Alejandro Fern¨¢ndez conquista el WiZink Center de Madrid con las rancheras y baladas de su gira ¡®Amor y patria¡¯

Nadie en el WiZink Center de Madrid ha querido perderse las rancheras y baladas de Alejandro Fern¨¢ndez (Guadalajara, M¨¦xico, 52 a?os). Tras cinco a?os sin pisar los escenarios en Espa?a, el Potrillo de M¨¦xico recal¨® la noche del s¨¢bado en Madrid para regalar a su p¨²blico un recital en¨¦rgico de folclore, tradici¨®n y baladas con toques de pop. El concierto ha sido el primero de la gira Amor y patria, que recorrer¨¢ Espa?a las pr¨®ximas semanas y que pisar¨¢ seis ciudades m¨¢s, como Sevilla, Barcelona y Fuengirola (M¨¢laga), antes de seguir girando por Estados Unidos y Canad¨¢.

Vestido con su tradicional y ce?ido traje de charro negro y su impresionante sombrero de mariachi, el heredero pop del rey de las rancheras irrumpi¨® en la velada con su tema Tantita Pena ante las 13.000 personas que llenaron el recinto. ?l estaba radiante con su banda de mariachis, y el p¨²blico, que portaba especialmente banderas de M¨¦xico, entregado.

Pasaban los 20 minutos de las 21.30 de la noche ¨Cla hora de inicio del recital¨C, cuando el artista irrumpi¨® en el escenario con su torrente de voz y su sonrisa impecable. Lo que le siguieron fueron casi dos horas y media de seducci¨®n con cerca de 40 canciones de toda su trayectoria, donde se celebr¨® lo viejo y lo nuevo de una carrera que suma ya m¨¢s de tres d¨¦cadas. Levant¨® al p¨²blico en numerosas ocasiones con canciones como la del borracho de la Mesa 20, Tu amor me hace tanto bien, Te olvid¨¦, Me dediqu¨¦ a perderte. Te lo dije cantando o Inexperto en olvidarte, todas ellas fuertemente coreadas, entre muchas otras.

Desde que en 1992 publicara su primer ¨¢lbum siguiendo la estela y estilo de su padre, el mexicano ha vendido m¨¢s de 35 millones de discos en todo el mundo, atesora dos Grammy Latinos y hasta tiene su propia estrella de la fama en Hollywood. Parte de su ¨¦xito mundial le viene heredado al ser uno de los hijos de ¨²ltimas voces ic¨®nicas de los grandes mariachis mexicanos, Vicente Fern¨¢ndez, la voz de El Rey, y fallecido en 2021. Hace precisamente un mes que viene Alejandro Fern¨¢ndez de hacer historia en la Plaza de Toros M¨¦xico, la m¨¢s grande de Am¨¦rica, con un lleno de 50.000 personas con un concierto homenaje a su padre, que le ense?¨® todo en la m¨²sica.

¡°?Vamos a recordar al viejo!¡±, grit¨® durante el concierto. Lo hizo a lo largo de la noche con varios temas, pero sobre todo en el popurr¨ª final, y que core¨® especialmente el p¨²blico con los ¨¦picos El Rey y Volver, volver, volver.

Horas antes del concierto de esta gira organizada por Planet Events (empresa participada por el Grupo Prisa, editor de EL PA?S), numerosos grupos de fans rondaban las inmediaciones del recinto madrile?o. Como un grupo de amigas mexicanas de entre 30 y 40 a?os llegadas expresamente desde su residencia en Nantes (Francia) para ver, por en¨¦sima vez, al que ellas llaman ¡°al artista mexicano por excelencia¡±. ¡°Ay, El Potrillo¡±, suspiraba una. ¡°Venimos porque representa la canci¨®n mexicana. All¨ª lo cantamos en todas las fiestas, bares y reuniones. Y para nosotras que vivimos en Europa, a¨²n es m¨¢s fuerte sentir lo que la gente le quiere en Espa?a. Aparte est¨¢ guap¨ªsimo¡±, dec¨ªa otra. Lo de guapo se repet¨ªa en cada comentario, fuera y dentro del recinto. Los hombres, que eran minor¨ªa, tambi¨¦n lo gritaron.

Ya al filo del cierre, el artista sac¨® su pol¨¦mico M¨¢talas. Como hace ¨²ltimamente, dijo cantarla tarde por si alguien quer¨ªa marcharse para no escucharla. ¡°No quiero lastimar sentimientos. Aunque la canci¨®n habla de amor y solo de amor, les voy a dar chance de que salgan porque yo voy a seguir defendiendo mi canci¨®n¡±, dijo ante un p¨²blico al que no parec¨ªa importarle el revuelo montado. Tanto fue as¨ª, que hasta fue una de las canciones m¨¢s cantadas. Se despidi¨® con el tema Estrella y, solo unos minutos antes, agradec¨ªa la respuesta del p¨²blico, que hab¨ªa colgado el cartel de entradas agotadas: ¡°Ya me lo dijo mi padre. A Madrid hay que volver, volver, volver¡±.