La flexibilidad de Ann-Margret
Ya octogenaria, la cantante y actriz se permite el gusto de grabar un disco de, m¨¢s o menos, rock
No se crean ese embuste de que el streaming ha acabado con la industria discogr¨¢fica: siguen saliendo toneladas de novedades en soportes f¨ªsicos. A veces son propuestas, vaya, imposibles. Pienso en el reciente disco rock de Ann-Margret. Por cierto: he comprobado que pocas personas de edad (tierna) saben algo del personaje.
Aqu¨ª va lo esencial. Ann-Margret Olsson. Nacida en Suecia (1941) pero nacionalizada estadounidense a los ocho a?os. Destacaba por su energ¨ªa como bailarina y a principios de los sesenta fue fichada como actriz por 20th Century Fox y como cantante por RCA Records. Una anomal¨ªa: exhib¨ªa un dinamismo y una sensualidad que aparentemente no casaban con su realidad de chica religiosa. De alguna manera, el conflicto se resolvi¨® en Viva Las Vegas (1964), donde exhib¨ªa poder¨ªo y aguantaba el tir¨®n de Elvis; es una pel¨ªcula rescatable en el p¨¢ramo de la filmograf¨ªa de Presley. Dicen que hubo l¨ªo entre las dos estrellas; por si acaso, el Coronel Parker vet¨® la publicaci¨®n de los duetos que grabaron.
Ann-Margret demostr¨® su temple patri¨®tico al visitar a las tropas estadounidenses en Vietnam durante tres a?os, sola o como parte del espect¨¢culo que encabezaba el c¨®mico Bob Hope. Se gan¨® la simpat¨ªa del personal cuando descubri¨® que dos suboficiales se escondieron para intentar verla cambiarse en un camerino improvisado; pudo denunciarlos pero decidi¨® tom¨¢rselo a broma. Su nombre bautizar¨ªa posiciones de combate a lo largo del pa¨ªs asi¨¢tico. [Hay una referencia sibilina a esas actuaciones en Apocalypse now, cuando las chicas de Playboy se presentan ante la masa de soldados hambrientos al ritmo de Susie Q, un n¨²mero que usaba Ann-Margret].
Como vocalista, lo hac¨ªa bien, con comodidad, pero carec¨ªa de direcci¨®n. RCA intent¨® diversas combinaciones ¡ªincluso grab¨® en Nashville con Chet Atkins¡ª sin mucho acierto o perseverancia. Luego reemplaz¨® a Nancy Sinatra en las fantas¨ªas sonoras del productor Lee Hazlewood (The Cowboy and the Lady, 1969). Que conste que Ann-Margret s¨ª funcionaba en las canciones m¨¢s p¨ªcaras; vale la pena excavar en alguno de sus recopilatorios.
Lo que no pod¨ªamos imaginar es que tuviera alg¨²n deseo de grabar rock: en lo que va de siglo, solo ha editado discos de g¨®spel o canciones navide?as. As¨ª que choca encontrarla fotografiada encima de una moto en la portada de Born to Be Wild (Cleopatra Records). Y ahora mismo tiene 82 a?os.
No se trata de un disco ir¨®nico-retro, como los que hicieron Paul Anka o Pat Boone orquestando repertorio rock. Cuando canta el tema principal, Ann-Margret tiene el ce?udo respaldo de los Fuzztones. La autenticidad instrumental est¨¢ garantizada por la presencia de guitarristas del calibre de Steve Cropper, Robben Ford, Joe Perry, Sonny Landreth o Harvey Mandel. Uno sospecha que ha usado su agenda telef¨®nica para cobrarse antiguos favores: as¨ª, aparece Pete Townshend (Ann-Margret interpret¨® a la madre del protagonista en la pel¨ªcula de Tommy, all¨¢ por 1975). Y un nutrido contingente country: Mickey Gilley, los Oak Ridge Boys, T. G. Sheppard, Linda Gail Lewis.
Da la sensaci¨®n de que los productores han repasado el manual de c¨®mo hacer un disco de comeback pero que finalmente Ann-Margret ha preferido trabajar a capricho y divertirse. No lo entender¨¢n sus colegas m¨¢s j¨®venes, esas que trabajan para las redes sociales.
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