel, publicada cuando ten¨ªa 24 a?os, fue galardonada con el premio Somerset Maugham y llevaba ya las se?as de identidad que desarrollar¨ªa en su obra futura. La cr¨ªtica tom¨® buena nota de que hab¨ªa aparecido un escritor excepcional. La novela cuenta la historia de un joven rebelde preocupado por el sexo y la salud cuyo mayor empe?o es ser admitido en la Universidad de Oxford. Tras Beb¨¦s muertos (1974), ?xito (1978) y Otra gente, historia de un misterio (1981), se hizo famoso con la llamada Trilog¨ªa de Londres. El primer t¨ªtulo, Dinero (1984), es una s¨¢tira salvaje en clave c¨®mica sobre el consumismo de los ochenta; Campos de Londres (1989), es una novela de ambici¨®n total en la que examina una sociedad al borde del colapso. El tercer t¨ªtulo de la trilog¨ªa, La informaci¨®n (1995), se hizo notorio por motivos extraliterarios, relacionados con anticipos y cambios de agencia. Amis cobr¨® un adelanto de casi 800.000 d¨®lares de entonces. Amis dej¨® a su agente Pat Kavannagh, esposa de su amigo Julian Barnes, para irse con Andrew Wylie, el c¨¦lebre Chacal.
Estilista de gran virtuosismo t¨¦cnico, enemigo de clich¨¦s, en La flecha del tiempo (1991) juega con la posibilidad de deshacer los horrores de la historia, impidiendo que tuvieran lugar mediante el recurso (utilizado antes por Kurt Vonnegut, Philip K. Dick y Alejo Carpentier) de hacer que el tiempo discurra al rev¨¦s, narrando la vida de un criminal de guerra nazi desde su muerte hasta su nacimiento. Tren nocturno (1997) tuvo cr¨ªticas negativas por parte de algunos cr¨ªticos que consideraron que su estilo se hab¨ªa americanizado, pero por m¨¢s que hubiera siempre quien encontrara defectos, hab¨ªa en lo que hac¨ªa Amis algo que lo hac¨ªa atractivo como narrador, a veces de manera culpable. Una de sus novelas m¨¢s controvertidas, pero a la postre insuperable como portadora de la marca Amis, fue Perro callejero (2003). La realidad del mal personificada en figuras como Hitler o Stalin surge en distintos momentos de su obra, tanto novelesca como ensay¨ªstica. En La viuda embarazada (2010), aborda con caracter¨ªstico humor y sagacidad la revoluci¨®n sexual de los setenta. Interesado por el impacto de lo comercial en la cultura pop, en Lionel Asbo: el estado de Inglaterra (2012), nos ofrece un retrato de un delincuente de poca monta que gana la loter¨ªa y se convierte en un h¨¦roe de la prensa amarilla. El personaje mejor retratado, como siempre, es la sociedad inglesa y sus lacras.
Amis era un personaje entra?able y vital, un intelectual p¨²blico que supo radiografiar en su ficci¨®n y en sus ensayos el final del siglo XX y las dos primeras d¨¦cadas del XXI. Aparec¨ªa frecuentemente en medios p¨²blicos y en televisi¨®n y sus opiniones eran con frecuencia controvertidas. Su mundo era inequ¨ªvocamente masculino, y se adentraba en ¨¦l mostrando sus lacras y defectos de manera inmisericorde. Su obra de no ficci¨®n abarca un amplio abanico de temas. En El Infierno imb¨¦cil y otras visitas a Estados Unidos (1986), examina por adelantado el pa¨ªs en el que acabar¨ªa por fijar su residencia y morir. La pol¨¦mica lo rode¨®, como a Hitchens, casi hasta el final, pero en ¨²ltima instancia, era su personalidad lo que ganaba a los lectores. Para algunos era mejor ensayista que narrador, pero en realidad el sustrato era siempre el mismo. En La Guerra contra el clich¨¦: escritos sobre literatura (2001) y en su m¨¢s reciente colecci¨®n de ensayos, El roce del tiempo (2017), escribe, adem¨¢s de sobre Bellow y Hitchens, sobre Vladimir Nabokov, John Travolta y Donald Trump