Cuando Hollywood estornuda con la huelga de actores y guionistas, Espa?a se constipa
Las reivindicaciones de los int¨¦rpretes y escritores del audiovisual espa?ol se asemejan a las de sus compa?eros estadounidenses. Los sindicatos piden m¨¢s informaci¨®n de las plataformas y aumentos en las cantidades que reciben de sus derechos intelectuales
¡°Con el plato de sobras que abandona un guionista de Hollywood en su negociaci¨®n, los espa?oles nos conformamos, les pedir¨ªamos que nos lo diesen¡±, bromea un veterano escritor del cine y las series espa?olas que pide el anonimato. ¡°Cuando los actores de all¨ª estornudan, nosotros nos constipamos¡±, apunta en parecido tono Daniel Albaladejo, con tres d¨¦cadas a sus espaldas en teatro, cine y televisi¨®n y actual secretario de acci¨®n sindical de la Uni¨®n de Actores y Actrices. Hoy domingo, los guionistas de Hollywood alcanzan la jornada 132 y los int¨¦rpretes el d¨ªa 59 de sus huelgas respectivas. Dos parones distintos, pero unidos en sus reivindicaciones. Y no parece que haya un final pr¨®ximo, con los grandes estudios ofreciendo a los escritores unas condiciones imposibles de aceptar y sin sentarse siquiera con los actores, a la b¨²squeda de su asfixia econ¨®mica. Series canceladas, rodajes de pel¨ªculas anulados, estrenos pospuestos... Nunca se ha vivido un terremoto similar en el audiovisual, y el eco de esta lucha sindical ha llegado a todo el mundo. Pero, si ellos est¨¢n luchando por unas mejoras laborales, ?c¨®mo est¨¢ la situaci¨®n en Espa?a?
Los guionistas espa?oles est¨¢n muy atentos a esta batalla. ¡°Las reivindicaciones principales por las que est¨¢n peleando son las mismas por las que peleamos nosotros¡±, dice Carlos Molinero, presidente del Sindicato de Guionistas de Espa?a (ALMA), con casi 900 socios. Como la lucha por una subida de los residuals (las regal¨ªas, el dinero que obtienen cuando sus series se programan en otros canales, plataformas o formato diferente a aquel para el que se crearon), que en Espa?a se corresponder¨ªa con la reivindicaci¨®n de los guionistas de que se paguen los derechos de autor, algo b¨¢sico para que los escritores puedan mantenerse econ¨®micamente gracias a su trabajo. Seg¨²n fuentes del sector, no todas las plataformas que operan en Espa?a pagan derechos de autor a los guionistas de sus series. ¡°Los derechos de autor que nos llegan de series de Netflix o similares son mucho menores que los que logr¨¢bamos de series emitidas en Telecinco, Antena 3 o TVE¡±, afirma Molinero. Como apunta el guionista an¨®nimo, ¡°la empresa de paqueter¨ªa [Amazon Prime V¨ªdeo] ni nos considera¡±.
Otra cuesti¨®n tiene que ver con la transformaci¨®n de la ficci¨®n televisiva en los ¨²ltimos a?os. Molinero pone un ejemplo sufrido en sus carnes: ¡°Yo entr¨¦ a trabajar en El comisario, una serie que ten¨ªa por temporada 13 o 20 cap¨ªtulos, y, como Cu¨¦ntame, con cap¨ªtulos de 70 minutos. Eran series con 10 o 12 temporadas, con equipos de guion grandes, y daba cierta estabilidad. Adem¨¢s, as¨ª entraba gente nueva que compart¨ªa espacio con veteranos para ir aprendiendo. Ahora, las series son de cinco cap¨ªtulos, tienen una o dos temporadas y equipos de guion de tres personas¡±, detalla. Carlos L¨®pez, coguionista de las grandes galas de los Goya con Rosa Mar¨ªa Sard¨¤, de pel¨ªculas como La ni?a de tus ojos, Besos para todos y Horas de luz, y de series como El Pr¨ªncipe, La embajada o la reciente Santos, explica: ¡°Esa reducci¨®n de equipos es uno de los escollos en las negociaciones en EE UU. Son las minirooms, minisalas de guionistas, equipos reducidos sin gente de distintas sensibilidades. El aumento de contenido en las plataformas ha provocado, para bien, la profesionalizaci¨®n de la escritura, de comunicaci¨®n entre nosotros. Se acab¨® el trabajo en solitario. A cambio, reduce sueldos, nos aprietan en lo econ¨®mico¡±.
La subida de sueldos tambi¨¦n es una reclamaci¨®n que destaca Crist¨®bal Garrido, creador de series como D¨ªas mejores o Reyes de la noche. ¡°Las plataformas no han subido los sueldos. Hemos sido como los cervatillos cuando cruzan la carretera, nos quedamos cegados por el brillo de los faros del coche de las plataformas, y durante mucho tiempo hemos trabajado con una ilusi¨®n enorme. Sin embargo, ha pasado el tiempo y nos hemos dado cuenta de que la clase media guionista est¨¢ ganando lo mismo o menos que antes, y con menos capacidad de negociaci¨®n¡±, destaca Garrido. ¡°No tiene sentido que estemos cobrando lo mismo o menos que hace 10 a?os en el momento en el que m¨¢s gente est¨¢ viendo series, m¨¢s mercado hay y m¨¢s gente se enriquece con ellas¡±, a?ade. Insiste L¨®pez: ¡°En EE UU pueden vivir con la escritura al a?o de un par de episodios de grandes series. Aqu¨ª, imposible; y cada vez m¨¢s te piden proyectos para desarrollar, un trabajo laborioso que no se cobra si no sale la serie¡±.
Otra escritora audiovisual de largo recorrido, Virginia Yag¨¹e, es la actual presidenta de DAMA, la ¨²nica entidad de gesti¨®n especializada en contenidos audiovisuales y creada hace veinte a?os por profesionales del sector descontentos con la SGAE. ¡°Entre los guionistas de Hollywood y nosotros, la ¨²nica diferencia a nuestro favor es que al menos tenemos garantizada la sanidad universal, el resto tenemos que batallarlo. Y en ello andamos¡±. Lo mismo ocurre con los actores. Como cuenta Albaladejo, ¡°los 1.500 socios de la Uni¨®n tienen esa ventaja sobre los 160.000 de la SAG-AFTRA [el consorcio de sindicatos de la interpretaci¨®n en Hollywood]; en el resto estamos en las mismas guerras: peleas por tablas salariales que se actualicen con la inflaci¨®n, respecto a pagar desplazamientos...¡±. Lo que s¨ª le ha sorprendido al int¨¦rprete ¡°es que la huelga de actores de Hollywood nace de la clase media. Ellos la han liderado, es para su mejora. Las estrellas, eso s¨ª, se est¨¢n sumando a las manifestaciones, hacen declaraciones a favor de su sindicato y en contra de la patronal, como han hecho en Venecia Adam Driver en la rueda de prensa de Ferrari; Jessica Chastain en la presentaci¨®n de Memory, o Peter Sargaard con su premio anoche al mejor actor de la Mostra por esta misma pel¨ªcula, y aportan fondos de ayuda, cajas de resistencia a los compa?eros que se est¨¢n quedando sin ahorros¡±. En Espa?a, seg¨²n datos de antes de la pandemia ofrecidos por AISGE (la entidad de gesti¨®n de derechos intelectuales de los int¨¦rpretes, con 9.000 asociados) por cada int¨¦rprete que llega a fin de mes de manera holgada, hay 50 que no. La mitad de los actores cobra menos de 3.000 euros al a?o.
Otro gran caballo de batalla en la huelga de Hollywood es la regulaci¨®n del uso de la inteligencia artificial, tanto en la escritura como en la interpretaci¨®n. Los guionistas no reclaman que se proh¨ªba su uso, sino que se reglamente como una herramienta m¨¢s, que no haga perder al escritor sus derechos. ¡°Nos preocupa much¨ªsimo que se use para desmontar autor¨ªas¡±, explica Yag¨¹e. Molinero y L¨®pez confirman que ya hay guionistas en Espa?a que han sido contratados para desarrollar libretos a partir de argumentos elaborados por una inteligencia artificial: el peligro que supone esta tecnolog¨ªa para su trabajo ya es una realidad porque consideran que ese argumento no es del escritor y, por tanto, no genera derechos de autor. ¡°El resultado, los hemos comprobado, es infinitamente peor. Produce secuelas perpetuas¡±, aduce L¨®pez, antes de rematar: ¡°?Sabes cu¨¢ndo nos sustituir¨¢ la inteligencia artificial? Cuando aprenda a ser imperfecta. Porque en los atrevimientos, en las imperfecciones y en los riesgos est¨¢ el arte, la excelencia¡±.
A los int¨¦rpretes la inteligencia artificial les da?ar¨¢ directamente, manipulando su imagen, como ya anticipaba en 2013 El congreso, de Ari Folman, en la que Robin Wright vend¨ªa su imagen a un estudio de Hollywood. En los primeros d¨ªas de la huelga en EE UU se hizo p¨²blico el caso de un actor de reparto al que desde una plataforma quisieron convencer para que se dejara escanear de cuerpo entero y que por esa jornada de trabajo cobrara unas decenas de d¨®lares. A cambio, la plataforma podr¨ªa usar su imagen para siempre, en, por ejemplo, masas en estadios deportivos, lo que hubiera llevado al int¨¦rprete al paro indefinido: ¨¦l ya no era necesario. ¡°Pi¨¦nsalo¡±, reflexiona Albaladejo. ¡°Te pueden registrar la voz, hacer captura de movimiento... E ir¨ªamos m¨¢s all¨¢ del audiovisual, alcanzar¨ªamos los videojuegos. En Espa?a ya ha habido cl¨¢usulas puntuales en este sentido en alg¨²n contrato. Imag¨ªnate que est¨¢s convocado para una sesi¨®n en un rodaje exterior, y a la vez, por la planificaci¨®n de trabajo, quieren tenerte escaneado, por si de repente tu personaje aparece en un segundo plano en un interior. Luchamos porque se cobren como sesiones separadas. Que el escaneo sirva para aligerar una filmaci¨®n, no para ahorrarte un actor. Hace meses ni lo hubi¨¦ramos pensado¡±.
Un convenio colectivo congelado
Los guionistas espa?oles, adem¨¢s, tienen sus propias luchas. Una es la renovaci¨®n de un convenio colectivo que lleva congelado desde 2017. Garrido tambi¨¦n pone el foco en la necesidad que tienen de acudir a juicio para reclamar las 14 pagas. Es lo que ocurri¨® con 22 guionistas que demandaron (y ganaron) a la productora Mediapro para reivindicar sus 14 pagas. Otro asunto que destaca es la imposibilidad de que el sindicato recomiende una tabla de precios m¨ªnimos por guion para los trabajadores aut¨®nomos. ¡°Esto ocurre¡±, explica L¨®pez, ¡°porque como sindicato puede solo hacer esta acci¨®n, no imponer. La ventaja en EE UU es que all¨ª los sindicatos son poderosos, y para trabajar tienes que estar apuntado al WGA [el sindicato que une a 20.000 escritores del audiovisual: radio, televisi¨®n, cine y medios online]. Aqu¨ª no podr¨ªamos parar de repente como ha ocurrido all¨ª¡±.
Otro problema patrio: la costumbre de algunos productores ejecutivos de firmar como creadores de series sin haberlas escrito. ¡°Para ser creador de una serie tienes que haber escrito al menos un tercio del cap¨ªtulo piloto y un tercio de la biblia, que es el documento de venta donde se cuenta c¨®mo es la serie. Tener una idea no es ser creador, las ideas no generan derechos¡±, reivindica Molinero. L¨®pez subraya: ¡°La labor de un productor es fundamental. Y con todo, algunos piensan que es ingrato, y les gusta m¨¢s eso de ser creador. As¨ª que firman como creadores o showrunners a sabiendas de que mienten. Una envidia rid¨ªcula. En ALMA hay un c¨®digo de buenas pr¨¢cticas que algunos no cumplen, habr¨¢ que empezar a decir sus nombres en alto¡±. Y Yag¨¹e remata: ¡°En DAMA est¨¢n claras las reglas para firmar en seg¨²n qu¨¦ t¨ªtulos de cr¨¦ditos y cobrar por ello. Si se observa alg¨²n conflicto, pedimos al sindicato que lo clarifique¡±.
Los cineastas de todo el mundo ¡ªactores, directores, guionistas¡ª piden mayor transparencia e informaci¨®n por parte de las plataformas de los visionados de sus series y pel¨ªculas. Garrido s¨ª cree que, de lograr en Hollywood un acuerdo en ese sentido, podr¨ªa reflejarse en Espa?a. ¡°Si tu serie ha sido un fracaso es f¨¢cil intuirlo, pero cuando es un ¨¦xito, no sabes si ha sido un ¨¦xito o un mega¨¦xito. Y a la hora de renegociar una segunda temporada o una tercera, necesitas conocer esos datos. Si no, la plataforma tiene una ventaja injusta. Es importante saber lo que vales, y eso lo dice el ¨¦xito de tu producto¡±, explica. A L¨®pez le hace gracia eso de ¡°se estrena a la vez en 190 pa¨ªses, te dicen que lideras la plataforma en un centenar, y a ti no te reporta ninguna ganancia¡±. Yag¨¹e explica que en Espa?a solo se cobran derechos de propiedad intelectual procedentes de otros pa¨ªses si han firmado un acuerdo con Espa?a o los que hayan implementado la directiva europea sobre derechos de autor, que no han sido todos los de la UE ¡°por desgracia¡±.
Por ah¨ª van tambi¨¦n los actores, cuenta Albaladejo: ¡°No se est¨¢ pidiendo nada que no sea realista, se est¨¢ reclamando un reparto equilibrado de los beneficios. ?La empresa gana y el trabajador no? Bueno, pues el trabajador tiene que ganar acorde a los beneficios que tiene la propia empresa. No me refiero a regalar nada. Hablo de ese bum de las plataformas surgido durante el confinamiento por la necesidad de la gente de que le cuenten historias, de webs que cada vez tienen m¨¢s usuarios. Hay actores que firman acuerdos de exclusividad no remunerados con plataformas que no les permiten hacer otros trabajos, aunque no se benefician del ¨¦xito que han creado... Todos nos tenemos que beneficiar. Los actores tambi¨¦n tenemos una entidad de gesti¨®n de derechos como AISGE que vela porque por estos derechos se cobre tanto en la televisi¨®n generalista como en las grandes plataformas. Se han alcanzado acuerdos con, por ejemplo, Filmin o HBO. Aunque hay que hacer un gran trabajo todav¨ªa, sobre todo en afianzar el cobro, y que nos repercutan los derechos en otros pa¨ªses¡±.
?Podr¨ªa llegar el punto de convocarse una huelga en Espa?a como la que tiene paralizado Hollywood? ¡°Yo creo que s¨ª, pero es algo que lleva mucho tiempo. En septiembre de 2022 estuvimos en una reuni¨®n de sindicatos de guionistas en Dinamarca, y ya entonces nos avisaron los de la WGA que iban a la huelga. Llevaban un a?o prepar¨¢ndolo y hab¨ªan hablado con todos los afiliados, cit¨¢ndose en cenas para explicarles por qu¨¦ estaban peleando. Incluso guionistas que han llegado a productores, que son los que tienen la fuerza, tambi¨¦n han parado. En Espa?a los guionistas estamos quemados porque las condiciones son cada vez peores y las cl¨¢usulas de los contratos m¨¢s locas. Tenemos que contar lo que nos pasa porque a lo que m¨¢s miedo tienen las plataformas es a las crisis reputacionales¡±, reflexiona Garrido.
(WATCH) Peter Sargaard on the #SAGAFTRAStrike | #Venezia80 pic.twitter.com/ldCWMwc5NG
— Deadline Hollywood (@DEADLINE) September 9, 2023
Yag¨¹e confirma que ahora mismo est¨¢n negociando con las plataformas para que todas paguen, y que paguen ¡°lo correcto¡±. No quiere desvelar m¨¢s, porque cree que van en el buen camino. No como en Hollywood, donde SAG-AFTRA asegura que se ha tensado la cuerda en el sector de los videojuegos. Albaladejo avisa: ¡°Nuestro poder adquisitivo va cayendo. Un actor en 2024 va a ganar la misma cantidad de dinero que en 2017, pero la vida, mientras, ha subido con la inflaci¨®n desbocada. En fin, somos expertos en resiliencia, y ser resiliente significa negociar y llegar a acuerdos con las productoras¡±. El guionista an¨®nimo profetiza: ¡°Cuando lleguemos a los pactos con la patronal audiovisual, ya se les habr¨¢ ocurrido otra cosa. As¨ª es el capitalismo neoliberal¡±.
Babelia
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