La divulgaci¨®n cient¨ªfica: un g¨¦nero para tiempos de descubrimiento, tecnolog¨ªa y pandemia
A la par que crece el inter¨¦s por biolog¨ªa, el medio ambiente y nuevas herramientas, aumentan las respuestas por parte de unas propuestas editoriales cada vez m¨¢s variadas y de mayor nivel


El mundo est¨¢ lleno de mecanismos ocultos que la humanidad va comprendiendo y explic¨¢ndose a s¨ª misma. C¨®mo funciona la atm¨®sfera. Cu¨¢les son los intr¨ªngulis de la estad¨ªstica. Qu¨¦ ocurre dentro de una c¨¦lula. C¨®mo se comporta lo que es m¨¢s peque?o que un ¨¢tomo. Qu¨¦ aspecto tienen los ¨¢caros que viven en nuestro rostro. Qu¨¦ les pasa a los bosques. Cu¨¢nto falta para que la especie humana se autodestruya. De todo esto trata la ciencia y, por ende, el g¨¦nero de la divulgaci¨®n cient¨ªfica que es, junto con el periodismo, la forma m¨¢s popular y eficaz de difundir estos conocimientos.
¡°La divulgaci¨®n cient¨ªfica, especialmente en formato libro, vive un momento especialmente bueno: hay muchas voces nuevas y los temas son m¨¢s diversos que antes¡±, dice el periodista y divulgador Antonio Mart¨ªnez Ron, autor de Algo nuevo en los cielos (Cr¨ªtica). La divulgaci¨®n puede verse como el broche del proceso de la ciencia. No solo basta con emitir hip¨®tesis, comprobarlas mediante la experimentaci¨®n, hacer predicciones o encontrar aplicaciones tecnol¨®gicas, sino que el c¨ªrculo se cierra cuando todo esto, que muchas veces sucede fuera de foco y es inaccesible para el profano, es explicado al p¨²blico.
¡°Ah¨ª es donde acaba el proceso de investigaci¨®n, cuando se comunica con el p¨²blico, ya sean otros investigadores, el p¨²blico general, el alumnado o el p¨²blico infantil: el conocimiento cient¨ªfico es un producto eminentemente social, y la universidad va tomando conciencia de ello¡±, dijo Mar¨ªa Isabel Cabrera, presidenta de la Uni¨®n de Editoriales Universitarias Espa?olas (UNE), en una mesa redonda de la Feria del Libro de Madrid. El evento ferial se dedica este a?o a la intersecci¨®n entre libros y ciencia.

Los libros de divulgaci¨®n son producidos por editoriales universitarias, como las que forman la UNE, y por sellos generalistas, pues es un g¨¦nero que goza de buena salud. En los ¨²ltimos a?os, el inter¨¦s social por lo cient¨ªfico-t¨¦cnico ha aumentado por varias razones, por ejemplo, la continua presencia de lo tecnol¨®gico en nuestras vidas, el goteo de nuevos hallazgos cient¨ªficos o los eventos de impacto hist¨®rico como la pandemia. Ese inter¨¦s es alimentado por medios de comunicaci¨®n y editoriales. Al tiempo, dentro de la comunidad cient¨ªfica cada vez est¨¢ m¨¢s presente la convicci¨®n de que la divulgaci¨®n es otra obligaci¨®n de los investigadores, sobre todo si trabajan con fondos p¨²blicos, como una forma de retorno a la sociedad. En el lado malo, el frenes¨ª de la investigaci¨®n y la necesidad constante de publicar papers para construir un prestigio hace que los investigadores, muchas veces al borde de la precariedad, no puedan dedicar a la divulgaci¨®n el tiempo que ser¨ªa deseable.
Seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) sobre producci¨®n editorial, de 2019, el tema que cop¨® la parte mayor del mercado fue la ¡°literatura¡± con un 26,7%. Pero en segundo puesto estar¨ªan las ciencias agrupadas: puras (2,9%), aplicadas (6,5%) y sociales (9,3%), lo que sumado significa un 18,7%. En este porcentaje se incluir¨ªan los libros de divulgaci¨®n cient¨ªfica y los libros cient¨ªficos que no son de divulgaci¨®n, por ejemplo, los manuales universitarios. Pero, adem¨¢s, seg¨²n el informe Comercio interior de libro, elaborado por la Federaci¨®n de gremios de editores de Espa?a (FGEE), la divulgaci¨®n general fue en 2021 el subg¨¦nero m¨¢s grande en cuanto a facturaci¨®n dentro de la no ficci¨®n: sum¨® 168,4 millones de euros, con un aumento del 7,2% respecto al a?o anterior.
Explorando v¨ªnculo entre ciencia y sociedad
¡°Creemos que hace tiempo que est¨¢ superado el paradigma basado en la especializaci¨®n del conocimiento y apostamos claramente por la interdisciplinariedad y el v¨ªnculo que existe entre ciencia y sociedad¡±, dice Daniel Moreno, editor de Capit¨¢n Swing, dedicada a la no ficci¨®n en varias l¨ªneas, entre ellas la divulgaci¨®n cient¨ªfica. Entre algunos de sus ¨²ltimos t¨ªtulos est¨¢n El arte de la estad¨ªstica, de David Spiegelhalter, o El arco iris de la evoluci¨®n, de Joan Roughgarden. ¡°Ya no existen dos culturas, humanista y cient¨ªfica, las humanidades son tambi¨¦n ciencias pr¨¢cticas, al igual que las ciencias pueden llegar a ser contemplativas¡±, a?ade Moreno.
Los temas que m¨¢s se llevan en la divulgaci¨®n actual tienen que ver con el medio ambiente y la biolog¨ªa, dada la crisis clim¨¢tica en la que nos vemos envueltos, o la alimentaci¨®n, pero tambi¨¦n disciplinas que siempre han cosechado inter¨¦s como la f¨ªsica, la astrof¨ªsica, la neurociencia, o todo lo relacionado con lo tecnol¨®gico y la inteligencia artificial, tambi¨¦n por razones coyunturales. Algunos t¨ªtulos que ahora est¨¢n sobre las mesas de novedades son La armon¨ªa de las c¨¦lulas (Debate), de Siddhartha Mukherjee, Nanotecnolog¨ªa viva (Arpa), de Sonia Contera, Las ideas fundamentales del universo (Arpa), de Sean Carroll, La fantas¨ªa de volar (Ariel), de Richard Dawkins, o El nanomundo al descubierto (Paid¨®s), de Anna Morales. ¡°Lo que no est¨¢ tan claro es que la proliferaci¨®n de propuestas de divulgaci¨®n se equipare a un n¨²mero mayor de lectores: algunas editoriales peque?as lo est¨¢n pasando mal e incluso cerrando¡±, observa Mart¨ªnez Ron, que, eso s¨ª, se muestra satisfecho con la repercusi¨®n de sus libros: en septiembre saca otro. La editorial Volcano Libros, dedicada a temas de naturaleza, ech¨® el cierre en enero.

El g¨¦nero de la divulgaci¨®n tambi¨¦n tiene su canon, que ha asombrado a generaciones de lectores y despertado infinidad de vocaciones. Cosmos, de Carl Sagan. El gen ego¨ªsta, de Richard Dawkins. Historia del tiempo, de Stephen Hawking. Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson. O El universo elegante, de Brian Greene. Entre otros. Incluso la alta divulgaci¨®n, no tan apta para el profano, como La nueva mente del emperador, de Roger Penrose, o G?del, Escher, Bach, el eterno y fr¨¢gil bucle, de Douglas Hofstadter.
Sin olvidarnos de que la divulgaci¨®n no tiene por qu¨¦ circunscribirse a la ciencia dura, sino que tambi¨¦n puede operar con mucho ¨¦xito en el ¨¢mbito de las humanidades: es el caso de Sapiens de Yuval Noah Harari, que ha vendido m¨¢s de 20 millones de ejemplares en el mundo. Las humanidades, de hecho, tienen una particularidad: como no utilizan un lenguaje tan especializado como la ciencia (que se desarrolla sobre la matem¨¢tica, la formulaci¨®n qu¨ªmica o la programaci¨®n inform¨¢tica), en muchas ocasiones los autores de vanguardia no necesitan de la etapa de la divulgaci¨®n para llegar a los lectores: lo hacen directamente. ¡°Un libro de historia puede ser accesible para el p¨²blico sin necesidad de un divulgador¡±, ejemplifica Cabrera.
No solo para profanos
Aunque cuando hablamos de divulgaci¨®n imaginamos libros de cient¨ªficos para no cient¨ªficos esto no es necesariamente as¨ª. ¡°Los cient¨ªficos tambi¨¦n consumimos divulgaci¨®n: hay muchas ramas de la ciencia en las que nuestro conocimiento no es profundo y necesitamos esa especie de traducci¨®n, como cualquier otra persona¡±, dice el paleont¨®logo Juan Luis Arsuaga. Si bien Arsuaga ha ganado un premio Princesa de Asturias por su labor, seguramente necesite leer divulgaci¨®n para enterarse de los ¨²ltimos avances en qu¨ªmica org¨¢nica: para estar al d¨ªa en f¨ªsica dice leer al italiano Carlo Rovelli, que publica sus obras en Anagrama. La ciencia es hoy en d¨ªa muy amplia y especializada, inabarcable, y el experto en un ¨¢mbito es profano en otro. El propio Arsuaga, en compa?¨ªa del escritor Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, ha tenido gran ¨¦xito con su divulgaci¨®n dialogada, sobre la vida y la muerte, publicada en Alfaguara: La vida contada por un sapiens a un neandertal y el libro hom¨®nimo para la muerte.
Es curioso, pero paralelamente al creciente inter¨¦s por la ciencia, aumentan las creencias pseudocient¨ªficas: terraplanismo, movimiento antivacunas o negacionismo del cambio clim¨¢tico. La divulgaci¨®n es un muro de contenci¨®n contra pensamientos alucinados. ¡°Es una gran lacra¡±, dice Pura Fern¨¢ndez, vicepresidenta adjunta de Cultura Cient¨ªfica y Ciencia Ciudadana del CSIC y directora de su editorial, ¡°las fake news tienen una velocidad de difusi¨®n enorme contra la que es dif¨ªcil luchar. Intentamos trabajar sobre todo con los j¨®venes, no solo a trav¨¦s de libros y nuestras colecciones de divulgaci¨®n, sino con talleres, exposiciones, conferencias o nuestro programa de TikTok. Hay que educar en d¨®nde buscar informaci¨®n de calidad y c¨®mo la ciencia produce conocimiento fiable¡±.
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