Lograr la inmortalidad y expandirse por el universo: las ¡®disparatadas¡¯ ideas del cosmismo ruso que inspiran a Putin y Musk
El movimiento iniciado entre intelectuales ilustrados de finales del siglo XIX, que hoy recuerdan varios ensayos, influy¨® en la carrera espacial sovi¨¦tica y tiene conexiones con las corrientes transhumanistas del Silicon Valley actual
La idea era lograr la inmortalidad de cada ser humano, y no solo eso, sino tambi¨¦n resucitar a todos los que alguna vez hubieran existido; y no solo eso, sino tambi¨¦n expandir a la especie humana por todo el cosmos, asegurando as¨ª su supervivencia.
El cosmismo ruso, un movimiento intelectual surgido en la Rusia de finales del siglo XIX, cre¨ªa que la especie humana ten¨ªa una fuerte vinculaci¨®n con el cosmos, mucho m¨¢s profunda de lo que pudiera parecer en nuestro rutinario y terrestre d¨ªa a d¨ªa. La corriente desapareci¨® como tal, pero las ideas de sus pensadores siguen inspirando a personajes poderosos de la actualidad como el empresario tecnol¨®gico Elon Musk, propietario, entre otras, de la empresa aeroespacial SpaceX, o el presidente ruso Vlad¨ªmir Putin, que tiene entre sus planes un resurgir de la exploraci¨®n rusa del espacio. El af¨¢n de inmortalidad del cosmismo tambi¨¦n se puede rastrear en las corrientes transhumanistas, muchas de ellas radicadas en la tecnout¨®pica Silicon Valley.
Un par de libros recientes recuperan este movimiento: Lenin pis¨® la Luna (Rosamer¨®n), de Michel Eltchaninoff, y Cosmismo ruso: tecnolog¨ªas de la inmortalidad antes y despu¨¦s de la Revoluci¨®n de Octubre (Caja Negra), una recopilaci¨®n de textos fundacionales del movimiento, elegidos por el fil¨®sofo Boris Groys. Entre los autores m¨¢s notables se encuentran el fundador Nikol¨¢i Fi¨®dorov (que se neg¨® a publicar textos en vida, lo que en principio limit¨® el impacto de sus ideas a su c¨ªrculo de amigos y colaboradores), el cient¨ªfico espacial sovi¨¦tico Konstant¨ªn Tsiolkovsky y otros como Alex¨¢nder Bogd¨¢nov o Alexander Chizhevski. El cosmismo congreg¨® a su alrededor una fauna variopinta: anarquistas radicales, poetas afines a lo oculto, activistas revolucionarios, fil¨®sofos, novelistas ut¨®picos o cient¨ªficos pioneros de la astron¨¢utica. Los escritores Tolst¨®i y Dostoievski valoraban las ideas del fundador Fi¨®dorov.
A pesar de su altura de miras, ha sido una corriente notablemente subterr¨¢nea, y eso tiene una explicaci¨®n. ¡°Muchos desarrollos filos¨®ficos y art¨ªsticos importantes originados en Rusia a finales del siglo XIX y principios del XX, como la teosof¨ªa o el suprematismo de Mal¨¦vich, fueron suprimidos durante el estalinismo. Ahora tenemos la oportunidad de descubrir y revivir este importante componente de la historia moderna¡±, dice Groys. Sin embargo, el cosmismo supo enraizarse bajo la piel de la Uni¨®n Sovi¨¦tica e influir en su n¨²cleo de creencias y aspiraciones.
De lo m¨ªstico a lo sovi¨¦tico
¡°El cosmismo, ese sue?o de inmortalizar al hombre y poblar el espacio inventado por m¨ªsticos ortodoxos, naci¨® a finales del siglo XIX, en un momento de renacimiento religioso y de confianza en el progreso de la ciencia¡±, explica Eltchaninoff. Su fundador, Fi¨®dorov, no era ni por asomo un pensador de raigambre marxista, pero su fantas¨ªa cosmista se integr¨® paulatinamente en el sue?o revolucionario de creaci¨®n del hombre nuevo que propuso desde 1917 la Revoluci¨®n bolchevique. ¡°Por ello, algunos intelectuales y l¨ªderes revolucionarios asumieron por su cuenta el proyecto cosmista, imaginando un homo sovieticus capaz de vencer a la muerte y desprenderse de la Tierra¡±, a?ade el fil¨®sofo.
En la actualidad el cuerpo de Vladimir Ilich Lenin, l¨ªder de la revoluci¨®n sovi¨¦tica, permanece momificado en un mausoleo de la Plaza Roja de Mosc¨². Y eso no es casualidad. ¡°El comisario pol¨ªtico de la momificaci¨®n de Lenin, Leonid Krasin, estaba impregnado de las ideas de Fi¨®dorov, no hab¨ªa all¨ª solamente un intento de rendir culto a la personalidad¡±, explica el historiador Mart¨ªn Ba?a, uno de los prologuistas de la antolog¨ªa de Caja Negra. La humanidad, liberada del capitalismo, tambi¨¦n estaba destinada a volverse inmortal, y Lenin deber¨ªa contarse entre los primeros en resucitar. Entretanto, algunos antiguos compa?eros de Lenin, como Alex¨¢nder Bogd¨¢nov, experimentaban con transfusiones de sangre para encontrar la eterna juventud. Y paralelamente la Uni¨®n Sovi¨¦tica hac¨ªa grandes esfuerzos para lograr la conquista del espacio, en una carrera en la que Estados Unidos se puso a competir.
La URRS puso el primer sat¨¦lite en ¨®rbita, el Sputnik, en octubre de 1957; al primer ser vivo, la perrita Laika, un mes despu¨¦s; y al primer astronauta, el legendario Yuri Gagarin, en 1961. Estados Unidos logr¨® adelantarse al poner a un hombre a caminar por la superficie de la Luna, pero hay controversia en torno a cu¨¢l de las potencias consigui¨® mayores logros espaciales. ¡°As¨ª, el cosmismo oper¨® a modo de ideolog¨ªa secreta de la Uni¨®n Sovi¨¦tica¡±, dice Eltchaninoff. De hecho, el f¨ªsico cosmista Tsiolkovski, conocido como ¡°padre de la cosmon¨¢utica¡± y descubridor de la ecuaci¨®n del cohete, fue el referente intelectual del programa espacial sovi¨¦tico. ¡°Tsiolkovski leg¨® a ese proyecto una filosof¨ªa y una ¨¦tica espacial que escapaban a la mera competencia geopol¨ªtica de la Guerra Fr¨ªa y que, por el contrario, apuntaban a la diseminaci¨®n del comunismo por todo el universo¡±, apunta Ba?a.
Como tantas corrientes ut¨®picas, el cosmismo surge del proceso de secularizaci¨®n que sucede tras la Ilustraci¨®n y la Revoluci¨®n Industrial. La existencia ya no estaba determinada por un plan divino y, en palabras de Max Weber, el mundo se ¡°desencantaba¡±. La teolog¨ªa se ve sustituida por la tecnolog¨ªa y el plan de Dios por la planificaci¨®n racional pol¨ªtica y econ¨®mica. ¡°El cosmismo saca las consecuencias m¨¢s radicales de esta sustituci¨®n y exige al Estado moderno que ponga al espacio c¨®smico bajo su control y asegure la inmortalidad de todos sus ciudadanos¡±, dice Groys.
El cosmismo establec¨ªa, adem¨¢s, que la verdadera justicia solo se conseguir¨ªa si, adem¨¢s de lograr la inmortalidad, consigui¨¦semos resucitar a las generaciones pasadas, que existieron en un mundo donde la tecnolog¨ªa todav¨ªa no era tan avanzada. En parte, la necesidad de poblar el cosmos ten¨ªa que ver con la superpoblaci¨®n de la Tierra que traer¨ªa la resurrecci¨®n masiva. Todo esto puede sonar fant¨¢stico, pero para Groys no es m¨¢s que una articulaci¨®n de los ¨²ltimos objetivos del estado biopol¨ªtico moderno (en t¨¦rminos foucaultianos): seguridad ecol¨®gica o atenci¨®n m¨¦dica para todos los ciudadanos.
Los m¨¢s curioso del plan cosmista es que, aunque apelaba a lo tecnol¨®gico, no ten¨ªa ninguna base cient¨ªfico-t¨¦cnica. Con la excepci¨®n de Tsiolkovski, ni Fi¨®dorov ni sus seguidores ten¨ªan formaci¨®n ni participaban de instituciones cient¨ªficas. ¡°Si bien empleaban un lenguaje cient¨ªfico, como en el caso de Fi¨®dorov o Bogd¨¢nov, muchas veces era obsoleto, inexacto o estaba subordinado al sistema filos¨®fico que pretend¨ªan demostrar. Ni siquiera contribuyeron a la constituci¨®n de un paradigma o escuela alternativa¡±, dice el historiador Alejandro Galliano, otro de los prologuistas de la antolog¨ªa de Caja Negra. De hecho, el propio Fi¨®dorov calculaba que el sue?o cosmista podr¨ªa tardar siglos en completarse.
Las huellas del cosmismo
Las huellas del cosmismo en la actualidad son diversas. Por ejemplo, tiene cierta vinculaci¨®n con lo ecol¨®gico, tan presente en estos d¨ªas de emergencia clim¨¢tica: la vida depende de las condiciones de la Tierra, y la Tierra de su entorno c¨®smico. ¡°El movimiento entendi¨® a los humanos como integrados en la vida c¨®smica. Hoy investigamos para evitar la colisi¨®n de asteroides o consideramos la posibilidad de escapar a otros planetas si el nuestro se pone en peligro. En general, el cosmismo consideraba la vida humana como el valor m¨¢s alto, lo que es una actitud muy contempor¨¢nea¡±, dice Groys.
La impronta del cosmismo tambi¨¦n puede sentirse en el transhumanismo actual, que busca el alargamiento de la vida e incluso la derrota de la muerte, aunque realmente no existe una relaci¨®n directa entre ambos: los textos cosmistas fueron muy marginales y no llegaron a ser le¨ªdos por los transhumanistas, ni siquiera por la primera generaci¨®n de los a?os veinte, donde J. B. S. Haldane o J. D. Bernal fueron pioneros. ¡°La segunda generaci¨®n del transhumanismo, la actual, pertenece a un universo intelectual muy distinto: el movimiento extropiano de California en los a?os ochenta, filos¨®ficamente anal¨ªtico y pol¨ªticamente libertario, anarcocapitalista. Mucho m¨¢s cerca de Silicon Valley que de Mosc¨²¡±, apunta Galliano. Curiosamente, los ¨²nicos pa¨ªses donde hay empresas dedicadas a la criogenizaci¨®n de seres humanos en la actualidad son Estados Unidos y Rusia. ¡°Sin embargo, tanto el cosmismo como el primer transhumanismo eran totalmente conscientes no s¨®lo de que la revoluci¨®n tecnocient¨ªfica iba a transformar la naturaleza humana, sino, y sobre todo, de que esa revoluci¨®n requer¨ªa un marco filos¨®fico, religioso y est¨¦tico para tener un sentido y evitar desembocar en el nihilismo¡±, a?ade el historiador.
El empresario Elon Musk, fundador de la empresa SpaceX, que quiere privatizar la exploraci¨®n del espacio y llegar a Marte, se inspira en el cosmista Tsiolkovski y alguna vez ha utilizado una cita suya: ¡°La Tierra es la cuna de la humanidad, pero la humanidad no puede permanecer en su cuna para siempre. Es hora de conquistar las estrellas, de ampliar el espectro de la consciencia human¡±. Jeff Bezos, fundador de Amazon, invierte tanto en cohetes como en empresas que quieren alargar la vida. Y de ello tambi¨¦n se ocupan los fundadores de Google, Sergu¨¦i Brin (de origen ruso, por cierto) y Larry Page. Este ¨²ltimo fund¨® la empresa California Life Company, dedicada a este menester. El fundador de PayPal, el anarcocapitalista Peter Thiel, condena la ¡°ideolog¨ªa de la inevitabilidad de la muerte¡±. Un buen viaje por el mundo transhumanista de Silicon Valley se encuentra en el libro C¨®mo ser una m¨¢quina (Capit¨¢n Swing), de Mark O¡¯Connell.
En la actualidad el presidente ruso Putin tambi¨¦n cita con frecuencia a Tsiolkovski (en 2007 visit¨® su casa museo, en la ciudad de Kaluga, para rendirle homenaje) para subrayar el origen ruso de la ciencia espacial y al cosmismo para sustentar cierto mesianismo ruso contra el Occidente materialista y descre¨ªdo. ¡°Aqu¨ª nuevamente, el cosmismo, un movimiento poco conocido en Europa, contin¨²a su extra?a historia¡±, apunta Eltchaninoff.
Babelia
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