Muere Concha Velasco: una actriz que nunca dej¨® de agotar las localidades

En una profesi¨®n donde incluso las mejores actrices tienen muy dif¨ªcil mantenerse en el candelero cuando alcanzan la edad madura, Concha Velasco fue una figura capaz de seguir arrastrando al p¨²blico masivo a los teatros. En estos ¨²ltimos a?os, su fama hizo que se colocara a diario el cartel de ¡°localidades agotadas¡± durante las representaciones de la ...

En una profesi¨®n donde incluso las mejores actrices tienen muy dif¨ªcil mantenerse en el candelero cuando alcanzan la edad madura, Concha Velasco fue una figura capaz de seguir arrastrando al p¨²blico masivo a los teatros. En estos ¨²ltimos a?os, su fama hizo que se colocara a diario el cartel de ¡°localidades agotadas¡± durante las representaciones de la H¨¦cuba de Eur¨ªpides, que no se cuenta entre los cl¨¢sicos griegos con m¨¢s tir¨®n, o que obtuviera un ¨¦xito enorme en Reina Juana, soliloquio biogr¨¢fico cuyo activo principal es la humanidad que la actriz, a sus 76 a?os, le confer¨ªa al papel de do?a Juana la Loca, mujer cruelmente sometida por su familia.

Con Jos¨¦ Carlos Plaza, director de H¨¦cuba, mantuvo un idilio profesional desde 1988, cuando la dirigi¨® en Carmen, Carmen, comedia musical donde interpretaba a un arquetipo femenino apasionado y rebelde, escrito a su medida por Antonio Gala. La Velasco (que es como la llam¨® siempre el gran p¨²blico, cari?osamente) hab¨ªa debutado en 1954 en Bienvenido, Mister D¨®lar, revista musical escrita al rebufo del ¨¦xito cinematogr¨¢fico de Bienvenido, Mister Marshall. En ese g¨¦nero trabaj¨® junto a la vedette Celia G¨¢mez, que le ense?¨® todo lo que es importante en el oficio teatral. Su segundo Pigmali¨®n fue Luis Escobar: ¡°Esta ni?a es muy mona, pero no sabe hacer nada. Lo que tiene son unas piernas y un culo estupendos, y mucha gracia¡±, le dijo el empresario del teatro Eslava a uno de sus colaboradores, en presencia de la actriz en ciernes.

Su carrera parec¨ªa destinada a seguir en la comedia musical cuando Gustavo P¨¦rez Puig la llam¨® para hacer el papel de Juana de Arco en La Alondra, de Anouilh, para TVE. Despu¨¦s interpret¨® un Tenorio con decorados de Dal¨ª, en el que conoci¨® a Paco Mars¨®, que pronto ser¨ªa el productor de sus mayores ¨¦xitos¡­ y su esposo, durante 28 a?os.

La Velasco mantuvo una amistad estrecha, intrincada y fruct¨ªfera con Antonio Gala. Fue su actriz predilecta. Estren¨® cuatro obras dram¨¢ticas (Las c¨ªtaras colgadas de los ¨¢rboles, Las manzanas del viernes, In¨¦s desabrochada¡­) y dos comedias musicales suyas, producidas por Mars¨®. Su carrera, en la que suma dos Premios Nacionales de Teatro, se singulariz¨® por la fuerza, el relieve y la continuidad que supo darle a la comedia musical espa?ola durante una ¨¦poca en la que esta parec¨ªa abocada al declive, ante el empuje de los musicales brit¨¢nicos y estadounidenses.

Entre las supervedettes, fue lideresa junto a Esperanza Roy. Con su querido Paco Valladares protagoniz¨® ?Mam¨¢, quiero ser artista!, cr¨®nica donde ?ngel Fern¨¢ndez Montesinos, su director, caricaturiz¨® a las chicas que, como ella, llegaban a Madrid en busca de un estrellato escurridizo, utilizando un perfilado c¨®mico similar al que popularizara Lina Morgan en La tonta del bote. Adolfo Marsillach la fich¨® para ser el motor femenino de Yo me bajo en la pr¨®xima, ?y usted?, junto a Jos¨¦ Sacrist¨¢n, con el que entabl¨® una fuerte amistad, y despu¨¦s la convirti¨® en protagonista de Mata-Hari (1981), ambiciosa comedia musical de los a?os de esplendor del Teatro Calder¨®n de Madrid.

Entre sus interpretaciones inolvidables figuran las de Las arrecog¨ªas del beaterio de Santa Mar¨ªa Egipc¨ªaca, de Mart¨ªn Recuerda; Buenas noches, madre, junto a Mari Carrillo; La rosa tatuada, de Tennessee Williams; Hello, Dolly!, dirigida por Plaza; y La vida por delante, de Roman Gary, un ¨¦xito merecido que renov¨® su estado de ¨¢nimo, en 2010. En septiembre de 2021 anunci¨® en su Valladolid natal su retirada, al terminar una funci¨®n de La habitaci¨®n de Mar¨ªa, obra de Manuel Velasco, su hijo mayor.