La orquesta del Real sale del foso y deslumbra en Nueva York
El violonchelista Pablo Ferr¨¢ndez se lleva la gran ovaci¨®n en el regreso del teatro madrile?o a Manhattan
La Orquesta Titular del Real no toca hoy escondida en el foso. Ni tampoco en el teatro madrile?o. Esta vez est¨¢n sobre el escenario, a la vista del p¨²blico, y sentados en los asientos que suelen ocupar los miembros de la Filarm¨®nica de Nueva York en su sede, el David Geffen Hall del Lincoln Center. Por eso, para ellos este concierto es especial. Un a?o despu¨¦s del primer viaje del Teatro Real a Nueva York, su orquesta ha vuelto a Manhattan con obras de Manuel de Falla, Anton¨ªn Dvor¨¢k, Alberto Ginastera y Maurice Ravel.
¡°Para la orquesta es una inyecci¨®n de autoestima salir de gira y encima hacerlo en Nueva York¡±, se?al¨® el director art¨ªstico del Teatro Real, Joan Matabosch, en la rueda de prensa previa al evento. Lo corrobora antes del ensayo una de las veteranas de la orquesta: Pilar Constancio, flauta solista. Ella entr¨® en la formaci¨®n en 1987: ¡°En ese momento hicimos unas cuantas giras importantes, tocamos en la Arena de Verona. Yo ten¨ªa 19 a?os y para m¨ª era todo¡ Tambi¨¦n recuerdo otro viaje con Rostrop¨®vich. Desde que estamos en el Teatro Real la programaci¨®n de ¨®pera ocupa m¨¢s espacio y es m¨¢s complicado meter giras, pero s¨ª que hacemos alguna. Para nosotros, que normalmente tocamos en el foso, cuando salimos de ah¨ª y en una ciudad como esta¡ pues es algo especial¡±.
Es poco tiempo el que est¨¢n los m¨²sicos de la orquesta en Nueva York, pero lo han sabido aprovechar. Algunos han comprado entradas para ver un partido de la NBA, otros para La Boh¨¨me en el Metropolitan Opera y otros incluso para ambas. Pero antes del ocio, toc¨® lucirse en un concierto cuyo objetivo resumi¨® Ignacio Garc¨ªa-Belenguer, director general del Real: ¡°La finalidad de este concierto es la internalizaci¨®n de la marca Teatro Real fuera de las fronteras de Espa?a. Para la orquesta es motivador salir y girar por otros sitios y supone abrir un espacio mucho m¨¢s amplio a otros patrocinios¡±. Pero esta vez su carta de presentaci¨®n no ha sido la m¨²sica espa?ola, como s¨ª lo fue el a?o pasado en el Carnegie Hall. ¡°El hilo conductor es la influencia de la m¨²sica nacional, de distintos pa¨ªses, en la obra de compositores que pertenecen a diferentes ¨¢mbitos. Y nos permite contar con dos solistas espa?oles colosales¡±, a?adi¨® Joan Matabosch. Se refer¨ªa el director art¨ªstico al violonchelista Pablo Ferr¨¢ndez y a la cantaora Esperanza Fern¨¢ndez.
La cantaora, con mant¨®n azul y vestido rojo, fue la encargada de darle el toque espa?ol a la velada, interpretando bajo la direcci¨®n de Juanjo Mena El amor brujo, de Manuel de Falla. ¡°Esta obra la grab¨¦ por primera vez en 1994. Lo disfruto una barbaridad, significa mucho para una flamenca hacer una obra como esta de Falla y, sobre todo, tener un buen director que lleve un buen tiempo. Una cantaora se puede sentir m¨¢s o menos c¨®moda y yo en este caso me he sentido super a gusto con el tiempo que lleva el maestro¡±, cont¨® Fern¨¢ndez.
La versi¨®n de El amor brujo que present¨® el Teatro Real en el David Geffen Hall del Lincoln Center es la original de 1915. ¡°Es alucinante ver c¨®mo Falla, viniendo de Par¨ªs y con tant¨ªsimos ¨¦xitos decide hacer esta obra que parece en cierta manera minimalista porque es para un grupo de orquesta reducido. No est¨¢ pensando en hacer la gran explosi¨®n europea, se centra en hacer algo en la l¨ªnea del flamenco para demostrar que es algo muy importante en su visi¨®n personal¡±, a?adi¨® Mena.
Pero la gran ovaci¨®n de la noche se la llev¨® el violonchelista Pablo Ferr¨¢ndez. Puso el auditorio en pie tras el Concierto para violonchelo en si menor de Anton¨ªn Dvor¨¢k y tuvo que salir hasta tres veces a saludar. En la tercera, regal¨® una magn¨ªfica interpretaci¨®n de El cant dels ocells, un bis que sol¨ªa hacer el gran violonchelista espa?ol Pau Casals y que dej¨® a la sala con miedo a romper el momento con un aplauso cuando el violonchelista dej¨® de tocar. Desde la tercera fila escuchaba al m¨²sico la mezzosoprano Joyce DiDontao. Se mov¨ªa con espasmos a cada golpe de la orquesta, pero cuando tocaba Ferr¨¢ndez, su cuerpo paraba, ladeaba la cabeza a la derecha y escuchaba embelesada.
Tambi¨¦n entre el p¨²blico, dise?adora Carolina Herrera y la soprano Federica Lombardi. E Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, una de las tres administraciones p¨²blicas que forman parte del patronato del Teatro Real. Ayuso aprovech¨® para anunciar el nombramiento del bailar¨ªn Jes¨²s Carmona como director art¨ªstico del nuevo Ballet Espa?ol de la Comunidad de Madrid.
Y, terminado el programa, el director de orquesta Juanjo Mena no quiso irse sin hacer antes un homenaje. ¡°Hemos cruzado el oc¨¦ano, as¨ª que no podemos olvidarnos de Enrique Granados, que muri¨® en el mar¡±. Granados, uno de los grandes compositores espa?oles, acababa de estrenar en Nueva York su ¨®pera Goyescas. Su plan era regresar a Barcelona, pero le invitaron a dar un recital en Casa Blanca y acab¨® cambiando el billete de regreso a Espa?a. Una decisi¨®n que result¨® fatal. Era 1916 y, en plena Primera Guerra Mundial, un submarino alem¨¢n atac¨® el barco en el que viajaban el compositor y su mujer. Falleci¨® con 48 a?os. En memoria del m¨²sico, el Intermedio de Goyescas volvi¨® a sonar el lunes en Nueva York.
Babelia
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