Juan Jos¨¦ Mill¨¢s: ¡°Me calculan 12 a?os de vida, o sea, tres novelas¡±
Entramos en el despacho del escritor, que estrena hoy la obra de teatro ¡®Mi¨¦rcoles que parecen jueves¡¯ y la semana que viene la adaptaci¨®n de su novela ¡®Desde las sombras¡¯ bajo el t¨ªtulo ¡®No mires a los ojos¡¯
Si uno ha le¨ªdo las novelas y las columnas de Juan Jos¨¦ Mill¨¢s (Valencia, 76 a?os), es interesante visitarle en su casa: muchas de sus obsesiones transcurren dentro del ¨¢mbito dom¨¦stico. En su ¨¢tico de madera, donde lee y trabaja, tiene libros por las paredes, libros por las mesas, libros formando monta?as en el suelo, libros y m¨¢s libros. ¡°Tengo que deshacerme de ellos, si es que ni siquiera soy un fetichista del libro¡ pero siempre lo dejo para otro d¨ªa¡±, explica el escritor mientras se sienta en su butaca de lectura; ¡°adem¨¢s, me ha dicho un amigo arquitecto que el peso puede poner en peligro la estructura de la casa¡±. Una casa aplastada por libros podr¨ªa ser el argumento de un texto de Mill¨¢s, si es que no lo ha sido ya en sus miles de columnas, algunas de las cuales rozan el cuento. Es por la tarde: dice Mill¨¢s que ya no toma tanto ese gin tonic vespertino que sol¨ªa aparecer en sus textos. ¡°Hubo una ¨¦poca en que me sentaba muy bien, como premio al d¨ªa de trabajo¡±, explica, ¡°ahora intento beber solo vino, que dicen que es m¨¢s saludable¡±.
El motivo de la visita es la adaptaci¨®n de su novela Desde las sombras (Seix Barral, 2016) al cine. Tambi¨¦n el estreno de una obra teatral original, Mi¨¦rcoles que parecen jueves, dirigida por Mario Gas y que se estrena este jueves en el teatro Quique San Francisco de Madrid. La citada novela, la de la pel¨ªcula, tiene un punto de partida muy particular: un hombre que se mete en un armario ajeno y que vive escondido en una casa que no es la suya: otro espacio dom¨¦stico. La pel¨ªcula se titula No mires a los ojos, la dirige F¨¦lix Viscarret y la protagonizan Paco Le¨®n, Leonor Watling y ?lex Brendem¨¹hl. ¡°?Has visto la peli?¡±, pregunta Mill¨¢s, ¡°?es estupenda!¡±.
Un escritor es un ser muy enclaustrado. ?C¨®mo es su relaci¨®n con el hogar? Hay varias novelas m¨ªas en las que son muy importantes los pisos. Me gusta mucho trabajar sobre los espacios f¨ªsicos que habita la gente, porque se acaban convirtiendo en espacios morales. Llega un momento en el que ese pasillo por el que se mueve un personaje acaba siendo un espacio moral, y esa idea me gusta much¨ªsimo. Ah¨ª aparece otra idea que me gusta: la del doble.
?Qu¨¦ es eso? Pues que, mientras t¨² est¨¢s cepill¨¢ndote los dientes en tu cuarto de ba?o, al otro lado de la pared puede haber otra persona haciendo lo mismo. Porque los pisos contiguos suelen estar dise?ados de manera especular: uno es la imagen en el espejo del otro. Como Alicia al otro lado del espejo.
Son raros los espejos. S¨ª, en un espejo tu mano derecha es tu mano izquierda. Sin embargo, ?no apareces boca abajo!
?Por qu¨¦ la pel¨ªcula le parece estupenda? Hay muy pocos autores que est¨¦n contentos con sus adaptaciones cinematogr¨¢ficas. Por lo general est¨¢n muy descontentos. Pero yo estoy muy satisfecho con esta, es una rareza¡ Ya me gustaba el guion, adaptado por Viscarret y David Mu?oz, que tuvieron la gentileza de ense?arme.
?Por qu¨¦ le gust¨® el guion? Un guion cinematogr¨¢fico es m¨¢s parecido a un relato que a una novela. As¨ª que hacer un guion es transformar una novela en cuento, una operaci¨®n arquitect¨®nica muy complicada. Por eso suele generar descontento, porque siempre hay que mutilar. Pero aqu¨ª han quitado muy bien, sin tocar los muros de carga de esa arquitectura.
?C¨®mo se le ocurri¨® la idea de un hombre que se mete en un armario? Siempre me han fascinado los armarios. En algunos textos he explorado la idea de que todos los armarios del mundo est¨¢n conectados, y que alguien puede viajar por todo el mundo entrando por un armario y saliendo por otro, de Espa?a a Hong Kong.
A m¨ª eso se me ha ocurrido alguna vez con El Corte Ingl¨¦s. Entrar por uno en Granada y salir por otro en Oviedo Uy, yo he escrito sobre eso. Hubo una temporada, cuando gan¨¦ el premio Primavera en 2002, que iba firmando mis libros por diferentes sedes de El Corte Ingl¨¦s. En cada ciudad sub¨ªa a la segunda planta, y siempre era igual, y sal¨ªa la misma persona a recibirme. Era como si estuviera siempre en el mismo sitio. Era muy inquietante. Hace poco, con Paqui Ramos, hicimos un reportaje para la radio que consist¨ªa en quedarnos toda la noche en un Corte Ingl¨¦s.
Eso es un sue?o de infancia. S¨ª. Hicimos el parip¨¦ de escondernos en un armario, para quedarnos despu¨¦s del cierre, aunque ten¨ªamos permiso. Pod¨ªamos usar lo que quisi¨¦ramos, tumbarnos en los colchones, coger comida del supermercado¡ Hab¨ªa secciones muy siniestras de noche: la de juguetes, la de trajes. En el Hipercor hab¨ªa reponedores en la penumbra, como fantasmas.
La vida contempor¨¢nea tambi¨¦n nos mete en casa, desde donde se puede hacer casi todo: ir de compras, pedir la cena, ligar, hacer videoconferencias¡ El confinamiento y las crisis han sido un buen entrenamiento. Yo iba todos los viernes al cine, como quien va a misa los domingos. Ahora me est¨¢ costando mucho, porque estamos habituados a las plataformas. La gente del cine, claro, se queja de que la vuelta est¨¢ siendo muy lenta. Al parecer en el teatro no pasa lo mismo.
Porque el teatro no se puede ver desde casa, supongo. Claro, es una experiencia muy distinta. Por cierto, estreno una obra de teatro, poco despu¨¦s del estreno de la pel¨ªcula en el festival de Valladolid. La dirige Mario Gas, con Clara Sanch¨ªs, es un texto original: Mi¨¦rcoles que parecen jueves.
?De qu¨¦ va? El punto de partida es una conferencia de Juan Jos¨¦ Mill¨¢s que ha organizado la asociaci¨®n de madres y padres de un colegio. Pero se presenta una mujer que dice que es Juan Jos¨¦ Mill¨¢s. Y ah¨ª empieza todo.
En su ¨²ltimo libro con Juan Luis Arsuaga [La muerte contada por un sapiens a un neandertal, Alfaguara] hablan del envejecimiento y la muerte. No es un tema que se trate mucho. No se habla, da mal rollo, y sin embargo los libros sobre la muerte venden mucho. Hay inter¨¦s, pero hay poca informaci¨®n. De hecho, en la vejez entras a ciegas. Yo la voy descubriendo poco a poco.
?C¨®mo es? A veces se parece mucho a la adolescencia. En las memorias de John Cheever se dice que en la vejez hay misterio, hay confusi¨®n. Yo digo: como en la adolescencia. Haciendo el libro con Arsuaga, yo envejec¨ª. Es decir, hasta entonces yo era objetivamente mayor, pero no era consciente. Ah¨ª vi la disparidad que hay entre c¨®mo te ves y c¨®mo te ven los dem¨¢s. Yo muchos d¨ªas tengo la sensaci¨®n de ser un muchacho. Pero te miras en el espejo¡
A m¨ª de ni?o me daba la impresi¨®n de que la vejez era un momento corto, puntual, de la vida, pero ahora veo que tiene muchos tramos. Una persona que se jubile a los 65 tiene otra vida por delante, es que cada vez se vive m¨¢s tiempo. Hay muchos momentos, muchos tragos¡ Puede uno dedicarse a algo, al estudio¡ o a la vigorexia.
?Le ha preocupado la muerte durante su vida? Siempre he pensado en ella, porque fui un joven tr¨¢gico. Me dijo El Gran Wyoming que, como yo hab¨ªa sido un joven viejo, estaba condenado a ser un viejo joven. Pero no ha habido d¨ªa de mi vida en que no haya pensado en la muerte. Creo que es bueno coquetear con ella. As¨ª la vas conociendo, y el roce genera cari?o.
?Se lleva uno mejor con ella cuando se acerca? Te acostumbras. Le¨ª en alg¨²n sitio que la muerte para el ni?o no existe, para el joven es tr¨¢gica, (para la mediana edad no me acuerdo qu¨¦ dec¨ªa), y para el viejo¡ es un tr¨¢mite administrativo. Algo que resolver. Por eso a partir de cierta edad vamos al notario, hacemos testamento, porque empieza a vivirse como un tr¨¢mite. Es algo absolutamente banal: le ocurre a todo el mundo.
?Hasta cu¨¢ndo planea usted vivir? Pues Arsuaga me calcul¨®, cuando hicimos el libro, con una aplicaci¨®n de m¨®vil, lo que me queda de vida. Me daban unos 12 a?os. Enseguida hice el c¨¢lculo: me quedan tres novelas. As¨ª cuento el tiempo, en novelas. Pero esto nunca lo sabe uno, ni el d¨ªa ni la hora. Y eso es bueno.
Claro, mucho mejor. Eso s¨ª, yo le he ganado ya seis a?os a la muerte, como eso pa¨ªses que ganan terreno al mar. Porque la longevidad de nuestra especie es de 70 a?os. No confundir con la esperanza de vida: esta es m¨¢s alta porque no tenemos depredadores, hay avances m¨¦dicos, etc.
Otra cosa ser¨ªa que se muera la humanidad entera: pandemias, cambio clim¨¢tico, tecnolog¨ªa desbocada¡ Existe una amenaza nuclear y no parecemos alarmados. ?Por qu¨¦? Supongo que porque estamos acompa?ados. Si pasa, nos va a tocar a todos. A m¨ª me parece incre¨ªble que Putin hable de iniciar una guerra nuclear porque todo el mundo sabe que una guerra nuclear no la gana nadie. Aunque fuera un arma t¨¢ctica, ser¨ªa el mismo desastre. E iniciar¨ªa una escalada. Por un lado, espero que funcione la disuasi¨®n, pero por otro pienso: esta especie es tan autodestructiva¡
No s¨¦ si en otras ¨¦pocas hubo un horizonte tan incierto. El lugar en el que m¨¢s tiempo pasamos es el futuro: el ni?o piensa en ser joven, el joven en ser adulto, etc. Incluso por la ma?ana pensamos que haremos por la tarde. O en Navidades. Y ahora nos hemos arrebatado el futuro. Los j¨®venes no pueden emanciparse, comprarse un piso, tener hijos¡ Esto del posfuturo, como lo llama la fil¨®sofa Marina Garc¨¦s, es una novedad.
La extrema derecha cobra relevancia. Espero que aqu¨ª sea algo minoritario, a pesar de que gobiernan en Italia y de que en Francia est¨¢n cerca. Es un desastre. Hay responsabilidades. Por ejemplo, en Italia ha habido una alta abstenci¨®n. Si esa gente que no ha votado lo hubiera hecho probablemente hubiera votado a opciones de izquierda o de derecha moderada. ?Por qu¨¦ no votan? Porque se han desconectado del sistema, piensan que no les concierne. No hay un discurso alternativo al neoliberal.
El capitalismo, una vez m¨¢s. Es el capitalismo exagerado, donde todo aquello que no se puede contar, no existe. Vivimos en un delirio. La literatura, la filosof¨ªa, pierden relevancia en los planes de estudios. El conocimiento que te genera la lectura de Madame Bovary no es cuantificable. As¨ª que parece que no sirve.
Con este panorama, igual estamos trabajando en balde. Igual cuando esta entrevista se haya publicado, casi en noviembre, se ha iniciado la guerra nuclear. Si alguien lee esto, son buenas noticias.
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