Gustavo Dudamel sube a seis cantantes latinas al escenario de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles
El director venezolano organiza un ciclo de canci¨®n latinoamericana reivindicativa porque ¡°la canci¨®n protesta tiene que tener su espacio¡±
Cuenta Gustavo Dudamel (Barquisimeto, Venezuela, 42 a?os) que lo aprendi¨® todo de su maestro, el ya fallecido Jos¨¦ Antonio Abreu. La pasi¨®n por la m¨²sica, c¨®mo esta cambia vidas, c¨®mo es un idioma universal. Y tambi¨¦n a ir en zapatillas de deporte durante los ensayos. Nunca vio a Abreu sin corbata, recuerda, pero ...
Cuenta Gustavo Dudamel (Barquisimeto, Venezuela, 42 a?os) que lo aprendi¨® todo de su maestro, el ya fallecido Jos¨¦ Antonio Abreu. La pasi¨®n por la m¨²sica, c¨®mo esta cambia vidas, c¨®mo es un idioma universal. Y tambi¨¦n a ir en zapatillas de deporte durante los ensayos. Nunca vio a Abreu sin corbata, recuerda, pero tampoco se bajaba de sus Reebok negras. ?l, vestido entero de oscuro, llega del ensayo con sus New Balance blancas. Ha sido cansado, s¨ª, pero reconfortante, unir a seis grandes voces de Am¨¦rica Latina con los m¨²sicos de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles para un ciclo de cuatro d¨ªas con la canci¨®n protesta como objetivo llamado Canto en Resistencia. Una novedad que, como tantas que ha ido trayendo durante sus 14 a?os al frente de la LAPhil, como se la conoce popularmente en la ciudad, ha sido acogida primero con sorpresa y despu¨¦s con agrado entre sus fieles oyentes.
Esta vez Gustavo Dudamel ha hecho casi una revoluci¨®n. Por el fondo y por la forma. La forma est¨¢ en subir al escenario a seis mujeres de distintas nacionalidades, estilos y generaciones, para que canten junto a la Filarm¨®nica g¨¦neros tan variados como el rap, la cumbia e incluso el reguet¨®n. El fondo llega m¨¢s lejos: introducir la canci¨®n protesta como g¨¦nero sobre el escenario de la refinada orquesta, atrayendo a p¨²blicos distintos, j¨®venes, y abriendo los o¨ªdos a los cl¨¢sicos. Para su primera noche, la del jueves, Dudamel ameniz¨® la velada con la mexicana Ely Guerra, sigui¨® con la chilena Ana Tijoux, continu¨® con la oaxaque?a Lila Downs (que pocas horas despu¨¦s recibir¨ªa una nominaci¨®n al Grammy), y finaliz¨® con dos colombianas, primero Catalina Garc¨ªa, de Monsieur Perin¨¦, y de colof¨®n, Goyo. Para viernes, s¨¢bado y domingo contar¨¢ con la mexicana Silvana Estrada, ya en solitario.
¡°Esto ha tomado su tiempo¡±, contaba Dudamel en una entrevista con EL PA?S y EFE sobre c¨®mo se ha decidido a realizar un ciclo as¨ª, ciertamente rompedor. ¡°Cuando llegu¨¦ en 2009 ya hice un ciclo, America and Americans, que plant¨® una primera semilla de buscar ese espacio, de que la identidad tuviese ese espacio¡±, recuerda. ¡°No eran conciertos tan radicales, entendiendo por radical unos m¨²sicos tan distintos¡±, aclara. ¡°En estos casi 15 a?os todo el mundo se ha impregnado con el deseo de ampliar fronteras, m¨¢s all¨¢ de romper barreras¡±, asegura, explicando que este ¡°no es un concierto m¨¢s¡± y que efectivamente tiene una carga personal y, en los tiempos que corren, incluso reivindicativa y pol¨ªtica.
As¨ª lo demostraron en escena las primeras cinco invitadas, todas cargadas de emoci¨®n y que recibieron una oleada de aplausos. ¡°Gracias a esta tierra por traerme aqu¨ª y poder contar estos versos a todo el continente americano. Esto es lo que nos une¡±, afirmaba emocionada Lila Downs, recordando a los muchos trabajadores llegados de toda Am¨¦rica Latina que trabajan ¡°en los restaurantes, en las tierras de California¡±. ¡°A veces nos olvidamos de su existencia porque cada ma?ana tenemos fresas frescas en nuestra mesa¡±. Catalina Garc¨ªa hablaba de la m¨²sica ¡°como el camino a la curaci¨®n¡±: ¡°La protesta es un derecho que tenemos todos los seres humanos¡±. Ana Tijoux, m¨¢s pol¨ªtica en sus gestos y palabras, sac¨® al escenario un aplaudido pa?uelo palestino. ¡°La palabra resistencia... es imposible hablar de ellos sin hablar de Palestina. No tengan miedo de decir ?alto el genocidio en Gaza!¡±, gritaba, pu?o en alto. ¡°?Por Palestina libre! ?Resistencia! ?Alto el fuego en Gaza!¡±, clamaba, entre v¨ªtores y sin que nadie, en un pa¨ªs con un fuerte apoyo a Israel, se levantara de su asiento.
Pretend¨ªa Dudamel, como contaba en la charla, ir incorporando a las filas de esta instituci¨®n angelina ¡°a grupos representativos culturalmente¡±. Hasta ahora se hab¨ªa permitido jugar con el g¨®spel o el hiphop en sedes secundarias de la LAPhil, al aire libre, m¨¢s veraniegas y populares, como el Hollywood Bowl o el Teatro Ford, pero ahora ha dado un paso m¨¢s subiendo la canci¨®n protesta hasta el escenario del mism¨ªsimo Walt Disney Concert Hall, sede de la Filarm¨®nica dise?ada por Frank Gehry. ¡°Es el momento de evolucionar, de reivindicar, de poner las cosas donde deben estar. La canci¨®n protesta latinoamericana es una m¨²sica profundamente rica, tanto en el mensaje como musicalmente, porque esa m¨²sica est¨¢ hecha con estilos aut¨®ctonos, ritmos del pueblo, y eso hace que se convierta en un ciclo de canciones con un mensaje poderos¨ªsimo, pero que se siente natural, no se siente forzado. No es que traigamos la canci¨®n protesta aqu¨ª y sea como ¡®?guau!¡¯. No. Es lo normal que debe suceder, y tiene que tener su espacio. Y sobre todo en instituciones como esta, que representan a la m¨²sica cl¨¢sica, digamos, acad¨¦mica. Es importante que ampliemos ese espectro y le demos ese espacio¡±.
Reconoc¨ªa el director que, durante los ensayos, en ocasiones hab¨ªa buena parte de los m¨²sicos que no entend¨ªan las letras, pero que estaban ¡°felices¡± de este encuentro. ¡°Yo les expliqu¨¦ un poco de lo que iba la canci¨®n protesta, y claro, se identifican, ven que tiene un poder esa m¨²sica¡±, explicaba.
Para el aclamado director, una importante figura cultural en la ciudad, en estos tiempos dif¨ªciles, oscuros, la m¨²sica es clave. ¡°Es un lenguaje universal. Creo que los espacios culturales brindan un espacio de reflexi¨®n, de contemplaci¨®n, de encuentro, y eso es fundamental en estos tiempos divisorios, muy complejos. Soy muy optimista, el optimismo me lo da la m¨²sica, estos mismos proyectos, estos mismos encuentros. Son puentes que se tienden en momentos en el que los puentes pr¨¢cticamente se est¨¢n rompiendo, creo que es fundamental que la cultura sea vista como una herramienta important¨ªsima que geste puentes y construya espacios de encuentro. Toda esta m¨²sica tiene un mensaje muy poderoso, reivindicativo, de identidad¡±. A sabiendas de que muchos de los oyentes no tienen conexi¨®n con este tipo de m¨²sica, no forma parte de sus bases culturales, cree que conocerla, identificarla, puede ayudar a ¡°crear un futuro de amplitud, de lo que debe abarcar el arte y las instituciones art¨ªsticas¡±.
Ha sido el propio director quien ha decidido qu¨¦ mujeres le acompa?ar¨ªan esa noche, pero ellas le han ido proponiendo una selecci¨®n de temas que han ido dilucidando entre ambas partes (en la primera noche, cada una de ellas cant¨® una canci¨®n, en general una de otro m¨²sico, desde Silvio Rodr¨ªguez a Don Omar, y otra propia). Para ¨¦l, que en su casa se crio escuchando m¨²sica como la salsa, reencontrarse con g¨¦neros as¨ª ha sido un regalo, parte de su evoluci¨®n personal y profesional. Fue buscando nuevos espacios cuando se decidi¨® por este ciclo de Canto en Resistencia, y tambi¨¦n cuando tuvo claro que quer¨ªa a seis mujeres sobre el escenario. No ha sido casual.
¡°Estamos en un momento de evoluci¨®n y reivindicaci¨®n y todas estas grandes artistas representan esa evoluci¨®n a trav¨¦s de su arte. Y el arte al final es una expresi¨®n del esp¨ªritu y del alma¡±, reflexiona, afirmando que el proceso para escogerlas fue ¡°muy natural¡±. ¡°Cuando las cosas se hacen con buena intenci¨®n y al m¨¢s alto nivel, las cosas suceden naturalmente. El repertorio hizo que hici¨¦ramos un viaje musical a trav¨¦s de la canci¨®n protesta y latinoamericana maravilloso¡±, asegura. ¡°Me parece fascinante que estas maravillosas artistas formen parte de este momento reivindicativo, de tantas cosas que no han estado en el sitio donde deber¨ªan estar¡±.