Fran Drescher, presidenta del sindicato de actores de EE UU, tras 118 d¨ªas de huelga: ¡°Pens¨¦ seriamente que no sobrevivir¨ªa¡±
La actriz, popular por su papel en la serie de los noventa ¡®La ni?era¡¯, se ha convertido en el icono de los paros de los int¨¦rpretes y en el rostro de la SAG-AFTRA: ¡°Siempre he aprovechado qui¨¦n soy y mi fama en pos de un bien mayor¡±
![Fran Drescher, president of the actors' union](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UBOCQRPPRFA3XBBQGXAFHTHNSI.jpg?auth=bf35cbd0d9f2a14d82ceac38e3846ba52ebaed13a9a3e888f2788cc07a98ddc8&width=414)
![Mar¨ªa Porcel](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fea6f9d8e-2e65-46a4-9a5e-6e8a789c9408.png?auth=a1089cd2806aa32ae3b7d407181e8488249494a5cc5ebd959305b0ca2e153ab9&width=100&height=100&smart=true)
Fran Drescher (Nueva York, 66 a?os) est¨¢ exultante. Feliz. Atiende a llamadas, charlas en la radio y entrevistas, firma p¨®sters de su sindicato, SAG-AFTRA. Despu¨¦s de cuatro meses de lucha, la actriz, popular por la serie de los noventa La ni?era, ha logrado su principal objetivo: un acuerdo que considera justo para los 160.000 int¨¦rpretes de la uni¨®n sindical que preside. En julio se plant¨® ante los estudios y les pidi¨® m¨¢s, mucho m¨¢s, y pese a las curvas del camino ha conseguido un pacto que supera los 1.000 millones de d¨®lares (936 millones de euros) de mejoras econ¨®micas. Se le pinta la alegr¨ªa en la boca tras anunciar las condiciones en la sede de la agrupaci¨®n que preside, el viernes pasado, y, sin prisa por marcharse, se sienta a charlar con EL PA?S para una entrevista ¡ªrealizada junto a la agencia EFE¡ª en la que la adrenalina le gana al cansancio.
El encuentro se celebra en una sala de la planta baja del imponente edificio del sindicato, donde a la int¨¦rprete se le une Duncan Crabtree-Ireland (Memphis, Tennessee, 1972), director nacional del sindicato y jefe de los negociadores, que tambi¨¦n respira aliviado y se anima a responder a alguna pregunta (a veces, en espa?ol, idioma que domina). Si se les pide que definan en una palabra c¨®mo est¨¢n, c¨®mo se encuentran despu¨¦s de los 118 d¨ªas de lucha, ¨¦l responde: ¡°Muy emocionados¡±. Ella, conocida por su fina verborrea, no puede usar solo una: ¡°Cansada, aliviada y euf¨®rica¡±.
Los dos reconocen que la emoci¨®n es sobre todo por ¡°todas las personas que se han dejado tanto en los piquetes¡± en esos casi cuatro meses. ¡°Estoy muy orgulloso del acuerdo, justifica por completo lo que hemos tenido que hacer para llegar hasta aqu¨ª, y cuando miremos atr¨¢s dentro de cinco o 10 a?os, diremos que en este momento fijamos los est¨¢ndares¡±, afirma Crabtree-Ireland. Drescher reconoce que ¡°el peso de la responsabilidad sobre quienes estaban en la huelga y con los negocios auxiliares que sufr¨ªan a causa de la misma¡± le gener¨® una enorme cantidad de estr¨¦s.
¡°Solo el Estado de California ha perdido 6.000 millones de d¨®lares [5.600 millones de euros], as¨ª que esto ten¨ªa que merecer la pena. Si no lo consegu¨ªamos nos convertir¨ªamos en unos parias en esta ciudad. Si no hubiera tenido ¨¦xito... Al final, no quedaba m¨¢s opci¨®n que conseguirlo¡±, reflexiona. Y lo han hecho: un poderoso acuerdo por m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares (935 millones de euros) con mejora de los salarios, la salud y las pensiones y con un avance en cuanto a la inteligencia artificial donde los int¨¦rpretes est¨¢n m¨¢s protegidos.
Ten¨ªamos que hacer que el acuerdo mereciera la pena o nos convertir¨ªamos en unos parias en esta ciudad.
¡°Nunca hab¨ªa estado en un entorno donde hubiera tanta ira dirigida a m¨ª por energ¨ªas masculinas¡±, reconoce Drescher, de 65 a?os y ninguna novata en entornos hostiles: ella cre¨®, escribi¨®, produjo y por supuesto protagoniz¨® La ni?era en los noventa, una serie como pocas entonces, donde era casi una parodia de s¨ª misma. Narra la historia de una carism¨¢tica muchacha jud¨ªa veintea?era del Bronx que estudia un curso de est¨¦tica como casi ¨²nica salida, pero de la noche a la ma?ana se encuentra trabajando como ni?era de una familia rica y (spoiler, un cuarto de siglo despu¨¦s) se enamora y se casa con el padre. La serie (que se invent¨® junto a su entonces marido y hoy mejor amigo, despu¨¦s de que se separasen en 1996 y ¨¦l le contara que era homosexual) le otorg¨® una fama de la que jam¨¢s ha renegado, le dio fortuna para el resto de sus d¨ªas y la coloc¨® en situaciones de poder que la han ayudado a lidiar con las actuales. Aun as¨ª, estas no han sido f¨¢ciles de superar.
¡°Todo esto ha sido muy, muy duro para mi cuerpo. Seg¨²n pasaba el tiempo, cada vez ven¨ªa [a la sede del sindicato, epicentro de las negociaciones] menos y menos, e interven¨ªa por videollamada porque la ¨²nica manera en la que pod¨ªa entrar desde mi sala de negociaciones hasta la sala de negociaciones de la Amptp [que agrupa a los estudios] era pasando tanto tiempo como pudiera en albornoz y con mi perro¡±, reconoce. La presidenta reflexiona acerca de su salud mental durante estos casi cuatro meses de huelga. ¡°Ten¨ªa que mantener mi mundo muy peque?o. Apenas socializaba, descansaba y descansaba y descansaba much¨ªsimo. Solo mis muy ¨ªntimos, con los que me sent¨ªa muy apoyada, pod¨ªan entrar [en mi c¨ªrculo] y me sent¨ª muy apoyada por ellos, y comprendieron que estaba profundamente agotada. Toda mi energ¨ªa estaba puesta en esto. Liderar a un grupo de este calibre jug¨¢ndonos tanto me lo quit¨® todo. Me preocup¨¦, pens¨¦ seriamente que no sobrevivir¨ªa¡±.
Crabtree-Ireland asegura que para ¨¦l fue importante tener a Fran junto a ¨¦l. ¡°Hablamos pr¨¢cticamente todos los d¨ªas durante todo el proceso, y creo que para m¨ª fue de gran ayuda para asegurarnos de que est¨¢bamos en el mismo punto y saber c¨®mo ayudarnos¡±, asume. ¡°Creo que la compa?¨ªa que nos hac¨ªamos Fran y yo se convirti¨® en un ejemplo para todos nuestros miembros. Y nos hizo m¨¢s fuertes¡±.
Famosa desde hace casi 30 a?os, Drescher ven¨ªa de un entorno poco art¨ªstico, con una madre vendedora y un padre ingeniero naval analista de sistemas que, como ella misma ha contado en alguna ocasi¨®n, la ayud¨® a observar y gestionar su visi¨®n del mundo de manera diferente. En su ¡°ciudad de provincias¡±, como la llama (Flushing, un barrio residencial al norte de Queens), aprendi¨® lo que era una uni¨®n sindical gracias a los muchos electricistas que sol¨ªan hacer paros. Y eso lleg¨® a reflejarlo en su serie a?os despu¨¦s, y ahora en su vida real. Su cargo no est¨¢ remunerado, y acaba de presentarse y de ganar la reeleci¨®n por otros dos a?os. ¡°He liderado este sindicato sin cobrar y he pagado un alto peaje. Pero siempre he aprovechado qui¨¦n soy y mi fama en pos de un bien mayor¡±, afirma sin pudor.
¡°No podr¨ªa haber tenido c¨¢ncer sin convertirlo en un movimiento en pos de la salud¡±, relata acerca del tumor que le detectaron en el ¨²tero con 42 a?os
¡°No podr¨ªa haber tenido c¨¢ncer sin convertirlo en un movimiento en pos de la salud¡±, relata acerca del tumor que le detectaron en el ¨²tero con 42 a?os. Tras un angustioso peregrinaje buscando paliar sus dolores, la ¨²nica soluci¨®n fue, al final, una histerectom¨ªa urgente. Escribi¨® un libro y cre¨® una fundaci¨®n al respecto. ¡°Y fui a Washington para redactar una ley¡±, destaca. ¡°Fui colch¨®n de la comunidad LGTBQ mucho antes de que mi marido saliera del armario. Siento que tengo una habilidad para luchar por quienes han sido marginados, y siempre he sido as¨ª. As¨ª que cuando me pidieron ser presidenta, pens¨¦: quiz¨¢ todo lo que he hecho sea para llegar a este momento tan definitivo. Y eso fue antes de saber que ir¨ªamos a la huelga. Pero sab¨ªa que pod¨ªa ayudar a este sindicato a alcanzar todo su potencial, que la gente seguir¨ªa el buen camino y se unir¨ªa con un liderazgo correcto. Ahora estamos en el buen camino¡±, asegura.
![Fran Drescher (en el centro, de negro) by Duncan Crabtree-Ireland (detr¨¢s de ella) posan con el comit¨¦ negociador del sindicato de actores de EE UU en su sede de Los ?ngeles, California, el viernes 10 de noviembre de 2023.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ERRONFE4UWCWVEGRFKU4IVM4DA.jpg?auth=af148c4b3b26a0bb2d5b027f33c2abd769956a35000dd2064bf5028cdfd316fe&width=414)
Como actriz, Drescher sabe bien que la imagen es muy importante. El pasado 14 de julio se presentaba ante sus colegas y ante el mundo circunspecta, con el gesto serio, la cara lavada, el pelo secado al aire, ropa de deporte y una camiseta del sindicato de los 160.000 trabajadores a los que representa. Como actriz con cuatro d¨¦cadas de carrera y buena conocedora de la importancia que tiene el aspecto, sab¨ªa lo que se hac¨ªa. Lo mismo que lo supo el pasado viernes 10 de noviembre, cuando se mostraba triunfal, sonriente, perfectamente maquillada y peinada, sin estridencias, y con un discreto vestido negro. Estaba saliendo del duelo por las p¨¦rdidas de empleos, de salarios y hasta de hogares de sus trabajadores, que han permanecido al pie del ca?¨®n durante 118 d¨ªas hasta lograr un acuerdo justo. Pero ella sab¨ªa qu¨¦ quer¨ªa mostrar.
Y esa proyecci¨®n de s¨ª misma, ese giro que ha conseguido dar en estos meses, lo ha logrado tambi¨¦n con los actores. ¡°Creo que el p¨²blico lo aprecia, porque ten¨ªan una concepci¨®n equivocada de que ¨¦ramos esa especie de ricos liberales desconectados con el mundo real. Y ahora, de hecho, han sido conocedores de que el 86% de nuestros miembros ni siquiera alcanzan el umbral de los 26.674 d¨®lares (24.950 euros) anuales necesarios para tener seguro m¨¦dico. La mayor¨ªa de los int¨¦rpretes son artistas de oficio de clase media que solo quieren comida en la mesa, ropa para sus hijos y pagar el alquiler. Tenemos una enorme cantidad de figurantes que son nuestros miembros peor pagados, pero esenciales para todas y cada una de las producciones¡±, afirma. De hecho, esos figurantes han conseguido el mayor aumento salarial: un 11%, aplicado desde el primer momento (los actores normales, un 7%), un 4% m¨¢s en julio de 2024 y un 3,5% en julio de 2025. ¡°As¨ª que creo que el p¨²blico estadounidense ha podido llegar a vernos a trav¨¦s de una lente diferente¡±.
Con un discurso claro, profundo y culto sin perder lo did¨¢ctico, Drescher ha ido calando en el p¨²blico hablando de huelgas, sindicatos y de construir ¡°con ladrillos¡± la uni¨®n de sus miembros. ¡°Me gusta citar a Frederick Douglass¡±, un hombre negro que primero fue esclavo para lograr convertirse en orador, activista y abolicionista estadounidense de finales del siglo XIX, ¡°porque ¨¦l mejor que nadie sab¨ªa que el poder nunca da nada sin pedir algo a cambio. Nunca lo ha hecho y nunca lo har¨¢. As¨ª que espero que este sea el principio de una nueva sensibilidad para la industria y la relaci¨®n con los trabajadores¡±, asegura. Entonces, ?ha enterrado el hacha de guerra con los grandes estudios de cine con los que ha pasado 120 d¨ªas enfrentada? ¡°Nuestro trabajo es que se trate a nuestros miembros con respeto. Si les tratan bien, les pagan adecuadamente y protegen su imagen... entonces s¨ª, estaremos en buenos t¨¦rminos con ellos. Y tambi¨¦n les haremos cumplir plenamente todos los aspectos del acuerdo, y nos aseguraremos de que se cumplan todos esos compromisos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Mar¨ªa Porcel](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fea6f9d8e-2e65-46a4-9a5e-6e8a789c9408.png?auth=a1089cd2806aa32ae3b7d407181e8488249494a5cc5ebd959305b0ca2e153ab9&width=100&height=100&smart=true)